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Quinientos años del hebreo de Alcalá

Jesús de Prado Plumed 27 de Julio de 2012 a las 10:08 h

 "Mas por esto no se deuia de tener los exemplares antiguos en menos. Antes las librerias prinçipales deuian estar proueydas de libros de mano en todas lenguas, porque estos les dan nombre, fama y estima" [Juan Páez de Castro (que fue alumno de Alfonso de Zamora en Alcalá) a Mateo Vázquez, secretario de Felipe II, 10 de abril de 1568 (ms. Escorial, &-II-15, f. 264v)]. Los dioses de la erudición escriben a veces derecho con renglones torcidos. Así ocurre en el caso de lo que podría ser una conmemoración de hondo calado para la antigua universidad cisneriana de Alcalá de Henares, antecesora patrimonial de las colecciones librarias conservadas hoy en la Biblioteca Histórica "Marqués de Valdecilla" de la Complutense de Madrid. [Seguir leyendo]

 

A principios del siglo xx, en la benemérita Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, el historiador Antonio de la Torre y del Cerro, maestro entre otros de Jaume Vicens Vives, publicó una serie de artículos sobre la universidad cisneriana bajo el título sucesivo de "La Universidad de Alcalá: datos para su historia. Cátedras y catedráticos desde la inauguración del Colegio de San Ildefonso hasta San Lucas de 1519". La fiesta de San Lucas, el 18 de octubre, marcaba cada año el principio del curso universitario alcalaíno y el colegio de San Ildefonso, como aún muestran las colecciones conservadas en la "Marqués de Valdecilla", era la cabeza constitucional del edificio institucional cisneriano, lo que convertía al rector del colegio mayor de San Ildefonso en rector de toda la universidad.

 

Probablemente Antonio de la Torre estaba en la mejor posición para llevar a cabo un estudio documental, basado en la evidencia conservada en los archivos, de la antigua universidad de la villa de Alcalá, trasladada en lo material a la villa y corte y transformada en lo institucional en la Universidad Central a partir de 1836. Con la universidad viajaron sus libros, que aún perduran como patrimonio fundamental de la actual Complutense madrileña pero, desafortunadamente, se perdió la unidad siempre fundamental de archivo y los "papeles de Alcalá" pasaron, en pocos años, a integrar casi en su totalidad los fondos del Archivo Histórico Nacional (AHN en lo sucesivo), donde aún permanecen bajo el seudónimo de "Sección de Universidades", cuando la inmensa mayoría de los fondos de dicha sección harían mejor en conocerse como "archivo histórico de la Universidad de Alcalá" y, por tanto, de la Complutense de Madrid.

 

Antonio de la Torre había ganado por oposición en 1900 la plaza de facultativo del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, primero en Valencia y, a los pocos años y por recomendación, en el AHN, radicado entonces en el edificio del Museo Arqueológico Nacional de la calle Serrano de Madrid. Su doble condición de archivero y catedrático de historia (cuando ganó por oposición, en 1911, su plaza de profesor universitario) lo convirtieron en un candidato ideal para el estudio documental. Nunca dejó esa vocación. Todos los interesados en la historia de la universidad cisneriana debemos felicitarnos de que dedicara una parte nada desdeñable de sus esfuerzos a sacar a la luz pistas capitales para reconstruir los episodios históricos que trazaron el devenir de la academia alcalaína.

 

A lo largo de las muchas páginas de esos artículos publicados en 1909, Antonio de la Torre va dando noticia de los hombres (pocas mujeres discurren por esas mismas páginas) que construyeron Alcalá, no pocas veces enfrentados entre sí. Por De la Torre nos enteramos, por ejemplo, de que Pablo Núñez Coronel, de la poderosa familia segoviana de los Coronel cristianos, los Seneor judíos antes de su conversión, que formó, junto con Alfonso de Zamora y el médico Alfonso de Alcalá, el triunvirato de hebraístas conversos que supervisó la edición de la magna Políglota de Alcalá, nunca fue profesor de lenguas hebrea y caldea, al menos de manera oficial, en la fundación alcalaína cisneriana. Es una noticia fundamental que solo el descuido de los investigadores ha hecho que se soslaye, de forma enojosamente frecuente, una y otra vez.

