La Biblioteca Patrimonial del Centro Cultural Irlandés conserva obras que datan desde los inicios de la imprenta, en el siglo XV, hasta la actualidad. A través de una aproximación arqueológica al libro, esta exposición revela los secretos de nuestra colección.

Desde el examen de la tipografía y las estampas hasta la encuadernación y las marcas de uso, esta exposición virtual muestra, cómo las pistas escondidas en un volumen nos permiten reconstruir la vida del libro a lo largo de los siglos...

La arqueología del libro.

Los libros suelen considerarse como simples cajas en las que se presentan textos o colecciones de imágenes. Así aparecen en los catálogos y así se digitalizan... pero cada volumen, como cualquier objeto antiguo, también puede verse como un artefacto arqueológico.

Esto es tanto más cierto cuanto que el libro no es un objeto inmutable: a lo largo de los siglos, cambia de forma y de naturaleza. Los talleres que lo imprimen y luego los encuadernadores que dan forma a los volúmenes utilizan técnicas y herramientas que evolucionan. Lo decoramos y nos apropiamos de forma diferente según cada época y según los gustos de cada persona.

Cada elemento puede estudiarse para permitirnos comprender cómo, cuándo y quién fue elaborado... pero también cómo fue leído, conservado y apreciado por las sucesivas generaciones de propietarios y lectores.

Paradójicamente, estos aspectos han quedado oscurecidos por su contenido y ya es hora de aprender a leer las pistas y descubrir los secretos de cada volumen.

La vida del libro.

Cada libro tiene así su propia existencia, una verdadera aventura durante la cual ha tenido que escapar de los embates del tiempo y de los lectores descuidados. Podemos reconstruir la vida tumultuosa de los volúmenes interpretando las pistas que nos hablan de su creación, sus múltiples transformaciones y la forma en que fueron utilizados y leídos.

Los textos que contienen nos hablan de los autores que los escribieron, los impresores que los produjeron y los libreros que los publicaron. Las anotaciones y ex libris manuscritos o pegados nos aportan detalles sobre sus propietarios.

Vayamos más allá de las palabras. Examinemos la tipografía, las decoraciones e ilustraciones, los hábitos de los talleres que nos proporcionan información valiosa sobre su nacimiento. Veamos cómo el subrayado, la suciedad, los marcapáginas, pero también la encuadernación de cada ejemplar, nos permiten reconstruir cómo lo utilizaron generaciones de mujeres y hombres.

Estos detalles que pueden parecer silenciosos rápidamente se vuelven reveladores. Al identificar y reubicar cada capa de nueva información, podemos, como un arqueólogo durante una excavación, analizar las sucesivas capas de interacciones y arrojar nueva luz sobre este extraordinario objeto.

EXPOSICIÓN VIRTUAL