El pasado día 13 pudimos asistir en la Sala Multiusos de la Biblioteca a una nueva edición de la serie de "Presentaciones de libros". En esta ocasión el libro que se presentaba fue "Si Keynes fuera ministro de economía ante la crisis de 2008" del profesor Juan Hernández Andreu, catedrático en el Departamento de Historia e Instituciones Económicas.
En la mesa, acompañando al autor, la Sra. Decana de la Facultad de Económicas, Begoña García, y el Sr. Vicedecano de Biblioteca, Valentín Edo. Comenzó la Decana haciendo la presentación del autor, haciendo hincapié en el atractivo título de la obra. Tras ella, el Vicedecano enmarcó la jornada en las sesiones de presentación de libros que se iniciaron en la Biblioteca en 2012, actividad que nos da la oportunidad de conocer las publicaciones más recientes de los profesores de la Facultad y crear un debate en torno a ellas.
La presentación tuvo numeroso público, ocupándose la sala en su totalidad. Los asistentes siguieron con interés la exposición del autor, quien hizo gala de su erudición y su aguda mirada sobre la realidad económica de nuestro presente y nuestro pasado. Su punto de partida para esta obra, como sugiere el título, es el análisis que Keynes formuló hace ya un siglo ante otra crisis económica. Se sirve para su trabajo de los planteamientos de Keynes pero, aclara, éstos no son los de los neokeynesianos.
El autor comenzó tomando postura sin ambigüedades al afirmar que este libro nace de su enfado ante la situación económica actual en España. La obra es crítica en términos de pensamiento económico, y el autor no disimula su pesimismo, pues cree que nuestra economía va a empeorar aún más. Censuró las políticas de austeridad, de bajada de los salarios y de reducción del déficit público, y las reformas laborales que sólo están provocando más desempleo. En su opinión, estas políticas neoclásicas del gobierno, este laissez faire impulsado desde Europa por los neoliberales, está causando estragos en muchas economías nacionales, especialmente en países periféricos como el nuestro, y aboga por el establecimiento de regulaciones. Cree que, de no aplicarse medidas efectivas a favor del empleo y la productividad, será inevitable una crisis social.
La obra contiene un recetario de medidas para salir de la crisis, entre las que citó el fomento de las políticas de I+ D + I, el desarrollo de las NTI, el impulso al espíritu emprendedor, los parques tecnológicos, o los viveros de empresas. Pero sobre todo su aportación a la mejora de nuestra sufriente economía parte de una comprensión de la actual crisis que va más allá de la visión cortoplacista que a menudo exhiben políticos y medios de comunicación. En esta línea, insistió en la necesidad de comprender esta crisis en el marco del concepto de "ciclo económico". Los ciclos tienen su propia vida, una vida en la que influyen muy modestamente las políticas que articulemos. Cree que nos hallamos en un ciclo largo, en una depresión, y de ahí su pesimismo, agravado por la valoración negativa que hace de la actuación de los organismos competentes, como el Banco Central Europeo, de quien afirma que ha actuado de manera nefasta en la crisis, o el Banco de España, cuya actividad le hace sentirse, en sus propias palabras, enfadado y revolucionario.
Tras su exposición se sucedieron las distintas intervenciones del público, que dieron pie a nuevas reflexiones del profesor y al intercambio de ideas. La Decana inició el debate aplaudiendo una frase del autor que es todo un titular: "Que los políticos hagan más caso a los economistas académicos". Habló de la incertidumbre de sabernos en un ciclo económico del que sólo conocemos el principio, pero cuya duración y evolución desconocemos, y llamó la atención sobre la correlación entre desigualdad y crecimiento, que nos lleva a un presente en el que aumenta la desigualdad a medida que empeora la crisis.
La profesora Elena Gallego intervino para plantear preguntas clave: ¿cuáles son los mecanismos de transmisión en la crisis?, ¿cómo evitar que la ideología distorsione nuestra comprensión de la realidad económica?, ¿cómo construir consensos que nos permitan llegar a acuerdos?
El profesor Luis Orduna expresó la opinión de que no se han analizado suficientemente las causas de la crisis, e insistió en la falta de ética que cree está en dicho origen.
En sucesivas intervenciones los asistentes plantearon nuevos asuntos, como el tratamiento de la deuda, la falta -o no- de dinero como precipitador de la crisis, la experiencia de otros países como Nueva Zelanda o Italia, las diferencias entre el caso europeo y el norteamericano, o la necesidad de hacer caso también a las demandas de los empresarios, como la disminución de la burocracia o el aumento de la seguridad jurídica.
Como es costumbre en esta serie de actos, un ejemplar del libro presentado es donado por el autor a la biblioteca. Con éste son dos los ejemplares que ya están disponibles en la biblioteca para que los lectores puedan adentrarse en esta lectura sin duda estimulante. Esperamos, en línea con su autor, que la obra trascienda al mundo académico y sirva de inspiración también a quienes diseñan las políticas económicas.