 

Quien ha trabajado a la par con los documentos originales del AHN y con las referencias de los artículos de Antonio de la Torre no puede dejar de maravillarse de la exquisita pulcritud en el ejercicio de la cita de que hacía gala el archivero y catedrático de historia. Y la admiración por su rigor conduce a una cierta pesadumbre al constatar que, susceptible de equivocarse como todos somos, De la Torre (o al menos la versión impresa de su trabajo) erró al citar un dato fundamental para el hebraísmo complutense, una disciplina académica que acompaña desde el principio y hasta hoy mismo la actividad docente e investigadora de la universidad que, con varios nombres sucesivos aunque manteniendo los mismos libros que acompañaron su fundación, estableció el cardenal Cisneros a principios del siglo xvi.

 

De la Torre, en breve nota, da una noticia quizá fundamental en la última página (la 71) del segundo de sus artículos sucesivos sobre los catedráticos alcalaínos, publicado en el tomo xxi de la tercera época, fascículos 7-8, de julio a diciembre de 1909, de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos:

 

Como consta que en 4 de julio de 1512 fué nombrado regente de Hebreo Alonso de Zamora, que ocupó la cátedra hasta bastante después de 1518-1519, y no es fácil que para un estudio de reducido número de alumnos hubiese dos regencias, de cuya duplicidad no existe, por otra parte, dato ninguno, hay que concluir por afirmar que Pablo Coronel, aunque residió en Alcalá y prestó servicios al Colegio, no fué catedrático d ela Universidad en los años que abarca este trabajo.

 

De la Torre señala como referencia documental de esta noticia el folio 11v del libro 1093, al que él aún añade la letra "f" que denotaba hasta hace algún tiempo los libros de la Sección de Universidades del AHN. Y sin embargo, ese libro no da la noticia que se transmite en el artículo del historiador y archivero según he podido comprobar con los microfilmes de la documentación alcalaína que están a la disposición de los investigadores del Archivo Histórico Nacional (por disposición oficial algo obtusa, el AHN no permite, a priori, la consulta de originales que hayan sido ya microfilmados. Las pérdidas de información diplomática y codicológica resultan, por evidentes, clamorosas). El libro 1093 de la Sección de Universidades (reproducido en el microfilm con núm. 4589) no contiene un asiento contable de la universidad con el "maestro Alfonso de Zamora, vezino de Salamanca para leer la cátedra de hebreo, hecho en Alcalá" (según transcriben primero Federico Pérez Castro, primero en su tesis doctoral inédita 1944 y luego en la profunda revisión de esa tesis publicada en 1950 y probablemente por él Carlos Carrete Parrondo en su lección magistral de 1983). El libro 1093 contiene lo que el propio De la Torre describe en el último de los artículos de su serie en la Revista de Archivos &c. de 1909, tomo xxi, fascículos 11-12, p. 413:

 

Inventario de las Bulas apostólicas, breves pontificios, priuilegios reales, libros y papeles, que se hallan en la contaduría de la real universidad de esta ciudad de alcalá de henares [nota 4: Archivo Histórico Nacional, lib. 1093 f.] Letra del siglo xviii. Carece de fecha, aunque en el tejuelo de la encuadernación se le ha puesto la de 1772. Relaciona los fondos del archivo siguiendo el orden del libro becerro, que describe en primer lugar. Está sin terminar.

 

Tengo que agradecer la ayuda que me prestaron Esperanza Adrados y María Carmona, respectivamente jefa de referencias y responsable de la Sección de Universidades en el AHN, para intentar localizar este dato fundamental para la historia del hebraísmo complutense. Todo esfuerzo ha resultado baldío hasta el momento. Quizá la respuesta se encuentre en los libros 1222, 1223, 1227 o 1228 de la Sección de Universidades, conocidos como "Papeles varios sobre la universidad y colegios de Alcalá"; tal vez se esconda huidiza al ojo del investigador en el libro 1, "Registros de escrituras ante los contadores de la hacienda del Colegio". No ha habido ocasión, sin embargo, para comprobar esas posibilidades. Alfonso de Zamora aparece, si hemos de hacer caso a los libros de visitas citados por el propio De la Torre, ya como profesor en 1512-1513 y en años sucesivos. Confiemos en que ahí no se hayan colado esos execrables roedores de la labor erudita, las erratas, que son, como sabemos, siempre las últimas en abandonar el barco.

