Los mapas han estado presentes desde siempre en la escuela. Las imágenes de un aula decorada, entre otra iconografía, con un mapa de España en el que el profesor, de vez en cuando, señalaba algún accidente geográfico o alguna provincia, pertenecen al recuerdo de varias generaciones; pero es más reciente su uso como un procedimiento programado - desde la LOGSE-, cuya finalidad es conseguir conocimiento, no ilustrar contenidos de tipo conceptual. Parece claro que el uso del mapa debería haber cambiado cuando lo ha hecho el objetivo de la geografía escolar...
Ya no es la descripción exhaustiva de lugares, sino la comprensión del espacio. Lo importante no es describir y explicar todo lo que hay en la superficie de la tierra o acumular conocimientos sobre modelos de ordenación espacial, sino hacer comprender a chicos y chicas cómo funcionan los espacios de las sociedades humanas o las sociedades en sus espacios, razonar geográficamente, `pensar el espacio´ (Clary, 1995.)
El autor, Miguel Ángel Sandoya, es profesor y miembro del Departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Facultad de Educación de la UCM. Actualmente compatibiliza la enseñanza secundaria con la formación de futuros profesores. El objetivo del texto es ofrecer al profesorado unos elementos de reflexión sobre el trabajo con mapas así como mostrar actividades que puedan ejemplificar diferentes metodologías. El contenido se estructura en dos partes, desarrollando en la segunda una propuesta secuenciada de trabajo con mapas para Educación Secundaria.