El curso académico ha concluido y las vacaciones nos dan la oportunidad de descansar y dedicarnos a cultivar intereses distintos de los académicos. La literatura es una de esas aficiones que en ocasiones aplazamos durante el curso por falta de tiempo, pero en verano no tenemos excusa. Ya sea para leer en casa o para llevarnos de viaje, la Biblioteca nos ofrece una variada colección de obras literarias que harán este verano mucho más agradable. El período de préstamo en verano se amplía hasta septiembre, por lo que dispondremos de los libros escogidos durante todas las vacaciones.

La colección es muy amplia y para todos los gustos, pero nos gustaría proponer algunas sugerencias.

Para quien disfrute con la literatura fantástica, la Biblioteca ha incorporado recientemente nuevas obras de Ursula K. Le Guin. Su ciclo Terramar es todo un clásico, y en la Biblioteca disponemos de los tres primeros títulos de la serie: Un mago de Terramar, Las tumbas de Atuan y La costa más lejana.

Una de las grandes novelas de la literatura china, en una elogiada traducción de Laureano Ramírez, nos llevará a sumergirnos en la última de las dinastías imperiales chinas, la dinastía Qing. Se trata de Los mandarines : (historia del Bosque de los Letrados), de Wu Jingzi.

Patricia Highsmith nos garantiza un entretenimiento de calidad -y algún escalofrío- con su extensa producción de novelas de suspense: Mar de fondo, Extraños en un tren, o La casa negra.

Este verano puede ser el momento perfecto para leer alguna de esas grandes novelas que a todos nos suenan pero con las que no nos atrevimos hasta hoy: Yo, Claudio, de Robert Graves, La hoguera de las vanidades, de Tom Wolfe, Orgullo y prejuicio, de Jane Austen, o Por quién doblan las campanas, de Hemingway.

Para pasar un rato divertido sin renunciar a la calidad recomendamos tres lecturas de lo más variado pero con las que igualmente podremos reir a carcajadas: Memorias de un amante sarnoso de Groucho Marx, El misterio de la cripta embrujada, de Eduardo Mendoza, y la hilarante Eloísa está debajo de un almendro, de Jardiel Poncela. Menos conocida pero muy divertida, Maldito karma, de David Safier.

Otros autores en lengua española merecen un interés especial. Cualquiera de las novelas de Ana María Matute es una elección con satisfacción garantizada: Primera memoria, Olvidado rey Gudú o La torre vigía. También recomendamos o uno de los autores consagrados en lengua española, Eduardo Mendoza, con obras como La aventura del tocador de señoras o El secreto de la modelo extraviada, última entrega de la serie protagonizada por el singular detective de El misterio de la cripta embrujada.

Para los lectores interesados en obras sobre mujeres y feminismo, y en literatura escrita por mujeres, el donativo del Centro de Documentación de la Dirección General de la Mujer  ha aportado a la Biblioteca una gran colección, de la que ya dimos cuenta en este blog. Se pueden consultar en el catálogo todos los títulos de este donativo que ya se han incorporado a nuestros fondos, así como visitar nuestro tablón de Pinterest, en el que es posible ver una pequeña selección de estos títulos.

¡Feliz lectura!