 

Pese a todo, Antonio de la Torre no decepciona a quienes confiamos en su trabajo. En un artículo muy posterior, de 1945 da noticia de que "[la] firma «El m.º A.º de Çamora» [aparece] en un convenio con el rector, en 11 de noviembre de 1530, por el que «toma a su cargo apuntar vn libro ebrayco para la librería del colegio, que es la glosa de los Profetas, mayores y menores», por precio de ocho ducados".Y el documento que señala De la Torre corresponde con la realidad constatable: en el folio 199 recto del libro 4 de la Sección de Universidades del Archivo Histórico Nacional se conserva la partida de nacimiento de la fortuna de los dos volúmenes que hoy llevan las signaturas BH DER 686 (que es en realidad el segundo) y BH DER 687 (que es en realidad el primero) de la Biblioteca Histórica "Marqués de Valdecilla" de la Complutense madrileña. Gracias a la prudente política de digitalización de esta misma biblioteca, ambos volúmenes están hoy disponibles para el curioso público lector en línea. Las primeras noticias sobre ambos las dio Carlos Alonso Fontela en sendos artículos de 1987 y 1992. Contra lo que describe De la Torre ("un convenio con el rector"), el documento AHN, Universidades, libro 4, f. 199r constituye más bien el asiento en el libro de registros de la Universidad de una carta de obligación de pago y es ese documento el que firma, de su puño y letra, Zamora. Ambos volúmenes merecerán un estudio más detallado si los esquivos dioses de la erudición que invocaba yo al principio de esta nota resultan benévolos. No faltan preguntas que hacer porque ambos volúmenes son la edición italiana, del taller los célebres impresores judíos Soncino, de los comentarios del archiexiliado sefardí Isaac Abravanel a los libros bíblicos de los Profetas. El trabajo consistió en la glosa, que a veces se diría poco sistemática, de los contenidos exegéticos de los libros y en la vocalización (puntuación en la expresión habitual utilizada por Zamora en castellano). Son, pues, una prueba más de la circulación de libros estrictamente judíos (concebidos en origen para un público lector exclusivamente judío) en la Castilla de la generación posterior a la expulsión de 1492, como ya se sabe para Salamanca según el artículo de Vicente Bécares de 1998, por mediación del antiguo compañero de Zamora en las tareas políglotas complutenses, Pablo Núñez Coronel, a la sazón catedrático de hebreo en la universidad de la ciudad del Tormes.

 

Los manuscritos de Alfonso de Zamora, auténticas joyas, en ocasiones imprevistas, del primer hebraísmo ibérico del siglo xvi, representan el conjunto más público, más íntimo y a la vez más elocuente de un periplo tan personal como profesional: el de un converso, memoria viva del judaísmo peninsular, convertido en orgulloso y contradictorio transmisor de esa misma memoria  a unos receptores tan inesperados como ansiosos de saber. ¿Y cuál fue la principal razón que movió a Zamora a esa actividad frenética de producción de manuscritos? El manuscrito ahora holandés conocido entre los iniciados como el Misceláneo "Zamora" de Leiden (Universiteitsbibliotheek, Or. 645) nos da una pista clamorosa. Entre los cientos, quizá miles de notas que recogen ese conjunto revuelto de la vida cotidiana de Zamora (apuntes de clase, borradores de manuscritos, querellas académicas, recibos de compra y venta, &c.) aparecen de forma sistemática apuntes de los pagos y los ingresos de Zamora por los manuscritos que le encargaban (así como por la venta del trigo que formaba parte de su salario en especie o de los pupilos recogidos en su casa a pensión completa). La inesperada lección del corpus manuscrito de Zamora, deslavazado por la sucesión de "tiempos recios" que él evoca en una ocasión en el manuscrito conservado en Leiden y que desde hace quinientos años acechan la continuidad de las gentes y las instituciones que han estado al cuidado de las joyas manuscritas que él produjo, es que la necesidad de ganarse la vida puede ser la razón misma de una vida. Como señalaba, a modo de conclusión inapelable, uno de los valedores de Zamora en la primera oposición a cátedra de Hebreo en la lejana Salamanca de 1511: "[...] e que para saber e tomar experiencia de su doctrina, se le encomendase por algún tiempo, para que ex fructibus cognosceretur". Porque por sus obras los conoceréis.

