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“Hortus Indicus Malabaricus” y una pequeña historia de la botánica europea

Alberto Morcillo Ortega - 28 de Mayo de 2010 a las 15:54

Fotografía Frontispicio Hortus Indicus Malabaricus

Recientemente he catalogado una obra que ha llamado mi atención. Se trata del "Hortus Indicus Malabaricus, continens regni Malabarici apud Indos celeberrimi omnis generis plantas rariores,...", del autor holandés Hendrik Adriaan van Reede tot Drakenstein (1636-1691), [BH FG 3529; BH MED 2688-2699]. La obra fue publicada en doce volúmenes con tamaño de gran folio, con detalladas ilustraciones calcográficas a doble página, en donde se describen y clasifican plantas de 740 especies tropicales de la costa Malabar en la India. Resumo aquí la abundante información que he encontrado en una interesante obra de referencia acerca del autor, escrita en 1986 por el también holandés Johannes Heniger: "Hendrik Adriaan van Reede tot Drakenstein, 1636-1691, and Hortus Malabaricus: A contribution to the history of Dutch colonial botany", publicada en Rotterdam por A. A. Balkema. [Seguir leyendo]

 

Hortus Indicus Malabaricus fue publicada por primera vez en Ámsterdam entre 1678 y 1703, y tiene un lugar importante dentro de la historia de la botánica, por ser la primera en describir y clasificar metódicamente la flora de un área determinada del continente asiático. Aunque estaban los precedentes de los médicos portugueses García da Orta (ca. 1500-1568) y Cristóbal Acosta (ca. 1525-1594), cuya obra: Tractado de las drogas y medicinas de las Indias Orientales (Burgos, 1578), [BH FG 3372; BH FLL 20210; BH FOA 2779; BH MED 891-892-893], fue la primera descripción de plantas asiáticas publicada en Europa, la extensión y profundidad del Hortus Indicus Malabaricus no tiene precedentes.

 

Hortus Malabaricus, como se la conoce de forma más común, está considerada como una de las más antiguas fuentes de los conocimientos botánicos y médicos de la India del siglo XVII, debido a que los nombres de todas las plantas aparecen en la lengua malayalam, además de otras lenguas como el sánscrito y el árabe. Sus comentarios revelan las propiedades medicinales conocidas en aquella época, y como se aplicaban como remedios entre los habitantes de la región. Entre los colaboradores que trabajaron con Van Reede se cuentan prestigiosos sacerdotes-médicos de la India como Itti Achudem, Apu Botto, Ranga Botto y Vinaique Pandito, que aportaron la información heredada de los antiguos manuscritos Ayurvédicos.

 

Van Reede hizo carrera como empleado de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. Se embarcó con veinte años rumbo al Cabo de Buena Esperanza donde comenzó su afición a  la botánica. Pero fue durante su empleo de comandante de Malabar (el actual estado de Kerala, en la costa suroeste de la India) durante los años de 1670-1677, cuando organizó detalladas descripciones e ilustraciones de gran tamaño de las plantas tropicales, con la ayuda de botánicos, médicos e intérpretes, indios y europeos. El núcleo principal de la obra fue establecido en los años 1674 y 1675, como nos relata Van Reede en el prefacio del volumen 1º, gracias a la ayuda del napolitano Pietro Foglia (1617-1691), carmelita descalzo más conocido como Matthaeus de Santos Josephus, que fue el  principal colaborador y cofundador de la obra. Este fraile italiano que tenía estudios de medicina, tenía ya una gran experiencia en la descripción y el dibujo de las plantas medicinales que él había encontrado en sus anteriores viajes por Oriente. Anteriormente Matthaeus de Santos Josephus había compuesto un manuscrito ilustrado llamado Viridarium Orientale (Mss. 1764 conservado en el Museo de Historia Natural de París) que contiene descripciones y dibujos de la flora de Chipre, Palestina, Líbano, Siria, Persia, Mozambique, India y Ceilán. Su encuentro en el fuerte de Cochin fue providencial, pues el interés de ambos por recolectar, describir, clasificar, y dibujar la abundante y exótica flora de la costa Malabar, aumentó en intensidad, y la consecuencia fue que se pusieran a trabajar con un equipo de personas dirigido por Van Reede (en esa época con el empleo de comandante de Malabar), tanto médicos y soldados al servicio de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, como intérpretes portugueses. Las buenas relaciones de Van Reede con el Rey de Cochin y con el Zamorin de Calicut, hizo que éstos pusieran a su disposición el detallado conocimiento de las plantas con propiedades medicinales que tenían los escolares brahmanes.

