Nuestra compañera Carmen Marco deja la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes después de 9 años en esta casa.
Carmen ha sido una excelente compañera en la Biblioteca y en la Facultad. Yo sólo he coincidido con ella desde octubre de 2013 (¡y me ha jurado que mi llegada no tiene nada que ver con su salida!) pero he tenido ocasión de comprobar, de primera mano, su profesionalidad, su buen carácter y su excelente trato.
El trabajo de sala es una de las piezas fundamentales de la biblioteca. Que los libros estén bien colocados, que se atiendan las solicitudes con rapidez, que en el mostrador de préstamo haya una sonrisa, que se informe bien sobre lo que se pregunta, son cosas que hacen que estemos bien valorados por nuestros usuarios. Y Carmen, junto con todo el equipo de sala, tiene mucho que ver en todo eso. Nuestro orgullo como bibliotecarios está muy relacionado con su personalidad porque Carmen, esa bajita valiente, habla, mira y trata a todo el mundo desde el respeto. No es fácil imaginar que su sonrisa y su amabilidad ocultan a una mujer fuerte que sabe enfrentar cuestiones duras y complicadas sin cargar a nadie con ese peso.
Muy querida en el centro, no sólo en la biblioteca, Carmen ha trabajado en muchos sitios, y bajo distintos sombreros, dentro de la Universidad. Y aquí va a seguir porque no se va de la Complutense. Esta bajita valiente seguirá con nosotros, muy cerca, trabajando como Jefa de Sala y Préstamo, en horario de tarde, en la Biblioteca María Zambrano.
Carmen afronta nuevos retos, sin salirse de la creatividad. Ha cambiado a los bellasartinos por los filólogos pero todo queda en la casa de las Humanidades. Nuestra compañera deja detrás mucho cariño y sabe que será muy bien recibida a este lado del campus.
Carmen, hasta siempre ¡Y que te vaya bonito!