En nuestra biblioteca de referencia, aparte de un puñado de obras de consulta habitual, hay muchos libros dormidos que, bajo títulos tan poco atractivos como suelen tener los repertorios bibliográficos, esconden un gran interés. Uno de ellos es "Las reediciones de obras de erudición de los siglos XVI y XVII durante el siglo XVIII español: estudio realizado a partir de los fondos antiguos de la Biblioteca Nacional, de las Hemerotecas Municipal y Nacional de Madrid" de Antonio Juárez Medina. [Seguir leyendo]
Se trata de su tesis doctoral, presentada en la Universidad de Bamberg en 1986 y publicada por la prestigiosa editorial académica Peter Lang en 1988. De la sola lectura del título echamos de menos que no haya acudido al rico fondo histórico de la Biblioteca de la Universidad Complutense. Pero también es fácil comprender que la dispersión por distintas bibliotecas de facultad en la que se hallaba en aquellos años debió desanimar a este investigador residente en Alemania. De haber realizado su tesis 15 años más tarde, habría incluido en su repertorio las reediciones existentes en los fondos de la recién creada Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense. Esta obra repertoria un total de 402 reediciones de obras de historia y geografía, política y economía, derecho, humanidades, ciencias y técnicas, historia religiosa, teología, oratoria, mística y ascética, por lo cual se ciñe muy bien al perfil de nuestros fondos, donde las obras de creación literaria tienen una presencia menor.
Son reediciones realizadas en un contexto y con una intención diferente a los de la publicación primera, reflejados muy bien en el prólogo de las mismas, que nos hablan del ambiente cultural del siglo XVIII español. Con su estudio, este libro trata de ahondar, en definitiva, en los orígenes del movimiento de la Ilustración en España, poniendo de manifiesto la importancia del sustrato cultural propio, frente a la teoría corrientemente admitida, según la cual la Ilustración en nuestro país bebe enteramente de las fuentes francesas. Esta presencia de la tradición española se aprecia en diversos inventarios de las biblioteca de ilustrados españoles, en los que el número de obras extranjeras está en equilibrio respecto a las de autores españoles, en su mayoría de los siglos XVI y XVII reeditados.
Destaca el elevado número de las reediciones de obras históricas y de materias relacionadas (política, economía y jurisprudencia), que tiene mucho que ver con la importancia de los estudios históricos en el dieciocho español, y su determinante contribución a la renovación del pensamiento, de la cultura y de la sociedad. Conocida es la contribución de la historia a la formación de la mentalidad burguesa. El autor considera que el fenómeno de las reediciones, tomándolas en su globalidad, con independencia del género al que correspondan, está relacionado con el interés primordial que los protagonistas del setecientos conceden a la historia. Esta perspectiva historicista es a la vez reformadora, y de acuerdo con ella, se confiere una nueva interpretación a los estudios antiguos.
Una de las obras más reeditada fue la Historia General de España del jesuita Juan de Mariana. Leyendo la extensa lista de suscriptores de la reedición de Valencia de 1783, de Benito de Monfort, se advierte el predominio de los individuos de clase media, laica o eclesiástica. La actitud crítica de este autor fue la que le valió una admiración generalizada. Es conocida su postura de reconocimiento del derecho a la insurrección contra el tirano.
Los lectores de las reediciones de obras de historia produjeron una nueva interpretación liberal de la historia, de modo que la literatura histórica y política reeditada se convierte en un importante vehículo de transformación, prerrevolucionario, de la mentalidad del siglo de la Ilustración. En definitiva, el libro de Antonio Juárez va más allá del repertorio bibliográfico, e incluso puede decirse que, bajo los rígidos márgenes metodológicos propios de una tesis doctoral, late un tono apasionado que hace amena su lectura.