Hace ya algunas semanas escribí en estas páginas una breve noticia Sobre la desaparición de El Libro del Antichristo (Zaragoza, Pablo Hurus, 1496). En ella relataba cómo la Biblioteca de la Universidad, en su sede de la Biblioteca de Filosofía y Letras, antes llamada Biblioteca de San Isidro, poseyó un valiosísimo incunable que desapareció durante la Guerra civil española de 1936. Con esta nota daba yo por concluida la investigación sobre este tema que no dejaba de ser, en cierto modo, el recuerdo algo melancólico de un libro perdido. [Seguir leyendo]
Pero hay libros que vuelven una y otra vez a nuestro pensamiento (que no a nuestros estantes) y, casi inconscientemente, seguía y seguía llevando a cabo pesquisas bibliográficas en las que el Antichristo de Martínez de Ampiés era el protagonista. Esto, unido al aliento de algunos colegas cómplices y la lectura de ciertas obras hasta ahora no consultadas, me han animado a completar la reconstrucción de la historia bibliográfica de este bello ejemplar desaparecido.
En primer lugar, la historia debe comenzar por el principio. Y el principio en la incunabulística moderna pasa por Ludwig Hain. En su Repertorium bibliographicum (1826-1838) aparece ya El libro del Antichristo de Hurus (Hain 10829) aunque sin citar su fuente de información y su localización, como es habitual en este repertorio. A pesar de ello, no puedo dejar de admirar este monumento bibliográfico que hace casi doscientos años, sin bases de datos ni procesadores de texto, consiguió reunir y ordenar la meritoria cifra de más 16.000 registros de impresos del siglo XV.
La siguiente noticia, ya en España, nos la da en 1860 un pequeño folleto publicado por Gerónimo Borao sobre la imprenta en Zaragoza en el que ofrece esta información: "Libro del Antichristo, en folio (Incunables de San Isidro)" (pág. 24). O vio el ejemplar personalmente o tenía noticia directa procedente de los bibliotecarios de San Isidro. Quizás Gabriel Alarcón, bibliotecario de la Universidad de Madrid por aquellos años, ya había dado a conocer el ejemplar, como luego veremos.
Un año después, en 1861, se publica la Tipografía española de Méndez-Hidalgo que ya hemos comentado en la nota anterior en Folio Complutense. Sólo una pequeña ampliación. Algunos compañeros me han preguntado que quería decir Hidalgo cuando escribió aquello de que nuestro incunable "no peca de honesto". Supongo que para las mentes pudorosas de su tiempo, algunos de los grabados de la obra resultaban algo escabrosos, todo lo contrario de lo que debió de percibirse en el siglo en el que se publicó la obra. A finales de la Edad Media y principios del Renacimiento español, los grabados del Antichristo querían subrayar diferentes aspectos de la vida de un personaje que estaba en las antípodas del verdadero Cristo. Así, para ilustrar el momento de su concepción y marcar distancias con la concepción divina sin intervención de hombre, Martín Martínez de Ampiés y Pablo Hurus eligieron, siguiendo el modelo alemán, un grabado muy expresivo de la situación, lo que parece que escandalizó algo a nuestros antecesores bibliógrafos. Pueden juzgar ustedes mismos estudiando la reproducción de uno de esos grabados procedente del ejemplar de Nueva York y tomado de la obra de Gilbert.
Fig. 2. La concepción del Antichristo, Libro del Antichristo (Zaragoza, Hurus, 1496. New York Public Library.
Otra pequeña mención a nuestro incunable aparece en 1900. Lo singular en este caso es el sitio en el que se publica. Un periódico como El Liberal incluía en su edición del 30 de octubre de 1900 (pág. 2) un artículo sobre "La Imprenta en España" firmado por Mariano Escar. Entre la lista de incunables españoles está el Libro del Antichristo, aunque sin mencionar localización alguna. ¿Se imaginan ustedes un listado bibliográfico de esta naturaleza en nuestra época en El País, el ABC o cualquier otro periódico de tirada nacional? Sería interesante rastrear la ciencia bibliográfica en la prensa de ciertos años y reflexionar sobre el peso que ocupaba entre los intelectuales de la época. Pero continúo.
