Ayer 22 de abril, víspera del día del libro y de tantas cosas, nuestra compañera Paloma Funes comenzó una nueva etapa en su vida de mujer lectora. Ayer se jubiló Paloma y la despedimos como se merece, con buen vino, cosas para comer, muchas risas y unos regalitos.
En la foto se puede ver a Paloma junto a su cuadro favorito, de entre las muchas obras que decoran la sala de lectura, y detrás están algunos de los componentes del Libro de artista, elaborado de manera colectiva por todas las personas de la Biblioteca.
Paloma ha sido una compañera estupenda, siempre amable y muy trabajadora. Desde hace muchísimos años ha estado relacionada con las bibliotecas pero antes estudió dos carreras (Filología Hispánica e Historia del Arte) y se dedicó a trabajar en el cuidado de su familia (bueno, esto último nunca dejó de hacerlo).
Vamos a echar mucho de menos a Paloma, no sólo por todo lo que trabajaba (atención a los usuarios en la sala de lectura, catalogación primorosa de los documentos, unas dotes especiales para el préstamo interbibliotecario, etc.), sino por su bondad y su buen talante.
¡Pero ella se va tan contenta que nos ha puesto muy fácil decirle adiós! ¡Y que aquí nos tiene!
Javier Pérez Iglesias