El día 9 de octubre se celebró en el aula 115 A del pabellón aulario de nuestra Facultad un taller sobre técnicas de estudio organizado por la asociación de profesores "Suseia" y con la colaboración de la asociación cultural de estudiantes "Córdula". Dos profesores dieron lo mejor de sí mismos para transmitir a los alumnos asistentes un curso práctico y motivador sobre el estudio.

El taller estuvo dividido en dos partes, a saber: Motivos y Actitud, y Técnicas.

1. Motivos y Actitud

Tenemos muchas razones para estudiar, aunque no todas son iguales: tener un buen trabajo, buscarse un futuro, etc. Debemos buscar, sin embargo, una razón más alta, algo que nos haga decir "ha merecido la pena", aunque todas nuestras expectativas se vean frustradas.

Ante la pregunta ¿Para qué estudio?, sería interesante, por lo tanto, plantearse algunas cuestiones básicas acerca del hombre, sus capacidades propias, sus fines... Es evidente que lo que distingue el hombre de los demás animales es su intelecto, es decir, su capacidad de conocer, y, sobre todo, su capacidad de amar. Si aceptamos que el estudio, en cuanto ejercicio del conocimiento, nos lleva a amar cada vez más la realidad, veremos que es algo inherente a la persona: a lo sumo, estudiar nos hace más humanos.

Ignacio de Loyola nos dice que el estudio es una actividad que "requiere todo el hombre". Para del todo entregarnos al estudio necesitaremos, pues, enfrentarlo con una actitud muy positiva: nos pueden ayudar en este sentido el silencio interior, el optimismo, la motivación, el afán de lucha y la búsqueda de la perfección (que no es lo mismo que el perfeccionismo). Nada de eso será posible, sin embargo, si no existe una propuesta de buscar la excelencia, flexibilidad y humildad.

2. Técnicas

Infelizmente, no existe una fórmula mágica para estudiar bien: lo importante es aprender a aprender. Para tal, debemos repasar algunos aspectos de nuestro plan de estudios:

• Planificación: El éxito depende de persistencia y de una buena planificación. Debemos, pues, ser realistas al calcular nuestra ritmo diario para evitar la acumulación de materia, y convertir en un hábito el cumplir nuestro plan.
• Lugar de estudio: Debe ser cómodo y silencioso, alejado de todo tipo de distracción (móviles, televisión, redes sociales etc)
• La clase: Las clases son una primera aproximación a nuevos conocimientos. Todo lo aprendido en ellas, por lo tanto, debe ser estudiado y complementado fuera.
• Apuntes y libros: Los apuntes, nuestros o de los profesores, no contienen todo lo referente a una asignatura. Debemos repasarlos apoyándonos en libros y en la gran cantidad de material docente que, actualmente, se encuentra disponible en la red.
• Subrayados y esquemas: Son muy útiles a la hora de resaltar las ideas principales y conectar conceptos.
• Descanso: Estudiar es una carrera de fondo. Debemos, pues, estar en buen estado de salud: respetar las horas de sueño, no trasnochar y practicar deporte es esencial.
• Exámenes: Mantener la calma es importantísimo, así como no desanimarse antes ninguna pregunta: es muy difícil que no sepamos nada acerca de un tema.

El taller terminó con una cita del economista Milton Friedman: "El aprendizaje es agónico", aunque, como vimos, puede ser muy gratificante. El estudiante debe tan solo examinar su actitud ante el estudio, reflexionar e intentar mejorarlo. ¡Nunca es tarde para empezar!