Bajo el lema, "Desarrollo Humano y Universidad" se celebró los días 24, 25 y 26 de abril en Valencia el VI Congreso Universidad y Cooperación al Desarrollo. Cada dos años se celebra este encuentro que va viajando de unas Comunidades Autónomas a otras (la anterior edición, 2011, se celebró en Andalucía y la sede fue Cádiz).
En esta ocasión las universidades públicas de la Comunidad Valenciana (Universitat Politècnica de Valencia, Universitat d' Alacant, Universitat de Valencia, Universitat Jaume I y la Universidad Miguel Hernández de Elche) junto con el comité que las agrupa, CUVRIC, se encargaron de organizar el Congreso.
La sede estuvo en el Edifico Nexus de la Universitat Politècnica de Valencia y la Universitat de Valencia ofreció su Jardín Botánico para la cena que reunió a un gran número de asistentes en la noche del jueves 25 de abril.
Lo primero que hay que destacar es la excelente organización del evento. Yo sólo asistí el jueves y el viernes pero, más allá de mi experiencia personal, el comentario general era de elogio por el cumplimiento de los horarios, la alta participación en los talleres y la calidad de las 73 comunicaciones y los 69 pósters seleccionados.
Hay que agradecer el esfuerzo que hacen todas las universidades por la cooperación al desarrollo en un momento de verdadera dificultad. No sólo por la escasez de recursos económicos disponibles, sino por la falta de voluntad política del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación para tener en cuenta a las universidades como agentes de cooperación.
Lo cierto es que en los últimos diez años, las universidades han hecho un enorme esfuerzo para alinearse con el resto de la cooperación española al desarrollo. Desde la Comisión sectorial de la CRUE para internacionalización y cooperación, CICUE, se ha desarrollado un código ético, se ha impulsado la creación del Observatorio de Cooperación Universitaria al Desarrollo (OCUD), y la mayor parte de las universidades cuentan con oficinas encargadas de coordinar las actividades de cooperación, tanto las relacionadas con la docencia y la investigación, como las que se enfocan a la educación para el desarrollo.
Las universidades no sólo aportan su quehacer en las intervenciones que se llevan a cabo en otros países, sino que colaboran activamente para crear conciencia en nuestra sociedad sobre la desigualdad entre las regiones del mundo y la necesidad de unos intercambios más justos.
En los últimos años, CICUE ha estado colaborando con la administración del estado, a través de la AECID, para adaptar las herramientas de la cooperación universitaria y científica y convertirlas en instrumentos de desarrollo integral, que potencien las capacidades endógenas de los países socios (fortaleciendo sus sistemas académicos y de investigación) y fomenten la investigación para el desarrollo en nuestro propios centros de educación superior.
Pero lo cierto es que, en estos momentos, la administración no acompaña a las universidades en su esfuerzo. Mientras nuestros centros de educación e investigación aportan, con un coste cero para los proyectos, expertos del más alto nivel para afrontar los problemas que afectan a los países receptores de ayuda, no existe un instrumento eficaz que pueda canalizar y apoyar esas intervenciones.
Es quizá el momento de que las universidades den ejemplo y se coordinen entre ellas para ofrecer una respuesta. Cada una tiene personal, conocimiento y experiencia para aportar y lograr una cooperación más eficaz y con una mayor incidencia en la mejora de la vida de las personas. Pero todas juntas pueden multiplicar ese potencial y dar ejemplo de coordinación y alineamiento.
El lema de este VI Congreso ha sido "Desarrollo Humano y Universidad" y las instituciones académicas tienen la obligación de hacer valer su independencia, su compromiso con el saber, su responsabilidad con nuestra sociedad y con el bienestar mundial, para actuar más allá de la falta de compromiso de la administración del estado.
La sociedad civil, aquí y en los países con los que hacemos cooperación al desarrollo, lo necesitan y acabarán exigiéndolo.
Para consultar las ponencias y las comunicaciones del congreso se puede acudir a su página oficial.