A propósito de la exposición que se puede ver actualmente en la Biblioteca Histórica "Biblioteca y Gabinete de curiosidades: Una relación zoológica", recordamos hoy la colección de Lastanosa, uno de los ejemplos españoles más notables de los Gabinetes de Curiosidades o Cámaras de Maravillas, tan característicos de la Europa de la Edad Moderna. [Seguir leyendo]
Los Lastanosa se habían establecido en Huesca a mediados del siglo XVI, donde se integraron pronto en la oligarquía de la ciudad. Vincencio Juan de Lastanosa nace en Huesca en 1607. En 1628 vio reconocida su infanzonía y la de su familia en la Real Audiencia de Aragón. Además de desempeñar varios cargos en el Concejo oscense, fue también Diputado del Reino de Aragón en 1671-72. En el año 1642 mandó contra los franceses una de las compañías de la ciudad durante la guerra de Cataluña. En 1677, gracias seguramente a sus relaciones con Juan José de Austria, fue nombrado Gentilhombre de la Casa del rey Carlos II.
Tuvo una cuidada educación, aunque no parece haber realizado estudios universitarios, y llegó a ser una de las figuras más destacadas de la historia cultural aragonesa, en su doble faceta de mecenas y coleccionista. Lastanosa fue amigo y protector del jesuita aragonés Baltasar Gracián, quien publicó en Huesca por primera vez, gracias a su mecenazgo, varios de sus libros. Sin salir apenas de Huesca, Lastanosa supo mantenerse en contacto con otros eruditos y coleccionistas de Europa. Intercambió correspondencia, por ejemplo, con el célebre jesuita Athanasius Kircher.
Lastanosa reunió en su palacio del Coso una gran biblioteca y museo. El palacio era un edificio notable, tras el que se extendía un singular jardín, con un gran estanque navegable y un laberinto vegetal. La biblioteca, de la que se conserva un detallado catálogo, contaba con cerca de 1.500 libros y manuscritos. Por lo que respecta a sus colecciones, estaban formadas por pinturas, esculturas, grabados, monedas, medallas, camafeos y piedras preciosas, antigüedades, mapas, instrumentos científicos, objetos exóticos, fósiles y prodigios naturales, armas, etc.
Esta clase de colecciones, de carácter ecléctico, eran comunes en la Europa de su tiempo. Se las conocía como Gabinetes de curiosidades (Cabinets de curiosités) o Cámaras de maravillas (Wonder Chambers, Wunderkammern). Eran colecciones muy unidas a la residencia de un hombre culto. La biblioteca ocupaba un lugar preeminente en estos gabinetes destinados al estudio y la reflexión, dónde también había mapas, instrumentos de observación y medida, además de los más variados objetos de la naturaleza y de la mano del hombre. Estos gabinetes provocaban la sensación de estar en un mundo maravilloso, pero también facilitaban la contemplación de la naturaleza y el desarrollo de un pensamiento racionalista. Los gabinetes de curiosidades, verdaderos microcosmos que trataban de reunir un compendio lo más completo posible de las realizaciones humanas y naturales, son un destacado rasgo de la vida cultural en la Europa de los siglos XVI y XVII, y constituyen el origen de los museos modernos.
La biblioteca y museo de Vincencio Juan de Lastanosa se inscriben plenamente en este fenómeno europeo. El gabinete de curiosidades de Lastanosa lo abarcaba prácticamente todo. No obstante, hubo algunas materias que interesaron especialmente al mecenas oscense, como la numismática, tema sobre el que publicó dos libros El primero de ellos fue Museo de las medallas desconocidas españolas, (Huesca, 1645) del que la Biblioteca Histórica guarda un ejemplar (BH FLL 20481) y otro de 1681, el año de su muerte, sobre la moneda aragonesa (Tratado de la moneda jaquesa y de otras de oro y plata del Reino de Aragón). También fueron objeto de su especial interés los camafeos y piedras preciosas, de los que escribió también un detallado tratado, por desgracia perdido, y la alquimia, especialmente con fines medicinales. Y no faltaban en su gabinete los instrumentos de observación astronómica. Vincencio Juan de Lastanosa poseyó tanto microscopios como telescopios ("anteojos de larga vista", los llamaba). Hay que recordar que el telescopio se había convertido en el símbolo de la revolución científica, que había roto con las antiguas concepciones sobre el universo.
Al morir Lastanosa, su biblioteca y colecciones se dispersaron, y hoy apenas queda nada de ellas en Huesca. Finalmente, el que fuera su palacio fue demolido en el año 1894 y el espacio del su espléndido jardín lo ocupa actualmente el Parque Municipal de Huesca.
Bibliografía
Proyecto Lastanosa: Portal realizado por el Instituto de Estudios Altoaragoneses de la Diputación Provincial de Huesca, con motivo del cuarto centenario de su nacimiento. Recoge abundante información. http://www.lastanosa.com/contenido.php
Vincencio Juan de Lastanossa (1607-1681) : la pasión de saber. Zaragoza, 2007. (BH R061.4:929VIN)