Cuando se trabaja en proyectos como el que trajo a España a Charo
Vargas y a Marco Martínez, el enriquecimiento
personal y profesional es inmenso, sobre todo cuando conocemos a
personas de la talla humana de estos dos grandes amigos.
Su viaje nos ha suscitado reflexiones interesantes sobre este tipo de
proyectos. En las circunstancias actuales que vivimos en nuestro país,
la cooperación cobra una especial relevancia. Pero una cooperación que
en ningún caso ha de ser de imposición o de dominio de un modelo sobre
otro.
Tal vez ya no tenga sentido hablar de cooperación al desarrollo,
sino de colaboración, de co-operación, es decir, de operar colaborando. ¿Somos España un país desarrollado? ¿Lo hemos sido? ¿A dónde nos ha llevado una supuesta riqueza? Acaso este tipo de preguntas son más pertinentes ahora.
Si algo nos está mostrando esto que llaman crisis -eufemismo de estafa mundial para muchos de nosotros- es que tal vez haya que plantearse muchas cosas de
nuestro modo de vida, nuestro modelo social y cultural. Y recordar
aquello de ser y no tener: ser más libres, más sensibles, más humanos,
y tener menos bienes, menos objetos materiales. Vivir en mayor armonía
con la naturaleza, vivir más despacio, disfrutar de los regalos que
nos da la vida: los amigos, los afectos, los sentimientos, la solidaridad; todo aquello que tiene valor aunque no tenga precio. Aprender también de todo cuanto nos enseñan otras culturas, abandonar la prepotencia y la soberbia, hacernos más personas, más humanos.
Para mí y para todos nosotros fue un honor inmenso teneros en España.
Fue un regalo, la verdad, y la compensación de un trabajo bien hecho
entre todos.
Espero que vuestro regreso a Sta Cruz haya estado colmado de
satisfacciones por el viaje realizado. Como dicen Machado y Kavafis,
al andar se hace camino; el destino es el viaje.
"Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
[...]
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años"
Kavafis. Viaje a Ítaca
Continuaremos viajando sin apresuramientos, haciendo camino, en viajes
de largo aliento, para conocer, para conocernos y reconocernos, para
encontrarnos. Y trabajando en proyectos de este alcance, de colaboración, de
co-operación, para seguir aprendiendo, para seguir haciendo amigos como Charo y Marco de cuyo corazón grande nos enriquecemos. Son muchos los amigos que hemos ido haciendo por los caminos: en Perú, en Colombia, en Bolivia, en Argentina, en Venezuela, en Chile, en Cuba, en México... "Son verdaderos los corazones de nuestros amigos", reza un antiguo verso maya.
Gracias por la amistad.