El siguiente hito en el camino bibliográfico del Antichristo es la obra de Haebler, en 1903, de la que ya he hablado con anterioridad en Folio Complutense (Haebler 16). Muy próxima en el tiempo se publicó otra obra esencial para el conocimiento de nuestro ejemplar perdido, cuya omisión por mi parte en aquella ocasión es imperdonable. Se trata de la Bibliografía zaragozana del siglo XV, publicada anónimamente por Juan Manuel Sánchez Fernández, en 1908. El número 56 de su repertorio lo dedica Sánchez a nuestro ejemplar, considerado todavía como el único ejemplar completo conservado en el mundo y del que ofrece noticias interesantes, como la falta del folio XXXIIII o la reproducción de uno de sus folios, la única procedente con toda seguridad del ejemplar de la Biblioteca de San Isidro de Madrid y que hemos querido recuperar cien años después para Folio Complutense. Dice, además, Sánchez que "también hizo la descripción bibliográfica de esta obra el bibliotecario de S. Isidro, D. Gabriel Alarcón, quien la publicó en uno de los periódicos de esta Corte". Con tan pocos datos, no he conseguido todavía dar con dicho artículo por lo que, si alguno de mis lectores lo conocen o se topan con él, les agradecería mucho que me lo comentasen.
El resto de las noticias bibliográficas sobre nuestro ejemplar ya las he recogido: GW en 1925, Kurz en 1931 o Vindel en 1949 que es quien certifica su desaparición ("destrucción" dice él). Desde esa fecha, todavía El libro del Antichristo hace alguna incursión en distintos repertorios bibliográficos, como es el caso ya explicado del Catálogo Colectivo Provisional de Incunables. Pero estas apariciones no responden sino a un trabajo bibliográfico alejado de la sana práctica del cotejo directo del ejemplar por lo que no deben ser tenidos en cuenta. Sólo en un caso nos queda la duda.
Federico Carlos Sáinz de Robles, en su obra La imprenta y el libro en la España del siglo XV, publicada en 1973, vuelve a mencionar el ejemplar de la "Biblioteca de Filosofía y Letras". El propio Sáinz de Robles cuenta en una nota introductoria a su libro que lo escribió en Madrid en el año 1938, con el intento de que le sirviera de tesis doctoral después de la guerra. Lo más sorprendente de esta nota es que alguien, en el Madrid sitiado de la guerra, se dedicara a escribir sobre incunables, máxime cuando algunos de los que hablaba estaban siendo destruidos en la misma ciudad. Lo más probable es que se sirviera de notas tomadas con anterioridad y de algunos repertorios que tuviera a su alcance pero, ¿y si llegó a ver la obra directamente en esos días? ¿Existía el incunable todavía? Es altamente improbable pero no imposible.
Con esto termino. Poco más se puede decir del ejemplar que un día perteneció a la Biblioteca de la Universidad de Madrid del Libro del Antichristo (Zaragoza, Pablo Hurus, 1496). Una lamentable pérdida.
Posdata 1) Todavía hace unos días el corazón me dio un vuelco cuando en un repertorio "descubrí" (término que significa sólo que no lo había consultado antes) la existencia de otro ejemplar, hasta ahora para mi desconocido, del Libro del Antichristo. En la base de datos de Philobiblon, con el número BETA 2278, además del ejemplar completo de Nueva York y de los incompletos de la British Library y del Escorial, se mencionaba la existencia de un ejemplar en una biblioteca privada de Sevilla, a nombre de Ángel Camacho Baños. Este registro llegó a Philobiblon procedente del repertorio Bibliography of old Spanish Texts, que en su tercera edición de 1984 lo incluía por primera vez. Gracias a la obra de Patricia Claire Fagan pude entender la referencia. Al parecer, un erudito llamado Manuel Justiniano escribió en el Archivo Hispalense (desconozco el año) una nota sobre el descubrimiento de un incunable desconocido en la biblioteca privada del bibliófilo sevillano Ángel Camacho Baños, que resultó ser la segunda parte de la obra que estamos comentando, es decir, la epístola de Rabbi Samuel impresa por Hurus. Le faltaba, pues, la primera parte y la más interesante, el Libro del Antichristo. El cómo habían llegado a dicha biblioteca privada estos folios sueltos no lo sabemos. Y será difícil saberlo. Por lo que hemos podido averiguar, Ángel Camacho Baños murió en el año 1957 y desconocemos qué fue de su biblioteca personal, si fue vendida, pasó a manos de sus herederos o, en fin, qué fue de ella. Si alguien tuviese alguna información, agradeceríamos mucho que nos diera la oportunidad de examinar este ejemplar.
