El Departamento de Conservación y Restauración de esta biblioteca, recibió una solicitud de colaboración con el Instituto San Isidro. Se trataba de realizar una visita a nuestro taller con el fin de adquirir información y conocimientos prácticos para la fabricación de cajas de conservación a medida para los libros de su patrimonio. Posteriormente, la información será transmitida a los alumnos de Bachillerato Artístico del centro que colaborarán en la fabricación de cajas de protección para sus fondos históricos. [Seguir leyendo]
El IES San Isidro de Madrid (antiguo colegio imperial y Reales Estudios de San Isidro) está situado en el castizo Madrid de los Austrias y forma parte de un grupo de unos 60 Institutos españoles denominados Institutos Históricos cuyo germen fue el Plan Pidal de 1845 que creó un instituto de segunda enseñanza en cada provincia, salvo en la capital donde se crean dos : el Instituto de San Isidro y el Instituto del Cardenal Cisneros.
Por mandato de la ley Moyano, en 1857, las instituciones de educación secundaria han de contar con: Biblioteca, Gabinete de Historia Natural, Jardín Botánico, Laboratorio de Física, Laboratorio de Química, Laboratorio de Fisiología e Higiene y de Agricultura y materiales especiales para las asignaturas que exigen demostraciones y prácticas, es decir, Geografía e Historia, Matemáticas y Dibujo Lineal y de Adorno[1]. Por ello, estos institutos cuentan hoy dia con un Patrimonio Bibliográfico y documental notable y con gran cantidad de objetos pedagógicos históricos que, en algunos casos como en el del Museo de San Isidro, ha dado lugar a Museos para la difusión de este material. La preocupación por la preservación de este patrimonio ha sido el origen de la Asociación Nacional para la defensa del Patrimonio de los Institutos Históricos, y es motivo de Jornadas de Trabajo anuales, la última celebrada en noviembre de 2011 en Madrid, bajo el lema: "Los institutos históricos: memoria y patrimonio".
La visita se efectuó el pasado 30 de enero. Agustín Ramos, nuestro experto encuadernador, realizó una demostración práctica de fabricación de una caja y se ofreció a visitar el instituto para impartir una clase a los alumnos. Previamente, los asistentes fueron informados sobre los contenidos existentes en el espacio Web del Departamento, especialmente la Plantilla para la fabricación de cajas, herramienta de gran ayuda para agilizar la producción, ya que introduciendo las medidas de cada libro, se calculan las marcas necesarias para realizar los pliegues en su lugar correcto para la confección del contenedor. También tomaron nota del material necesario y de las especificaciones del cartón adecuado. La preocupación de los profesores por la conservación del Patrimonio Bibliográfico de este Instituto es digna de elogio y les deseamos suerte para el desarrollo de este proyecto.
[1] Carmen Rodríguez Guerrero. Buenas prácticas para la conservación del patrimonio histórico de las instituciones educativas