Ya se puede ver el trabajo terminado: la encuadernación de pergamino, está limpia. La portada planchada, injertada y colocada en su lugar, rehabilitada. Las primeras páginas independientes unas de otras, se pueden hojear sin problema. El cuerpo central también presenta un aspecto sólido y manejable. Las guardas traseras han recuperado su movilidad dando seguridad en su manejo. [Seguir leyendo]

El tissue empleado en el refuerzo de las hojas centrales las ha consolidado sin añadir grosor al libro. El papel japonés utilizado en la portada y en las guardas traseras da más garantía de resistencia al roce, dado su emplazamiento en el exterior del libro y entona con el pergamino de la encuadernación a nivel estético.

Prescindir del tratamiento realizado ahora es posible en cualquier momento (reversibilidad) si se considerase oportuno en un futuro, para mejorar la conservación del ejemplar. A partir de este momento este ejemplar vuelve a la vida, ya que se podrá consultar y  estudiar por cualquier persona interesada. Para el almacenaje y manipulación se le ha confeccionado su caja de conservación específica.

Un trabajo con estas características nos ha dado la oportunidad de cuestionarnos los avances en cuanto a normas y criterios a la hora de intervenir en un objeto patrimonial. Nos ha  hecho valorar la evolución sin olvidar la experiencia de tantos años para conseguir una actuación seria y responsable.

Quiero agradecer a Javier Tacón, jefe del departamento, su constante relación con otros restauradores, laboratorios y departamentos de conservación y restauración, ya que de esta manera nos mantiene informados de la evolución  que en este campo se va produciendo día a día, para que nosotros realicemos nuestro trabajo de acuerdo a las directrices más punteras de nuestra profesión como conservadores de este importante patrimonio bibliográfico. Gracias, Javier.

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