 

Entre los empleados de la compañía que colaboraron estrechamente en la creación de la obra, cabe destacar al clérigo de Cochín, Johannes Casearius (ca.1640-1677), que escribió la versión latina del manuscrito. También el botánico holandés Paul Hermann (1646-1695), que se encontraba en Ceilán entre 1672 y 1680, visitó Cochin en 1674 y sugirió algunos consejos a Van Reede sobre la revisión del plan original de la obra. Paul Hermann recolectó un herbario de Ceilán, que junto a una gran colección de curiosidades naturales, fue más tarde en su regreso a Leiden la base de sus obras Musaeum Zeylanicum y Museum Indicum. Más tarde Johannes Burman, (1706-1779), que era profesor de botánica y director del Jardín Botánico Municipal de Ámsterdam, fue el primer autor que comparó explícitamente la flora de Ceilán con el Hortus Malabaricus, en su obra Thesaurus Zeylanicus (Amsterdam,1737), [BH FG 2975; BH DER 15133; BH FOA 3750; BH MED 6024].

Hortus Indicus Malabaricus 

 

Las remesas de plantas exóticas recolectadas por Van Reede y compañía, fueron enviadas a Arnold Syen (1640-1678), profesor de botánica y director del Jardín Botánico de Leiden, junto a los manuscritos y los dibujos para su edición científica y su publicación. Para la interpretación y la nomenclatura de las plantas de Malabar, Syen usó el método de compararlas con las plantas conocidas de Europa y tratar de asociar las plantas con la literatura existente en botánica y botánica medicinal. Se ha podido comprobar que se basó en la obra de Caspar Bauhin titulada Pinax publicada en 1623, [BH MED 2566]. Arnold Syen falleció en 1678, después de publicados los dos primeros volúmenes, y entonces Van Reede encargó a Jan Commelin (1629-1692) de Ámsterdam, la publicación de la continuación de la obra y su estudio científico. Jan Commelin utilizó los mismos criterios de clasificación que Syen, basados en los estudios de Caspar Bauhin, pero tuvo una visión más amplia que su predecesor al comparar las plantas del Hortus Malabaricus con otras plantas americanas similares. También se puede comprobar que utilizó el nuevo método del botánico inglés John Ray (1627-1705): Methodus Plantarum Nova (1682), [BH MED 2769] para la clasificación y nomenclatura de las nuevas plantas. Caspar Commelin (1667-1731) sobrino de Jan, de profesión científico, publica en 1696 Flora Malabarica, [BH MED 2114], un índice alfabético de todos los volúmenes del Hortus Malabaricus. El índice es una compilación de todos los sinónimos que habían sido publicados desde 1678.

 

La botánica europea moderna nació en los siglos XV y XVI, cuando fueron publicadas ediciones críticas de las obras de los autores clásicos Teofrasto, Dioscórides y Plinio. El alto interés de la gran cantidad de comentaristas de las obras Historia Plantarum y De Causis Plantarum de Teofrasto, de la Historia Naturalis de Plinio, y sobre todo de la obra De Materia Medica de Dioscórides, hizo posible el desarrollo de nuevos métodos y criterios para la descripción e identificación de las plantas, elevando a la botánica a la categoría de disciplina independiente de las ciencias médicas, de la horticultura o de la agricultura. Una de las primeras tareas que emprendieron los botánicos de estos siglos fue la de identificar las plantas medicinales citadas por los autores antiguos como Dioscórides o Teofrasto. En muchas ocasiones dicha labor fue infructuosa, tanto porque las descripciones de los autores antiguos no permitían identificar con seguridad las plantas, o bien porque las especies descritas por los médicos antiguos no crecían en países del occidente europeo. El afán de describir las plantas nuevas hizo aumentar incesantemente el número de especies conocidas, y trajo como consecuencia la necesidad de ordenar la gran diversidad de formas vegetales, y de nombrar las nuevas especies que se iban conociendo. Este incremento del número de especies conocidas, hizo posible por ejemplo, que de las 6.000 especies descritas por Caspar Bauhin en 1623, se pasara a las 18.000 citadas por John Ray en 1682. Los primeros botánicos de este periodo, que en su mayoría fueron médicos, se dedicaron principalmente a describir las plantas medicinales que crecían silvestres en sus propios países y de esta manera se fueron desligando de los autores clásicos, llegando a realizar una obra original. A esta labor de conocer y describir las plantas de sus propios países comparándolas con las que aparecían en los tratados antiguos estuvieron dedicados principalmente los botánicos del siglo XVI. El siglo XVII está marcado por la proliferación de los sistemas de clasificación artificial, cuyo desarrollo se prolongó la primera mitad del siglo XVIII. Paralelamente al esfuerzo de los botánicos para desarrollar el mejor método posible de clasificación, se observa la evolución del procedimiento más adecuado para nombrar las plantas sin el cual no es posible la clasificación.

