Nacido en Knoxville, Estados Unidos, en 1831, John Sith Pemberton estudió en el Colegio Médico de Georgia y en la Escuela de Farmacia de Filadelfia, estableciéndose en 1855 en la ciudad de Columbus, donde trabajaría en una farmacia durante varios años...

Al estallar la Guerra de Secesión americana en 1861, Pemberton se alistaría en el ejército confederado, donde alcanzaría el grado de Teniente. Cinco años más tarde, con el fin de la contienda, iniciaría su colaboración con el Dr. Austin Walker, médico local. Su formación como químico farmacéutico le llevó a investigar en el mundo de la botánica, en la búsqueda de principios activos que pudieran ayudar a mitigar los dolores de cabeza y a calmar los nervios.

Fruto de este trabajo, en el que invertiría todos sus ahorros, fue el desarrollo de una gama de perfumes y medicinas que, con un halo de medicina natural basada en las plantas, obtendría una gran acogida entre el público de los Estados Unidos, en especial el de las grandes ciudades.

Este éxito le llevaría en 1869 a establecerse en la ciudad de Atlanta, donde fundaría un floreciente negocio a partir de un nuevo producto, un tónico que él denominó "vino francés de coca", que estaba basado en una bebida similar que en Europa era conocida como "Vin Mariana".

El producto de Pemberton combinaba vino, lima, canela y extracto de hojas de coca, que a la sazón era muy utilizado en la composición de diversos medicamentos,  y muy pronto evolucionaría al eliminar el alcohol y añadir jarabe de azúcar y extracto de nuez de cola, un fuerte estimulante con un alto contenido en cafeína, hasta llegar en 1886 a su fórmula final que sería patentada el 28 de junio de 1887, siendo la farmacia Jacobs de Atlanta, en el estado de Georgia, el primer establecimiento que vendería la célebre Coca-Cola

A pesar de su aparente éxito, Pemberton se vería inmerso en problemas financieros que le llevarían a vender su comercio a diferentes compradores, dejando al morir el 16 de agosto de 1888, multitud de fórmulas inacabadas, y un producto que terminaría dando la vuelta al mundo.

Si bien los ingredientes de la Coca-Cola fueron conocidos desde un principio, el éxito y la competencia comercial quisieron hacer de su fórmula uno de los secretos  mejor guardados de la industria americana, hasta el punto de que todavía hoy se especula con las cantidades exactas de cada uno de sus componentes, así como con la existencia de un supuesto ingrediente nunca desvelado por Pemberton salvo a sus compradores.

En torno a su famosa fórmula secreta, han corrido ríos de tinta y  cientos de especulaciones nunca comprobadas, como su supuesta custodia bajo vigilancia las 24 horas del día en una cámara acorazada de Atlanta. pero al igual que sus fabricantes supieron explotar un misterio que ha reforzado el favor del público frente a su principal competidora y otras marcas de refrescos de cola, también este enigma ha supuesto un arma en manos de sus detractores,  generándose en torno a la Coca-Cola variopintas leyendas urbanas sobre su supuesto poder corrosivo sobre ciertos metales.

Lo que está claro es que la famosa fórmula sigue proporcionando por sí misma una generosa publicidad. De hecho hace unos días, la web thisamericanlife.org aseguraba haber dado con una copia del recetario original de John Pemberton, lo que dejaría al descubierto la composición exacta del popular refresco, tanto de sus ingredientes como de sus medidas exactas. Sea como sea, algo que nadie puede negar es que la Coca-Cola ha pasado ya a la historia como uno de los grandes iconos comerciales del siglo XX, y un verdadero símbolo del American Way of Life, consiguiendo mantenerse en primera línea publicitaria y de ventas hasta hoy, tanto por los valores del producto en sí, como por el famoso misterio de la legendaria fórmula creada por el farmacéutico John Pemberton.