Estas últimas semanas han estado apareciendo en la prensa señales que indican una salida de la crisis a medio plazo. En primer lugar, Mario Draghi ha dado una rueda de prensa en la que ha enumerado los progresos obtenidos tanto por su política monetaria como por las reformas impuestas por los distintos gobiernos nacionales. Entre estos se cuentan la disminución de los seguros contra impagos, la subida de las bolsas, el aumento de los depósitos en los bancos periféricos, la inflación contenida, etc. 

También según la agencia Markit Economics, compañía proveedora de información económica internacional, con su conocido índice PMI (cifra resultante de encuestas entre directores de empresas de servicios y manufactureras), parece que las perspectivas van mejorando. Su economista jefe, Chris Williamson, comenta: "Los estudios del PMI ofrecen algo de esperanza de que la zona euro está mostrando signos de recuperación de su profunda recesión de doble caída. Los resultados de los estudios aumentaron a sus máximas en varios meses en los cuatro países principales de la zona euro, lo que sugiere que los ritmos de declive se moderaron en Francia, Italia y España, mientras que la situación económica se estabilizó en Alemania."

Desde un punto de vista global, y también según Markit, pueden apreciarse signos similares de mejora en las economías de todo el mundo. El índice PMI Global sube desde 53.6 a 53,7 con un aumento centrado sobre todo en los servicios y con las mayores subidas en EEUU. El crecimiento en los países emergentes se hace más marcado.

Nuestro gráfico compara el PMI de noviembre y diciembre de las economías más importantes.

Finalmente, en todos los medios podemos ver reflejadas los comportamientos mejorados de las subastas de deudas nacionales de los países meridionales, y especialmente de España, con una diferencia de 200 puntos en la última subasta respecto del diferencial de julio pasado con la deuda alemana.

De todo esto no se puede deducir que los problemas reales de la gente, y en primer lugar, el del paro, vayan a resolverse en poco tiempo. En realidad, hay que tener siempre presente algo que suele olvidarse: los responsables económicos no están trabajando para remediar la situación de los ciudadanos, sino la de la economía en su conjunto. Parece lo mismo, pero no lo es. Una vez resuelta, una crisis de esta envergadura puede muy bien dejar muchas víctimas en el camino. Un nivel de desempleo como el de España tardaría tiempo en reabsorberse incluso en una economía que gozase de buena salud. Esto se traducirá, se traduce ya, en una fuga de capital humano a países de economía más saludable.

Dicho esto, es indudable que la situación ha mejorado y es mucho más de lo que podía decirse hace un año. Es hora de cruzar los dedos.