Un estudio realizado por el departamento de Química Analítica de nuestra Facultad, grupo de investigación de determinación de trazas, especiación y proteómica (TrEP), y el Instituto de Química Orgánica General (IQOG- CSIC), revela que las nanopartículas de plata que contienen algunos envases de plástico comercializados en el mercado asiático se transfieren a los alimentos. El trabajo ha sido publicado en la revista “Talanta”
Estos táperes registraron una mayor liberación de estos componentes cuando el almacenamiento se prolongaba en el tiempo. La venta de este tipo de recipientes “están prohibidos por la legislación europea al contener nanopartículas de plata como agente bactericida, cuyo objeto es prolongar la vida de los alimentos”, señala Milagros Gómez, una de las autoras del trabajo.
Estos táperes registraron una mayor liberación de estos componentes cuando el almacenamiento se prolongaba en el tiempo. La venta de este tipo de recipientes “están prohibidos por la legislación europea al contener nanopartículas de plata como agente bactericida, cuyo objeto es prolongar la vida de los alimentos”, señala Milagros Gómez, una de las autoras del trabajo.
¿Cómo se desarrolló la investigación?
Para averiguar si estos componentes entraban en contacto con los alimentos, los científicos emplearon disoluciones que simulaban estas condiciones: agua, para escenarios acuosos; ácido acético al 3% para sustancias ácidas; etanol al 10% para alimentos con cierto contenido en alcohol; y etanol al 95% para alimentos con contenido graso.
Además, para evaluar la migración de las partículas en las condiciones de almacenamiento más adversas, los ensayos se realizaron en las condiciones más desfavorables de temperatura y tiempo, a 20 grados y 40 grados para tiempos de contacto de uno, cuatro, siete y diez días, y a 70 grados durante dos horas.
Resultados
"Los táperes de polietileno liberaron contenidos de nanopartículas de plata de 20 a 30 veces superiores a los biberones de policarbonato, a pesar de que su contenido en el material plástico es la mitad”, indica Gómez Gómez. La mayor migración se produjo en condiciones de almacenamiento que simulaban períodos prolongados de contacto, de dos horas a 70 grados en un medio ácido.
Si estos táperes se utilizan con asiduidad, pueden tener un efecto nocivo para nuestra salud porque el pequeño tamaño de estos componentes favorece que puedan penetrar en las células. El estudio ha analizado los efectos para un uso continuado y prolongado de los materiales.
Referencias bibliográficas:
K. Ramos, M. M. Gómez-Gómez, C. Cámara y L. Ramos. “Silver speciation and characterization of nanoparticles released from plastic food containers by single particle ICPMS”, Talanta 151, 2016. DOI: 10.1016/j.talanta.2015.12.071. ()
G. Artiaga, K. Ramos, L. Ramos, C. Cámara, M. Gómez-Gómez. “Migration and characterisation of nanosilver from food containers by AF4 -ICP-MS”, Food Chemistry 166, 2015. DOI: 10.1016/j.foodchem.2014.05.139
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Fuente: OTRI UCM