Laura Samira Naude y Esther ten Zijthoff, voluntarias en los campos de refugiados en Grecia son las autoras del proyecto "ECHO", siglas en inglés de "Educación, comunidad y oportunidad" @refugeelibrary #refugeesgr
El proyecto consiste en armar una biblioteca en el interior de una furgoneta. Con la ayuda de sus amigos en Londres y en Bélgica, ambas voluntarias consiguieron reunir 1.300 libros en griego, inglés, kurdo, persa y árabe para montar la "bibliofurgo".
Ambas voluntarias entienden que los refugiados no sólo necesitan alojamiento y comida, sino algo más. La bibliofurgo se ha convertido en un lugar de lectura y silencio que atiende a refugiados de coinco campos. Quienes han huido de la guerra o la miseria hallan un rincón apacible donde encontrarse con la literatura y con los libros. Cuando son muchos los refugiados que acuden, las voluntarias sacan sillas a la calle, sobre todo cuando el tiempo acompaña. Los niños son quienes más usan y disfrutan esta biblioteca ambulante.
"Cuando lanzamos el proyecto, teníamos el sueño de montar más bibliotecas en distintas regiones de Grecia. Estamos buscando personas que quieran replicar el proyecto", cuenta Zijthoff.