El pasado 29 de abril, tuvo lugar en nuestra facultad la conferencia: "Las pensiones: una aritmética elemental que nadie se atreve a resolver", impartida por el profesor José A. Herce, titular del departamento "Fundamentos del análisis económico I", de la UCM y director asociado de Afi. Seguir leyendo
El profesor dio comienzo al discurso con rotundas afirmaciones, por ejemplo, que no es preciso deshacerse del estado del bienestar, pero tampoco hay soluciones milagrosas para el sistema de pensiones. Sin embargo, la solución se encuentra en cómo nos planteamos y reflexionamos sobre el problema. Al parecer, ha encontrado alternativas mediante la coherencia algebraica en el ciclo de vida, donde la variable estilo de vida es fundamental; afirma asimismo que el tema de pensiones no se resuelve dependiendo de las variables como el aumento del PIB, inmigración, productividad u otras.
Hay que dejar de percibir el hecho de vivir más y en mejores condiciones como una desventaja a nivel del sistema financiero del estado; no es correcto hablar de envejecimiento sino de longevidad. El álgebra vital de los individuos es tal que la frontera de los 65 años hace imposible la sostenibilidad del balance de recursos y necesidades a lo largo del ciclo vital. Esta es una de las alternativas que nos presenta, la solución está en reinventarse, utilizando el sentido común y la creatividad, transformando las habilidades de los recursos humanos disponibles, definiendo la prestación esencial y ligando su indexación a un estándar de calidad de vida de evolución predecible. Así se asegura que las instituciones públicas y privadas se combinan eficientemente, para de esta manera evitar el extenuación de los trabajadores a cierta edad.
Otra alternativa que presenta es la del sistema de reparto rabioso, que no recomienda pero considera viable. La razón es que el sector público inició en 2011 una senda de déficit coyuntural, que dará paso sin solución de continuidad a un déficit estructural del sistema, al que la reforma adoptada en 2011, que entró en vigor el 1 de enero de 2013, trata de dar respuesta. Explica que, en ausencia de tal reforma, el déficit del sector público hubiera llegado a representar casi el 10% del PIB en 2049, y la deuda acumulada el 125% de dicho PIB. A pesar de ser una de las reformas más importante en 30 años en la historia de España, considera que es tímida la iniciativa frente a los desafíos que se nos presentan, ya que solo logrará reducir 1/3 la insuficiencia financiera del sistema a largo plazo.
El conferenciante nos invita a que de manera individual realicemos una introspección sobre la situación actual del hombre y la sociedad, ya que la visión del economista es que los factores más potentes para lograr la sostenibilidad del sistema son el retraso de la edad de jubilación y el correspondiente aumento del periodo de cómputo de la base reguladora.
Tras la finalización de la ponencia intervinieron varios expertos de reconocido prestigio, como Miguel Sebastián Gascón, que apuntó que la alternativa de reparto rabioso es viable económicamente pero no políticamente.