Desde el pasado día 15 y hasta el próximo 11 de junio se puede visitar en el Palacio Real de Madrid la exposición “Corona y Arqueología en el Siglo de las Luces: España, Italia y América” en la que participa entre otras muchas instituciones, la Biblioteca de la Facultad de Económicas con una obra bibliográfica. 

En conjunto la exposición, refleja cómo se impulsó y desarrolló la arqueología y el estudio de las antigüedades durante el reindado de los Borbones en el siglo XVIII, manifiestando un aspecto esencial y poco conocido del cambio cultural de la época.

Bajo el comisariado de los doctores Martín Almagro y Jorge Maier y el patrocinio del Banco de Santander, se presentan 150 obras procedentes del Patrimonio Nacional, Real Academia de la Historia, Real Academia de San Fernando, Museo del Prado, Museo Arqueológico Nacional, Biblioteca Nacional y la Biblioteca de la Universidad Complutense entre otras instituciones.

Los contenidos, expuestos a lo largo de once salas, recogen una serie de de pinturas, esculturas, mobiliario, libros, documentos, monedas y numismática, entre las que destacan el Busto de Antonino Pío, cedido por el Prado, o un retrato de Isabel Farnesio, prestado por el Patrimonio Nacional.

La aportación de la Biblioteca Complutense como pudimos comprobar en la inauguración, está lógicamente localizada en la sala X denominada "De Pompeya a Méjico: el nacimiento de la arqueología americana". Con una visión novedosa se exponen entre otras la obra cedida por la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla, Descripción histórica y cronológica de las dos piedras que con ocasión del nuevo empedrado en la plaza de México, de Antonio León y Gama y Ensayo político sobre el reino de la Nueva España de Alexander von Humboldt.

Respecto a esta última, localizada habitualmente el la Biblioteca de la Facultad, corresponde a la primera traducción al castellano en 1822 de la primera edición francesa publicada en 1808-1811 por F. Schoell. El traductor, Vicente González Arnao, explica en la edición posterior de 1836 el gran éxito conseguido en la de 1822 y, por tanto, la necesidad de una nueva publicación. Fue de de gran ayuda para los coetáneos que iban a protagonizar la independencia pues como afirma Jaime Labastida,  su difusión tuvo mucha importancia ya que estuvo a disposición del mundo culto y científico de la época. Además sigue siendo un libro de referencia para la investigación pues sin abandonar su interés por las Ciencias Naturales, el Ensayo político demuestra la importancia que el autor concede a los problemas sociales, políticos y por supuesto económicos. 

Además, la calidad de la exposición y del entorno, aconseja su  visita.