 

El desarrollo de la navegación y el descubrimiento de nuevas rutas hacia África, Asia y América, causaron el que una gran cantidad de plantas desconocidas entraran en Europa, revelando como insuficiente los antiguos métodos de clasificación y descripción de plantas derivados de Dioscórides, Teofrasto y Plinio, siendo el italiano Andrea Cesalpino (1519-1603), el francés Charles de L'Ecluse (1525-1609) y los hermanos suizos Jean y Caspar Bauhin (1541-1613 y 1560-1624), los primeros en desarrollar nuevos métodos científicos para la descripción de las plantas, que fueron posteriormente completados con los estudios del inglés John Ray (1627-1705) y del sueco Carl von Linné (1707-1778). El médico y botánico italiano Andrea Cesalpino (ca.1524-1603) con su obra De plantis libri XVI (Florencia, 1583) [BH FLL 20638; BH MED 270], es considerado como el primer ensayo de una clasificación metódica de los vegetales. En ella desarrolla un método o sistema artificial de clasificación, que se basa en criterios o consideraciones de orden teórico y de inspiración esencialmente aristotélica, en el que las divisiones principales se basaban en el tipo de tallo. Por eso dividió primeramente los vegetales en árboles y arbustos por un lado, cuyo tallo está provisto de materia leñosa, y plantas herbáceas por otro. La semilla fue usada para establecer las divisiones secundarias.

 

Hortus Indicus Malabaricus

En los siglos XVII y XVIII la República Holandesa representó un importante papel en Europa en el estudio de la botánica. Representantes de todos los estratos de la sociedad holandesa contribuyeron al florecimiento de la ciencia botánica, tanto en Europa, como en territorios de África, Asia y América. Tanto botánicos profesionales, profesores de botánica, directores de jardines botánicos, médicos, cirujanos, químicos, etc., como soldados, marineros y comerciantes, todos fueron aficionados al cultivo, descripción y clasificación de plantas. Editores, pintores, grabadores, traductores y correctores colaboraron estrechamente en los bien equipados talleres de imprenta, para publicar esplendidas obras ilustradas que todavía constituyen un clímax en la historia de la literatura botánica. Jardines botánicos muy bien provistos, museos de curiosidades naturales y grandes bibliotecas, contribuyeron al estudio de gran cantidad de material convirtiendo este país en un paraíso vegetal, como señalaba Paul Hermann (1646-1695) en su obra Paradisus Batavus, impresa en Leiden por Abraham Elzevier en 1698, [BH MED 2249]. Así fue como atraído por la fama de la botánica holandesa, el joven Carl von Linné (1707-1778) pasó desde 1735 a 1738 completando su aprendizaje en este país. Visitó los jardines botánicos de Amsterdam y Leiden, así como jardines privados como el del banquero de Amsterdam George Clifford (1685-1765) y su gran biblioteca. Ayudó a Johannes Burman (1706-1779) en la preparación del Thesaurus Zeylanicus, publicado en Ámsterdam en 1737, [BH MED 6024; BH FOA 3750; BH DER 15133; BH FG 2975], y se basó en esta obra en Flora Zeylanica (1747), [BH FOA 3854], Hortus Upsaliensis (1748), [BH FOA 3897(1)], y Species plantarum (1753), [BH FOA 3895 (T.1); BH FOA 3896 (T.2)], esta última  especialmente clave en la historia de la taxonomía.

 

Bibliografía

  • Heniger, Johannes. Hendrik Adriaan van Reede tot Drakenstein, 1636-1691, and Hortus Malabaricus: A contribution to the history of Dutch colonial botany. Rotterdam: A. A. Balkema, 1986
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Comentarios - 1

chia espana

1
chia espana - 9-06-2015 - 14:46:34h

realmente apasionante ! graciss


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