Así se denomina el departamento de la Biblioteca Histórica que cuenta con la gran responsabilidad de que el modo de almacenamiento y el uso de la colección no impidan, por otra parte, que futuras generaciones hereden este rico legado en buenas condiciones de conservación.
Para ello, las cinco personas que trabajan en el departamento, cuentan con la debida formación y experiencia así como con los recursos necesarios para su trabajo, que consiste, por un lado, en procurar las mejores condiciones de conservación en cuanto a todo lo que rodea a las obras y, por otro, en intervenir directamente sobre las ya deterioradas para reparar los desperfectos que se han producido durante los siglos de existencia de estos preciados objetos.
Las líneas principales de la conservación preventiva son: el control climático de los locales donde se almacenan y usan los libros, la confección de protecciones individuales, el control de la manipulación adecuada, control de plagas de insectos y previsión de siniestros.
El lado de la restauración se sustenta en bases como: respeto al código ético referente a intervenciones sobre objetos patrimoniales, el principio de la intervención mínima, la documentación del trabajo y el uso de procesos y materiales inocuos para la obra. Las entradas en este blog, por parte del personal del departamento, estarán relacionadas con estas labores y con la descripción de procesos de construcción de libros, ya que a veces el desmontaje de un libro deja a la luz elementos que revelan la estructura interna de los libros.