El investigador británico Ian Eanes, del University College de Londres, ha desarrollado un modelo matemático que determina el aspecto que tendrá un tatuaje con el paso del tiempo. El artículo ha salido en la revista Mathematics Today. El modelo permite simular los cambios que sufrirá un tatuaje. "El tipo de piel, la edad, el tamaño del tatuaje, la exposición al sol y el tipo de tinta utilizado son los factores que determinan la forma en que el tatuaje se distorsionará con el tiempo", declara Eames. Nos lo cuenta el SINC.
Eames ha creado el primer modelo teórico que integra los datos del movimiento de las partículas colorantes en las células cutáneas y que pronostica su evolución a largo plazo.
El tatuaje que Lady Gaga lleva en el antebrazo tentdrá el aspecto de la segunda foto en 5 años y el de la tercera dentro de 20. Imagen: University College de Londres |
Los gruesos aguantan más tiempo
"Mi investigación proporciona un marco matemático que nos permite predecir cómo se moverán en la piel las partículas de tinta en un periodo de 20 años. Esto ayudará a sentar las bases para evaluar las implicaciones de los tatuajes en la salud. También servirá para que las personas que decidan tatuarse se hagan una idea de cómo se verá su dibujo al cabo de los años".
Según los modelos matemáticos, los tatuajes de mayor tamaño y líneas más gruesas envejecen mejor que aquellos que son más pequeños y detallados, puesto que las líneas finas acaban desvaneciéndose antes -en unos diez años-.
En algunas culturas -por ejemplo, en la polinesia-, los tatuajes son muy comunes, mientras que en otras se han convertido en seña de pertenencia a grupos tan diversos como militares, marinos, mafiosos, pandilleros o presidiarios. Sin embargo, en la actualidad, su uso se ha generalizado.
Se estima que el 36% de los adolescentes estadounidenses de entre 18 y 25 años y hasta un 40% de los que tienen entre 26 y 40 años tienen alguna parte de su cuerpo marcada con tinta. También resulta común ver tatuajes en la piel de personajes famosos, como es el caso de Angelina Jolie, David Beckham o, incluso, la primera dama británica, Samantha Cameron.