Este domingo pasado ha fallecido a la edad de 84 años en su domicilio de Virginia, USA, Lorin Maazel. Según La Vanguardia a este músico estadounidense "su condición de matemático daba pie a un sonido redondo y compacto aplaudido por crítica y público". Se había hecho muy popular por los conciertos de año nuevo que dirigió en 11 ocasiones, donde mostraba grandes dotes de comunicador con el público con gran simpatía y buen humor.

Sigue diciendo La Vanguardia : "Si algo destacaba en Maazel a diferencia de muchos colegas suyos de generación, era una formación integral, completísima y que iba mucho más allá de la música. Era capaz de combinar la dirección orquestal con la composición o con interpretaciones al violín (...)  Una mente prodigiosa y una extraordinaria sensibilidad, unidas a unos planteamientos analíticos -fruto de su condición de matemático-, daban pie a direcciones aplaudidas por público y crítica, gracias al sonido redondo y compacto que extraía de sus músicos y a un gesto claro, enérgico, exigente y carismático."

"Maazel era conocido por ser un matemático excelente, capaz de demostrar, como Pitágoras, que la música y las ciencias exactas tenían muchos puntos en común. O la filosofía, disciplina en la que, como las matemáticas, se formó Maazel en la Universidad de Pittsburgh. Esta condición hizo de él un hombre de gran formación cultural, políglota e interesado por todos los campos del saber. Todo ello cuajó en un proyecto que se llegó a ver en Valencia, ciudad de la que -junto con Zubin Mehta- fue director de la orquesta de la Comunidad Valenciana, con sede en el Palau de les Arts: la ópera 1984, inspirada en la novela homónima de George Orwell y que demostraba la asunción de los modelos compositivos de la ópera del siglo XX con una obra ciertamente notable, estrenada previamente en Londres en el 2005 y editada en DVD."

Personalmente yo siempre recuerdo los conciertos de año nuevo de Maazel. En 1980, Lorin Maazel dirigió por primera vez el tradicional Concierto de Año Nuevo de Viena, sustituyendo a Willi Boskovsky. Llegó a dirigir este concierto en 11 ocasiones (1980, 1981, 1982, 1983, 1984, 1985, 1986, 1994, 1996, 1999, 2005). Se había hecho muy popular por la simpatía y el buen humor que solía demostrar en estas especiales ocasiones, sobre todo en el falso inicio del "Danubio Azul" (momento en que el maestro aprovechaba para felicitar a espectadores y televidentes el Nuevo Año), o al dirigir las palmas de los asistentes en la Marcha Radetzky que cerraba el concierto.

Fuentes:

• La Vanguardia