La diabetes mellitus es un trastorno del metabolismo que provoca un nivel excesivamente elevado de glucosa en la sangre (hiperglucemia) como consecuencia de la falta de una hormona denominada insulina, cuya función es facilitar que la glucosa aporte energía a las células.
Sin insulina, la glucosa se eleva en sangre pudiendo causar problemas graves en el corazón, los riñones, los nervios y la vista, fundamentalmente.
Existen cuatro categorías de diabetes:
- La diabetes tipo 1 presenta una insuficiencia absoluta de insulina y precisa que el paciente esté medicado mediante insulina exógena
- La diabetes tipo 2, en la que el paciente no sería insulinodependiente pero sí presentaría una resistencia a la insulina. Su tratamiento se centra en una dieta adecuada y evitar el sedentarismo aunque en algunos casos es necesario recurrir a fármacos orales e incluso a insulina.
- La diabetes Gravídica o Gestacional, que aparece en algunas mujeres durante el embarazo pudiendo provocar problemas tanto a la madre como al bebé.
- Y finalmente una cuarta categoría donde entrarían diversas variantes debidas a defectos genéticos que interfieren en el correcto funcionamiento del páncreas o en el mecanismo de acción de la insulina, así como aquellas derivadas de otras enfermedades e incluso de la medicación para el tratamiento de las mismas.
Actualmente en España se diagnostican cada día aproximadamente 1.100 nuevos casos de diabetes tipo 2, precisamente la más fácil de evitar con unos hábitos saludables de vida. Por este motivo la Federación Española de Diabetes (FEDE) no duda en referirse a este problema de salud con el término epidemia, y propone abordar esta situación a partir de tres acciones básicas: la prevención, la detección y el control.
El Día Mundial de la Diabetes instaurado en 1991 por iniciativa de la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuenta actualmente con el apoyo de 60 países y persigue entre otros fines la concienciación de la población impulsando campañas de formación y educación para los pacientes, así como la difusión de la necesidad de evitar factores de riesgo como el sedentarismo y la obesidad, y la promoción de modelos de gestión más eficientes de esta enfermedad.