Posdata 2) Agradecemos al ISTC que haya incluido en las localizaciones del Libro del Antichristo (ISTC ia00770000) referencia a nuestro ejemplar destruido (o desaparecido). Ya hemos subrayado en diversos foros la importancia de dar a conocer el patrimonio bibliográfico perdido. Recuperar su memoria es lo único que podemos hacer.
Posdata 3) Una anécdota final. Gracias a Patricia Claire Fagan he conocido la insólita historia del otro ejemplar conocido que se conserva completo, el de la New York Public Library. Al parecer, ingresó en dicha biblioteca procedente de la Lenox Library. James Lenox compró su ejemplar del Libro del Antichristo en la venta, en 1850, de la famosa biblioteca del bibliopirata Count Guglielmo Libri quien, tras ser nombrado responsable de las bibliotecas de Francia, se apoderó de más de 30.000 valiosos ejemplares de las bibliotecas que custodiaba. Sin comentarios.
Posdata 4) Para que quede completa (espero) toda la relación de repertorios sobre esta obra deberíamos añadir los siguientes: BMC, X, 29 (para el ejemplar de la British Library), Goff A-770 (para el ejemplar de Nueva York), Salvá 3991 (para un ejemplar incompleto con la epístola de Rabi Samuel, ¿quizás la que después pasó a Ángel Camacho?) y sobre el ejemplar del Escorial creo que volveré otro día..."
Fig. 3. Antichristo cayendo, Libro del Antichristo (Zaragoza, Hurus, 1496). New York Public Library
Referencias
Las referencias incluidas en la nota anterior publicada en Folio Complutense se completan con las siguientes (la ordenación es cronológica, por fecha de publicación):
- Ludwig Hain, Repertorium bibliographicum in quo libris omnes ab arte typographica inventa usque ad annum MD. typis expressi ordine alphabetico vel simpliciter enumerantur vel adcuratius recensentur, Sturgatiae & Lutetia Parisiorum, 1826-1838.
- Gerónimo Borao, La imprenta en Zaragoza, con noticias preliminares sobre la imprenta en general, Zaragoza, Imprenta y librería de Vicente Andrés, 1860.
- Mariano Escar, "La imprenta en España", en El Liberal, 30 de octubre de 1900.
- Juan Manuel Sánchez Fernández, Bibliografía zaragozana del siglo XV, por un bibliófilo aragonés, Madrid, Imp. alemana, 1908.
- Federico Carlos Sáinz de Robles, La imprenta y el libro en la España del siglo XV, Madrid, Vassallo de Mumbert, 1973.
- Bibliography of old Spanish Text, 3rd. ed., Madison, Hispanic Seminar of Medieval Studies, 1984.
- François Gilbert (ed), Martín Martínez de Ampiés, Libro de Anticristo, Declaración... del sermón de San Vicente (1496), Pamplona, Ediciones Universidad de Navarra, 1999.
- José Guadalajara, Las profecías del Anticristo en la Edad Media, Madrid, Gredos, 1996.
- Patricia Claire Fagán, "A critical Edition of Martin Martinez Dampies`s "Libro del Antichristo", Zaragoza, 1496 (Januayry 1, 2001). Boston College Dissertations and Theses. Paper AAI3048302. http://escholarship.bc.edu/dissertations/AAI3048302.