El Edificio Beatriz, situado el la madrileña calle de Ortega y Gasset semiesquina con Velazquez, ha vuelto a ser noticia con motivo de la publicación de un libro del arquitecto Eduardo Delgado Orusco, actual conservador del edificio, titulado Artrópodos y omatidios, el proyecto de Jorge Oteiza para el edificio Beatriz, una historia inconclusa. Los propietarios del Beatriz (Vyosa) encargaron a Delgado valorar el edificio y este se encontró con una historia muy singular: Eleuterio Población (el arquitecto del Beatriz) encargó al escultor vasco Jorge Oteiza una escultura para la entrada del edificio que sería sede del Banco Popular. A Oteiza el edificio le fascinó "por su racionalismo y su sobriedad", escribió en la memoria de la escultura, y aceptó el reto. Pero el edifio se demoraba y el banco Popular daba largas a Oteiza; este se enfurecía y se divertía con el asunto hasta que decidió abandonar el proyecto. El resultado fue que lo que pudo ser la primera obra del escultor en la via madrileña nunca llegó a construirse, aunque Oteiza realizó algún boceto. Pero la noticia da para mucho más...
Sobre el edificio Beatriz dice Delgado: "Pero la estructura es fuera de serie, tiene la belleza de las matemáticas". Y agrega: "Eleuterio Población estaba obsesionado con la modulación". Creó una piel que repetía una misma pieza de hormigón. La fachada, como el resto del edificio, está "ritmada" con la serie Fibonacci (en la que cada número es la suma de los dos anteriores: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8...). "Todo el edificio no es más que la expresión plástica de una teoría de números".
Oteiza tomó uno de los pilares del edificio, le encontró la raíz de cinco, lo dividió en dos bloques, desplazó uno de ellos, le colocó en la punta un cubo de Malevich... El resultado de tanta abstracción fue, según el escultor, un "crustáceo con dos pinzas amenazantes", una escultura que "se asoma al exterior como un minotáurico y simbólico crustáceo de contenida agresividad que funciona como un habitante y un guardador del edificio".
Eleuterio Población decidió no insistir ni meterse en más líos y los propietarios del edificio guardaron toda la historia en el cajón hasta que pasado el tiempo la encontró Eduardo Delgado. Según Patricia Gosálvez, autora del reportaje de El País, "su libro esconde una esperanza: que el minotauro se construya". Oteiza asociaba la arquitectura del edificio a los órganos de visión de los artrópodos, llamados omatidios; de ahí, el título del libro de Delgado.
Más sobre el Edificio Beatriz:
Construido por el arquitecto Eleuterio Población Knappe en 1976 con estructura de piezas prefabricadas de hormigón -con árido especial para lograr una coloración caliente- articuladas mediante placas de neopreno zunchadas, recogidas en planta baja mediante grandes vigas con el fin de reducir al máximo el número de apoyos.
En el solar que hoy ocupa estuvo desde 1890 hasta 1965 el Convento de la Concepción Jerónima con el sepulcro de su fundadora, Beatriz Galindo "La Latina", maestra y consejera de Isabel la Católica.
En su honor fue así llamado el nuevo edificio, que aún conserva en su interior la reja del coro del antiguo convento.
El edificio Beatriz, aunque es singular es poco conocido. Quizas entre los madrileños se le conozca más por el "VIPS del barrio de Salamanca". ¡Qué madrileño no ha ido a los VIPS a ver el periódico del día siguiente en los tiempos en que no existía Internet!
Fuentes:
- Historia de una escultura que Oteiza proyectó para Madrid / Patricia Gosalvez (El País. 15-02-2010)
- Artrópodos y omatidios, el proyecto de Jorge Oteiza para el edificio Beatriz, una historia inconclusa / Eduardo Delgado Orusco