En la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense se conserva un interesante manuscrito inédito en el que Pedro de Navarra narra algunos sucesos históricos de los que fue testigo directo. El autor, también conocido como Pedro de Albret o Albrit, nació en Estella alrededor del año 1504 y fue hijo natural del último rey de Navarra, Juan III de Albret. Hacia 1540 se estableció en la corte de Carlos I en Valladolid y allí participó en la academia literaria que se reunía en la casa de Hernán Cortés. Durante toda su vida alternó, e incluso veces atendió de forma simultánea, las misiones diplomáticas para el reino de Navarra y para Felipe II, con el que mantuvo una frecuente correspondencia epistolar. En 1565 se retiró a Estella donde murió dos años más tarde. [Seguir leyendo]
Además del amplio epistolario, en el que destaca la correspondencia mantenida con Felipe II y con Catalina de Médicis, regente del trono de Francia, Pedro de Navarra escribó una serie de obras, en su mayor parte en forma de diálogo. Así los Diálogos de la differencia del hablar al escreuir o los Diálogos de la eternidad del ánima, publicados en Tolosa hacia 1560, o los Diálogos muy subtiles y notables, publicados en en 1567.
El manuscrito de los Commentarios de Phelippe Segundo, rey de España [BH FG 1909] narra los hechos sucedidos en Inglaterra y Flandes entre 1553 y 1559, los últimos años del reinado de Carlos V y los primeros del de Felipe II. Comienza en el puerto de La Coruña, con la partida de Felipe II hacia Inglaterra para casarse con reina María Tudor, continúa con la boda, celebrada en 'Vnchestre' (Winchester) "con poco aparato y sin fiesta", y sigue, a partir del comentario tercero, con el relato de la guerras de Flandes, que contiene episodios de una gran transcendencia histórica, como son la batalla de San Quintín, la firma de la paz de Cateau-Cambresis o la muerte de Enrique II de Francia. Finaliza la narración con la llegada del rey Felipe II a Valladolid el 15 de septiembre de 1559, donde fue recibido "con tanta alegría y contentamiento que hasta los niños iban gritando por las calles: ¡Viva, viva el felicísimo rey don Felipe!". El autor, según afirma en el texto, fue testigo presencial de los hechos y los describe con una gran viveza y realismo, con un estilo casi cinematográfico. Alternándose con los acontecimientos históricos protagonizados por personajes de la realeza (Carlos V, Felipe II, Enrique II...), descritos siempre en términos elogiosos, a lo largo del relato se suceden narraciones de sucesos cotidianos vividos por soldados desconocidos, que son los que más atraen la atención del lector. Veamos algunos ejemplos que parecen tomados de una película de acción:
"En esta escaramuza se señalaron muchos soldados españoles, entre los cuales fue un pobre soldado dicho Juan Gallego, y era tan pobre que no tenía espada, y afrontándose con un francés que traía una rodela y espada, cuando el soldado le quiso disparar, el arcabuz no tomó fuego, y viéndose perdido y que el francés venía a pasalle de banda a banda, tomó su arcabuz por el cañón y lo hizo tan animosamente que le quitó la espada y rodela y lo mató a vista de todos, por lo cual el conde de Mega le dio doscientos ducados y una ventaja" (folio 26r).
"Un soldado de Antonio Moreno, llamado Carvajal, viniendo cansado, se echó al pie de un árbol sobre las faldas de una su amiga, y estando durmiendo vino una bala que le llevó la cabeza, y la mujer quedó llena de los sesos de su amigo sin recibir otro mal, aunque estuvo a la muerte de espanto" (folio 43r).
Se trata, en general, de un manuscrito muy cuidado en cuanto a la letra, encuadre del texto, títulos de los capítulos, etc. Fue copiado por una sola mano, con letra bastardilla para el texto, letra mayúscula epigráfica en las primera líneas de la portada, dedicatoria y comienzo del primer comentario, y letra gótica en el resto de los títulos y en algunas palabras destacadas. Aunque carece de data, disponemos de elementos fiables para deducir la fecha en que fue escrito, ya que está dedicado «al Serenísimo principe don Phelippe de Austria, tercero de este nombre», y Felipe III fue Príncipe de Asturias y heredero al trono desde la muerte de su hermano Diego de Austria, en 1582, hasta que, en 1589, fue proclamado rey. Según este dato, tuvo que ser escrito entre los años de 1582 y 1589.
La encuadernación es contemporánea al manuscrito, de piel marrón con decoración de hierros dorados formando una orla y, en medio, la figura dorada de San Jorge estampada mediante una plancha. En cuanto a su procedencia, perteneció al médico y bibliófilo don Francisco Guerra, que a su vez lo adquirió de los herederos del también bibliófilo Fernando Fernández de Velasco. En la actualidad el manuscrito está digitalizado y se puede consultar a texto completo a través del catálogo Cisne de la Biblioteca Complutense.
Bibliografía
- Cabello Martín, Mercedes. "Los Commentarios de Phelippe Segundo de Pedro de Navarra: Descripción del manuscrito BH FG 1909". En Pecia Complutense. 2011. Núm. 14, pp. 87-102