Escritora, profesora, traductora, ... Dolores Franco Manera (1912-1977) es, como muchas mujeres de su generación, más conocida por su matrimonio que por su actividad intelectual. Nacida en Madrid solo dos años después de que se aprobara la Real Orden que autorizaba a las mujeres a matricularse en la universidad en las mismas condiciones que los hombres, comenzó sus estudios en el colegio de San Luis de los Franceses de la capital, para posteriormente cursar el bachillerato de letras en el Instituto Cardenal Cisneros. En 1931 ingresa en la Universidad madrileña, donde obtiene la licenciatura en Filosofía y Letras poco antes del comienzo de la Guerra Civil. En 1941 contrae matrimonio con Julián Marías, su compañero de facultad, con quien tuvo cinco hijos.
El veto impuesto a Marías por las instituciones oficiales durante el franquismo le condujo a vivir de sus publicaciones, traducciones y clases, tareas en las que la colaboración de Lolita resultó decisiva, como él mismo afirma en sus memorias. Buena prueba de ello es que la más conocida y reeditada de las obras del pensador, Historia de la Filosofía (1941), se arma sobre las notas tomadas por Dolores Franco en un curso impartido por Marías en la Residencia de Señoritas.
Sus comienzos como profesora de lengua y literatura en dos colegios madrileños, San Luis de los Franceses y los Sagrados Corazones de Fuencarral, darían paso más tarde a las clases en la academia Aula Nueva, centro para la preparación del Examen de Estado, fundado por el matrimonio Marías y un grupo de amigos y colegas, entre los que se encontraban los hijos de Ortega y Gasset, Soledad y José. Lolita acompañó a su marido en sus estancias como profesor en distintas universidades estadounidenses, durante las cuales el matrimonio impartió clases y charlas en su hogar a los alumnos interesados.
También resulta muy reseñable su participación en los cursos de Estudios Hispánicos para Estudiantes Extranjeros que organizó el Centro de Estudios Sorianos durante varios veranos de la década de los setenta en la capital castellana. De su actividad en estos cursos comenta Helio Carpintero:
Su participación fue esencial. Sus clases eran modelo de claridad. Al mismo tiempo, era ejemplar compañera del alumnado, asistiendo a las clases de los demás profesores, aclarando luego conceptos no entendidos y ofreciendo sus perfectos cuadernos de apuntes. Enseñar y aprender fueron siempre su gozo y su ilusión. Y ayudar y orientar, su constante voluntad.
En 1944 publica La preocupación de España en su literatura, su única obra en solitario. Según las propias palabras de Marías el proyecto de Lolita había ido madurando lentamente, desde los ya lejanos cursos de Pedro Salinas en la Facultad: hacer una antología comentada de aquellos textos literarios españoles cuyo tema era la preocupación nacional, la pregunta por la realidad, los problemas, el destino de España. La obra gozó de una buena acogida entre las figuras capitales de la vida intelectual española del momento, se agotó pronto y se reimprimió años después.
Además, Dolores Franco destaca en el ámbito de la traducción, aunque haya quedado escasa constancia "oficial" de esta actividad. Cabe señalar la obra De Córcega a Santa Elena (escritos y discursos), una recopilación de cartas y otros documentos escritos por Napoleón Bonaparte traducidos por ella, a los que añade un prólogo y una serie de breves introducciones, publicada por la editorial Pegaso en 1941.
Entre su legado podemos citar también una gran producción epistolar. Muchas de las amistades y relaciones que el matrimonio estableció desde sus años de facultad perdurarán en el tiempo. En la correspondencia de Lolita encontramos cartas de multitud de personajes reseñables de la cultura española de las décadas centrales del siglo XX, interesados tanto por su actividad profesional, como por su vida personal; entre ellos, varios nombres de mujer: Rosa Chacel, María Luisa Oliveros Rives, María Rosa Alonso Rodríguez, María Josefa Canellada Llavona, María Zambrano, Carmen Castro Madinaveitia, Sonsoles de Icaza...
En definitiva, la valía intelectual de Dolores Franco y sus aportaciones a la obra de su marido son indudables; su peso en la vida familiar y en su círculo de amistades queda resumido en las siguientes palabras del escritor: "yo hacía libros, estilo, literatura, doctrina; ella hacía personas".
Quizás una forma interesante de acercarnos a su figura sea a través de la exposición El vuelo del Alción: el fondo personal de Julián Marías en la Universidad Complutense . Aunque dedicada fundamentalmente a la trayectoria y la obra del pensador, es constante la presencia de Lolita. En cada vitrina podemos observar como Dolores y Julián, al igual que los protagonistas del mito griego de Alcione, compartieron una vida intensa y muy fértil afectiva e intelectualmente, a pesar de los rigores del tiempo que les tocó vivir.