 

Fuentes:

 

Bibliografía:

  • Carlos Alonso Fontela, "Anotaciones de Alfonso de Zamora en un Comentario a los Profetas Posteriores de Don Isaac Abravanel", Sefarad, 47/2 (1987), 227-43.
  • Carlos Alonso Fontela, "Una breve nota marginal de Alfonso de Zamora sobre lahpor perôt (Is 2, 20)", Sefarad, 52/1 (1992), 29-32.
  • Carlos Alonso Fontela, "Prólogo arameo y anotaciones hebreas de Alfonso de Zamora para una copia manuscrita del Targum a los Profetas encargada por la Universidad de Salamanca", Sefarad, 69/2 (2009), 383-95.
  • Carlos Alonso Fontela, "Anécdotas castellanas en escritura hebraica. Apuntes paremiológicos conservados en las anotaciones hebreas de Alfonso de Zamora (Ms. Leiden Or. 645)", Sefarad, 71/2 (2011), 349-68.
  • Vicente Bécares Botas, "Compras de libros para la Biblioteca Universitaria salmantina del Renacimiento", Coleccionismo y bibliotecas (Siglos XV-XVIII), editado por María Isabel Hernández González, Salamanca, 1998, p. 83-135.
  • Vicente Beltrán de Heredia, "Nebrija y los teólogos de San Esteban de principios del siglo xvi", Ciencia Tomista, 61 (1941), p. 37-65.
  • Carlos Carrete Parrondo, Hebraístas judeoconversos en la Universidad de Salamanca (siglos XV-XVI), Salamanca, 1983.
  • José García-Oro Martín y María José Portela Silva, "Visitas a la Universidad de Alcalá en vida del Cardenal Cisneros", Archivo Ibero-Americano, 55/217 (1995), p. 5-264.
  • José García-Oro Martín y María José Portela Silva, "Invetarios [sic] de las bibliotecas complutenses en 1526", Liceo Franciscano: revista cuatrimestral de estudio e investigación, 59/178-180 (2007), p. 431-74.
  • Giancarlo Lacerenza, "Il Commento ai Salmi di Dawid Qimhî in un manoscritto di Alfonso de Zamora", en Hebraica Hereditas. Studi in onore di Cesare Colafemmina, editado por Giancarlo Lacerenza, Nápoles, 2005, p. 67-93.
  • Federico Pérez Castro, "Humanistas españoles: Alfonso de Zamora y el hebraísmo español", tesis doctoral inédita, Universidad Central de Madrid, 1944: Servicio de Tesis Doctorales y Publicaciones Académicas de la Universidad Complutense, signatura T 317.
  • Federico Pérez Castro, "El Libro de la sabiduría de Dios, de Alfonso de Zamora", Sefarad, 5/1 (1945), p. 147-184.
  • Federico Pérez Castro, El manuscrito apologético de Alfonso de Zamora: traducción y estudio del Séfer Hokmat Elohim, Madrid, 1950.
  • Elisa Ruiz García y Helena González Carvajal, La casa de Protesilao. Reconstrucción arqueológica del fondo cisneriano de la Biblioteca Histórica "Marqués de Valdecilla" (1496-1509) / Manuscrito 20056/47 de la Biblioteca Nacional de España, Madrid, 2011.
  • Antonio de la Torre y del Cerro, 'La Universidad de Alcalá: datos para su historia. Cátedras y catedráticos desde la inauguración del Colegio de San Ildefonso hasta San Lucas de 1519 (I y II)', Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 20/5-6 (1909), 412-23.
  • Antonio de la Torre y del Cerro, 'La Universidad de Alcalá: datos para su historia. Cátedras y catedráticos desde la inauguración del Colegio de San Ildefonso hasta San Lucas de 1519 (II y III)', Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 21/7-8 (1909), 48-71.
  • Antonio de la Torre y del Cerro, 'La Universidad de Alcalá: datos para su historia. Cátedras y catedráticos desde la inauguración del Colegio de San Ildefonso hasta San Lucas de 1519 (III)', Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 21/9-10 (1909), 261-85.
  • Antonio de la Torre y del Cerro, 'La Universidad de Alcalá: datos para su historia. Cátedras y catedráticos desde la inauguración del Colegio de San Ildefonso hasta San Lucas de 1519 (IV: Conclusión)', Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 21/11-12 (1909), 405-33.

 

 

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