Con motivo de la V Semana de las Letras, invitamos a todos a participar en un taller de poesía con sentido del humor. Os pedimos vuestra ayuda para buscar poemas humorísticos clásicos y modernos, escritos en español o traducidos y también de creación propia, para animar nuestro taller.
Los bibliotecarios de Somosaguas no queremos emular a nuestro colega Jorge de Burgos. El personaje de Umberto Eco aborrecía la risa, porque libera del miedo, y el miedo es necesario para imponer la ley de Dios. Jorge custodiaba con celo el único ejemplar del segundo libro de la Poética de Aristóteles, el dedicado a la comedia. Temía que la influencia del filósofo sobre la cristiandad, pusiera patas arriba el mecanismo represor de la defensa del dogma ¿Fue eso realmente lo que ocultó este libro a la posteridad? En todo caso, la tesis de Umberto Eco se apoya en algo que no ha dejado indiferente al hombre a lo largo de los siglos: la risa descoloca, tiene sus propias reglas y lo que es mejor, nos hace disfrutar.
Nos dice Freud, que la magia del humor es capaz de convertir energía dolorosa en puro placer, porque traslada al ánimo a la infancia, cuando no necesitábamos de ningún mecanismo inconsciente para ser felices.
Para añadir más peligros, la risa, decía Bergson, necesita un eco, tiene significado social y por eso se usa como martillo de las excentricidades. Lo cómico surge cuando nos tomamos a nosotros y a los demás como espectáculo, lejos de la emoción y la empatía. Nos reímos al sorprender el armazón que hay detrás de la vida, lo mecánico repetitivo, el sucedáneo. Por eso el temor al ridículo es un eficaz instrumento de control. Baja a los ídolos de sus púlpitos y los deja en paños menores.
Pocas cosas duelen tanto como las burlas y por eso los cómicos se han visto tantas veces sometidos a castigos desproporcionados. Invitamos a todos a comprobar lo saludable que es aparcar las tensiones, anestesiar el corazón y vernos como objeto de risa. Sirva este botón para abrir boca:
¿Por qué no hay ya más viajes a la luna?
Mario Benedetti
Cuando el bueno de Armstrong dio aquellos pasos
todos registramos cómo se movía
tosco / pesado / en un suelo blancuzco
¿o era de piedra pómez? ¿quién se acuerda?
durante un rato estuvo cavilando
y la escafandra o como se llamase
impedía que viéramos sus ojos
pero juraría que su mirada era
de pereza o abulia
algo debió explicar a su regreso
algo diferente al discurso de gloria
que le ordenaron pronunciar eufórico
entre medallas flores vítores y guirnaldas
algo debió decir en privado a sus jefes
algo importante inesperado
verbigracia / cuando estaba allá arriba
caminando como un zoombie en la luna
mi general mi coronel pensé en ustedes
y se me ocurrió no sé por qué
que debía matarlos con urgencia
uno a uno / dos a dos / etcétera
o verbigracia dos / cuando andaba allá / heroico
pisando las feísimas arrugas del satélite
imaginé que así debía ser la muerte
es decir el paisaje de la muerte
o verbigracia tres / cuando estaba en selene
paseando por la nada como un imbécil
sentí el asco infinito de la ausencia del hombre
y me dije qué mierda estoy haciendo aquí
algo así debe haber confesado a sus jefes
con su estrenada voz de robot disidente
y quizá por eso los dueños del poder
postergaron sine die los viajes a la luna.
Puedes enviarnos los poemas con sentido del humor que elijas o los de creación propia. Los publicaremos, junto con tus comentarios, en este blog. También puedes traerlos personalmente al taller presencial de "Poesía con sentido del humor" que, dentro de las actividades de la V Semana Complutense de las Letras, celebraremos en la Facultad de Psicología el miércoles 22 de abril de 16 a 18 horas (Edificio Central, Salón de Grados Luis Simarro).