La Bibliothèque nationale de France (BnF) abre al público "Apocalypse: Hier et demain", la primera gran exposición dedicada al fin de los tiempos, que puede visitarse hasta el 8 de junio de 2025.
El apocalipsis, una palabra oscura y aterradora que nos habla del fin del mundo a lo largo de los dos mil años de nuestra cultura occidental cuando ocurre una gran catástrofe. Y sin embargo... esta palabra también significa revelación. En su fuente bíblica, el Apocalipsis habla de un velo que se levanta sobre el reino eterno que reunirá a los creyentes en la Jerusalén celestial. ¿Una palabra que trae esperanza, diseñada para frustrar nuestros miedos más profundos?.
Desde la Edad Media hasta nuestros días, la exposición cruza este imaginario mostrando algunos de los manuscritos más prestigiosos del Apocalipsis de Juan, fragmentos raramente presentados de los famosos tapices de Angers o la famosa serie de grabados de Durero. Entre las 300 piezas de la muestra encontramos también numerosas obras maestras, pinturas, esculturas, fotografías, instalaciones, libros raros, extractos de películas, procedentes de las colecciones de la Biblioteca así como de las más importantes colecciones francesas y europeas, públicas y privadas (Centro Pompidou, Museo de Orsay, Museo Británico, Museo de Victoria y Alberto, etc.).
La primera sección de la exposición "El Libro del Apocalipsis" sumerge al espectador en el Apocalipsis de Juan, el texto apocalíptico más famoso de Occidente. Es el último libro del Nuevo Testamento (en inglés conocido también como Libro de las Revelaciones). El autor es Juan, y los expertos debaten desde hace siglos si es Juan Evangelista, es decir, uno de los santos apóstoles. En todo caso, Juan tuvo sus visiones sobre el fin del mundo en la isla griega de Patmos, y los escribió para advertir a la Humanidad. Ofrece claves para interpretar las representaciones vinculadas a los diferentes episodios que lo componen, desde los siete sellos hasta el Juicio Final, destacando el significado original de la historia: el significado positivo de una revelación más que de un final trágico.
Le acompañan otros manuscritos iluminados extravagantes y obras importantes (pinturas, esculturas, dibujos, vidrieras y tapices) que dan testimonio de la importancia y difusión de este texto y su iconografía en laEdad Media, al tiempo que muestran cómo esta imaginación se consolidó y continúa influyendo en nuestro tiempo.
En esta parte se pueden admirar también las iluminaciones del "Beatus de Saint-Sever", un libro del siglo XI en la Gascuña (sureste de Francia), a partir de los "Comentarios al Apocalipsis" del Béato de Liébana, obra de un monje español tres siglos antes, que tuvo una gran influencia durante toda la Edad Media.
La segunda parte de la muestra, titulada "La época de los desastres", está dedicada a la suerte del apocalipsis en las artes. Grabados del maestro alemán Albrecht Durero (siglo XVI), los desastres de la guerra de Goya, etc... En esta parte, se recuerda que el texto dio origen a obras que se encuentran entre las obras maestras de la historia del arte, ilustrando así la fascinación tenaz y persistente de los artistas -y, a través de ellos, de la humanidad- por esta historia que mezcla las plagas y el fin de los tiempos con la esperanza y la expectativa de un mundo nuevo.
Lejos de limitarse a una visión catastrofista del apocalipsis, transmitida por el género postapocalíptico de la literatura, el cine y el cómic, la exposición concede un gran lugar a "El día después". Esta sección presenta un conjunto de obras contemporáneas, algunas de ellas monumentales (Otobong Nkanga, Abdelkader Benchamma, etc.), que esbozan este "Día Después", marcado por la "ira" divina o la de los elementos. Es en torno a este "Día después" donde se construyen las ficciones y representaciones más inventivas que, en cierto modo, se mantienen fieles al apocalipsis, en al concebir la catástrofe como el preludio de un nuevo orden mundial.