Rita Levi-Montalcini nació en Turín en 1909, antes sus ojos ha transcurrido toda la historia del s. XX. De origen judío, fue víctima de las leyes raciales de la Italia fascista. El título de las memorias es un homenaje a Erasmo de Rotterdam y su Elogio de la locura. Aquí Rita reinvindica la imperfección como una gozosa manifestación de las desarmonías del sistema nervioso, al que dedicó toda su labor científica. Obtuvo el premio Nobel de Medicina en 1986, junto a Stanley Cohen, por sus estudios sobre el factor de crecimiento nervioso (NGF). Preocupada también por la lucha de la mujer, no se calla las dificultades y sacrificios que tiene que hacer una mujer para llegar a ser científica.

Para terminar destacamos el epílogo dedicado a la figura de Primo Levi y la pregunta inevitable que se hace la neuróloga tras la lectura del escritor, "¿es legítimo elogiar la imperfección, es decir, el rasgo dominante del comportamiento...del Homo Sapiens, imperfección que se revela no sólo en los momento críticos de su historia, cuando -como tú dices- la vida de cientos de miles de seres humanos queda a merced de abyectos y crueles siervos de déspotas, sino también en la vida corriente, en que, por vanidad, afán de poder o simple sumisión al poderoso se manifiestan los aspectos más deplorables de la naturaleza humana?".