Dar continuidad a esta serie de "Mujeres impresoras" en el Madrid de los Austrias, determinar el grado de implicación que tuvieron en los talleres tipográficos, y los espacios laborales que ocupaban, se me antoja otro año como tarea oportuna para iniciar la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Y es que siento cierto compromiso con aquellas viudas, que día a día asumían funciones de regencia y administraban las imprentas heredadas de su esposo o padre. La dilatada trayectoria de Francisca de Medina, viuda de Alonso Martín de Balboa (1614-1639) no nos dejará indiferente: por la gran envergadura de su labor editora, que apuesta por la literatura clásica española y los libros de viajes; por sus conexiones con otras viudas para asegurar la subsistencia del taller y con libreros-editores con el objeto de sufragar gastos de edición. [Seguir leyendo]
Francisca de Medina comienza su actividad en 1614, fecha que coincide con el fin de la expulsión de los moriscos de España, cuestión que queda refleja en la narrativa del Siglo de Oro y en la obra de autores como Lope de Vega, Cervantes y otros que evocaron las penosas circunstancias sobre el largo viaje al exilio. La viuda de Alonso Martín publicará numerosas obras de nuestros clásicos, aunque también abraza otros temas y se esmera en obtener diversos niveles de calidad estética y tipográfica. Sus impresos aparecen con el pie de imprenta "En casa de Martín de Balboa" y "Viuda de Martín de Balboa" manteniendo el nombre del esposo difunto, por evidentes razones comerciales además de condicionantes sociales. Sólo en el colofón de una de sus obras se visualiza el nombre propio. Veinticinco años al frente del negocio se traducen en una extensa y variada producción tipográfica: imprimió sermones, textos espirituales, litúrgicos y religiosos, impresos históricos, obras literarias, fiestas y espectáculos, etc. Predominan tamaños en cuarto, marcas tipográficas con el escudo xilográfico de la Compañía de Jesús, frontispicios calcográficos, textos enmarcados, todo salpicado por múltiples errores de foliación y paginación. Su producción conocida alcanza la cantidad de 144 obras salidas de sus prensas, cuyos ejemplares se encuentra dispersos por bibliotecas de todo el mundo. En España, el Catalogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico (CCPB) recoge 307 ejemplares; en Italia el Istituto Centrale per il Catalogo Unico (ICCU) registra 109, lo que da idea de la amplia circulación de sus impresos. De los 103 ejemplares que custodia la Biblioteca Histórica hemos seleccionado una breve muestra donde realizar una lectura diferente.
Entre las obras señeras de Lope de Vega destaca El Fénix de España: séptima parte de sus comedias [BH FOA 237] para cuya impresión se entreteje la colaboración entre dos viudas coetáneas en el tiempo. Y es que según Palau, la primera edición se hizo por mitad en casa de Maria de Quiñones y en casa de la viuda de Alonso Martín, Francisca de Medina. El trabajo se dividió no por medios tomos, sino la séptima parte en una imprenta y la octava en otra. Posiblemente, la cercanía entre ambos talleres ubicados en Madrid: en la Calle Preciados, el de la Viuda de Alonso Martín, y el de Maria de Quiñones, en la Calle de Atocha, "en las casas pegadas a la Yglesia del Hospital de los Desamparados" facilita la coedición. Esta asociación de talleres se constata, tiempo atrás entre ambos cónyuges (Juan de la Cuesta y Alonso Martín).
Otro libro fundamental en la obra de Lope, La desdicha por la honra, se publicó junto a otras dos novelas en el volúmen misceláneo La Circe con otras rimas y prosas [BH FLL 29635]. Pese a que habían pasado diez años desde la expulsión de los moriscos, Lope traza el itinerario del morisco Felisardo hacia Constantinopla, ejemplo de los efectos que el destierro produjo en personas perfectamente integradas en la sociedad española. Y su fuente acreditada es un episodio del Nuevo Tratado de Turquía con una descripción del sitio y ciudad de Constantinopla, costumbres de Gran Turco[BH FLL Res.1038] del clérigo siciliano Octavio Sapiencia, igualmente impresa en el taller de la Viuda de Alonso Martin, en 1622.
