Inicio Biblioteca Complutense Catálogo Cisne Colección Digital Complutense

Juana Quílez Martí, Archivera- Bibliotecaria (1906-2004)

Fernando Alcón Espín 20 de Junio de 2023 a las 09:43 h

Hoy queremos presentar el nuevo y último libro de nuestra compañera bibliotecaria e investigadora María Cristina Gállego Rubio, Juana Quílez Martí, Archivera bibliotecaria (1906-2004).

No es la primera vez que Cristina escribe sobre mujeres bibliotecarias pioneras, en momentos de nuestra historia en los que no era fácil ser bibliotecaria con responsabilidades. Entre sus numerosas publicaciones, en el año 2010 salió a la luz un libro sobre la figura de otra pionera, Juana Capdevielle San Martín. En ambas obras, el lector podrá darse cuenta de la habilidad investigadora de Cristina para desgranar unos perfiles atípicos en aquellos años.

 

En cuanto al libro que nos interesa en este momento, descubrimos una intensa y exhaustiva investigación que se puede apreciar en las fuentes bibliográficas y hemerográficas consultadas, así como la visita a diferentes y numerosos archivos. Además, según señala Cristina en los "Agradecimientos", han sido muy importantes la colaboración y las aportaciones de la familia de Quílez. Con todo ello, Cristina construye un estudio sobre la etapa de bibliotecaria de Juana en la Biblioteca de Farmacia de la Universidad Central (hoy Universidad Complutense de Madrid) y, posteriormente, en la Biblioteca de la Universidad de Granada, en la Biblioteca Pública Provincial de Guadalajara, en los Archivos Histórico Provincial y de la Delegación de Hacienda, así como en la Dirección del Centro Provincial Coordinador de Bibliotecas.

Quílez, albaceteña de nacimiento pero guadalajareña de adopción, fue una mujer trabajadora infatigable que ocupó numerosos puestos de responsabilidad en torno a las bibliotecas, perteneciendo al cuerpo de Facultativos de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos.

Durante su infancia y adolescencia Juana vivió en distintas ciudades de España debido a los distintos puestos profesionales que ocupó su padre, Silvio Quílez, también perteneciente al cuerpo de Facultativos de Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios. Después de estudiar el Bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros de Madrid, comenzó la carrera de Filosofía y letras en la Universidad Central de Madrid licenciándose en 1928. Aprobó las oposiciones en 1931. Fue destinada al Museo Arqueológico Provincial de Tarragona, pero pronto concursó para volver a Madrid y estar cerca de su familia, ocupando una plaza vacante en la Biblioteca de la Facultad de Farmacia, donde fue fundamental su trabajo con las publicaciones periódicas pero también llevó a cabo otras acciones relacionadas con la extensión bibliotecaria a través del Seminario de Biblioteconomía de la Universidad Central, que organizó conferencias técnicas, exposiciones, charlas... en las que participó Juana Quílez.

Javier Lasso de la Vega, director en aquellos años de la Biblioteca de la Universidad Central, quiso que Juana dirigiera el proyecto de biblioteca infantil en el Grupo Escolar "Ortega Munilla" donde desarrolló una labor muy importante recreativa e instructiva, implantando con gran éxito la "hora del cuento", préstamos de libros, teatros...

 

Tras los difíciles años de la Guerra y verse sometida a un proceso de depuración sin consecuencias para ella, Juana concursó a una plaza en la Universidad de Granada al casarse en 1941 con Salvador Cañas Gómez, Secretario del Ayuntamiento de Alhama de Granada, prestando servicio en la Biblioteca de la Facultad de Derecho. Allí pidió una excedencia para cuidar de su familia, ya que el matrimonio tuvo cuatro hijos.

En 1952 su marido obtuvo la plaza de Secretario del Ayuntamiento de Guadalajara y en 1953 Quílez ocupó una vacante en los Archivos Histórico y de la Delegación de Hacienda de Guadalajara, comenzando una etapa muy fructífera tanto en lo personal como en lo profesional.

En 1955 asumió la dirección de la Biblioteca Pública Provincial y del Centro Provincial Coordinador de Bibliotecas, donde realizó numerosas actividades tales como conferencias, exposiciones, la puesta en marcha de las "bibliotecas viajeras" (para hacer llegar libros a áreas donde no podían disponer de ellos), fundó la revista "Investigación" de periodicidad anual, y participó activamente en el establecimiento de la Casa de la Cultura y de la Biblioteca Pública y Archivo Histórico Provincial en el Palacio del Infantado de Guadalajara, proceso que culminó en 1972.

Desde los años 70 hasta su fallecimiento en el año 2004, siguió trabajando de manera incansable y consiguió el primer bibliobús para la provincia en 1973. Además, fue una de las artífices de la reapertura de la biblioteca pública del Parque de la Concordia con gran éxito de niños y adolescentes que acudían a leer al aire libre.
Juana se jubiló en 1976 pero siguió en contacto con el mundo bibliotecario escribiendo artículos en prensa sobre el polémico asunto de la permanencia de Biblioteca Pública en el Palacio del Infantado, biblioteca que finalmente se trasladó en el año 2004 al Palacio Dávalos. Permaneció activa en otros frentes, dedicándose a la Asociación Amas de Casa "Concepción Arenal", en la cual había sido clave para su fundación en 1969. Fue esencial en la apertura de la primera residencia de mayores en Guadalajara, y participó en numerosos actos culturales y charlas. Incluso con noventa años escribió un cuento infantil.

Por todo ello, no es de extrañar que el Gobierno de Castilla-La Mancha le concediera el título de Hija Predilecta de Castilla-La Mancha en 1983. Un año después, el Ayuntamiento de Guadalajara le hizo entrega de la medalla de oro de la ciudad. En 1993 la nombraron socia de honor de la Biblioteca Pública. Una calle de Guadalajara lleva su nombre.

 

Visita a la Acrópolis. En el Partenón, Juana con traje estampado sentada. Archivo Familia Cañas Quílez

Visita a la Acrópolis. En el Partenón, Juana con traje estampado sentada. Archivo Familia Cañas Quílez

 

Para terminar, debemos destacar la transcripción que hace la autora, Cristina Gállego, del diario del famoso crucero por el Mediterráneo (1933) en el que Juana Quílez tomó parte y que merece la pena ser leído, así como la correspondencia fruto del crucero.

No podemos dejar de desear que nuestra compañera y maestra, Cristina, siga en esta senda recorriendo los vericuetos de la memoria de estas grandes mujeres.

 

Bookmark and Share
Ver todos los posts de: Fernando Alcón Espín

Comentarios - 0

No hay comentarios aun.


Universidad Complutense de Madrid - Ciudad Universitaria - 28040 Madrid - Tel. +34 914520400
[Información - Sugerencias]