De persecuciones y martirios en Japón trata el texto de Relacion del sucesso que tuuo nuestra Santa Fe en los reynos del Iapon, desde el año de seyscientos y doze hasta el de seyscientos y quinze, imperando Cubosama [BH FG 2969] escrita por Luis Piñeiro en el seno de la Compañía. Las aventuras de los franciscanos españoles en Palestina se suceden en Relacion nueua y copiosa de los sagrados lugares de Ierusalen y Tierrasanta [BH FLL 8615(1)]
Guia y avisos de forasteros,[BH FLL Res 628] de Antonio de Liñan y Verdugo (1620) sale a la venta con dos portadas. Se trata de un diálogo entre tres cortesanos instruyendo a un recién llegado en formato de avisos, que trata de los desengaños que sufren los forasteros distraídos con las veleidades de la Corte o que se han dejado engañar incautamente. Catalogada frecuentemente como obra costumbrista o seudopicaresca, es un memorial que denuncia la llegada masiva a la Corte de gente de mal vivir ante el gobierno de Felipe III.
Y para costear sus impresiones, Francisca de Medina contacta con mercaderes de libros, de la talla de Alonso Pérez, Miguel de Siles, Domingo González, Juan Hasrey, Dominico de Palacios y Pedro Valbuena. Alonso Pérez es uno de los grandes libreros-editores de la primera mitad del siglo XVII. Nombrado librero del rey, desplegó una gran actividad editorial, manteniendo una constante colaboración con Lope. Es el inicio de una larga relación editorial de Lope con Alonso Pérez, coprotagonizada por la viuda de Alonso Martín, exceptuando alguna impresión a cargo de Miguel de Siles.
Si bien la carrera de los impresores de la época fue precaria y accidentada, calificados por Clive Griffin como "humildes artesanos itinerantes", la de las mujeres tipógrafas se orienta hacia la entrega, supervivencia y mantenimiento de los trabajos de impresión, de ahí que se reitere el papel testimonial que ejercen en la continuidad de sus talleres. Francisca de Medina emerge de las fuentes bibliográficas para desarrollar su propia actividad en solitario, pero no en una posición marginal, como atestigua su enorme productividad; y se forma en los rudimentos del arte tipográfico sobre el terreno, de manera medio autodidacta e instruida.
Activa durante varias décadas, la trayectoria de esta impresora no deja de sorprendernos por sus obras de gran relevancia, inclinándose por los clásicos, libros de viajes, aventuras, trasladándonos a Japón, Constantinopla, Jerusalén... Y aunque sólo firmó uno de sus libros: Mistica theologica y doctrina de la pefection euangelica tuvo un papel determinante en el buen funcionamiento del establecimiento familiar. Su trabajo se visualiza en los pies de imprenta o colofones de los libros, fuentes sin duda insuficientes para adentrarnos en el mundo de la imprenta en femenino. Pero si queremos reivindicar su participación en la historia de la imprenta, los bibliotecarios debemos empezar, como se va a hacer en la Biblioteca Histórica, por incorporarlas a los registros de autoridades de los catálogos, no sólo en la forma más habitual de "Viudas de ...", sino con el nombre propio de la impresora, aunque sólo exista un impreso en el que aparezca esta fórmula. Sólo así, recuperaremos su representación en los catálogos, su firma y autoridad. Localizar a estas activas impresoras tan poco corrientes seguro servirá de estímulo para comenzar un nuevo capitulo que confirme su capacidad de creación y perseverancia dentro del universo del libro.
Bibliografía:
- Delgado Casado, Juan. Diccionario de impresores españoles (siglos XV-XVII).Madrid: Arco/Libros, 1996
- Moreno Garbayo, Justa. La imprenta en Madrid (1626-1650): materiales para su estudio e inventario. Madrid : Arco/Libros, 1999