Inicio Biblioteca Complutense Catálogo Cisne Colección Digital Complutense

Frank Sherwood Rowland, los clorofluorocarbonos (CFCs) y la capa de ozono

14 de Marzo de 2012 a las 18:15 h

Frank Sherwood Rowland, los clorfluorocarbonos (CFCs) y la capa de ozono

Dedicamos nuestro post a Frank Sherwood Rowland, Premio Nobel de Química de 1995, fallecido el día 10 de marzo a la edad de 84 años. El Nobel fue compartido con Paul J. Crutzen y  Mario J. Molina, "sus trabajos en la química atmosférica, particularmente en lo relativo a la formación y descomposición del ozono."

Su primer contacto con la ciencia tuvo lugar en el verano de 1940, cuando  trabajó como voluntario en la estación meteorológica local recogiendo diariamente datos de temperaturas y niveles de precipitación. Sus inicios en la investigación estuvieron ligados a los átomos radiactivos junto a su mentor, Willar Libby - Premio Nobel en 1960, por la técnica de detección del carbono-14 -. Su tesis doctoral versó sobre el estado químico de los átomos de bromo radiactivos producidos mediante un ciclotrón.

En 1972, después de asistir a una conferencia de James Lovelock sobre el movimiento de los CFCs en la atmósfera, decidió estudiarlos. En esa época se desconocían los efectos negativos de estas sustancias. Rowland sabía que cuando estos compuestos llegaban a la atmósfera, la radiación ultravioleta los separaba e investigó qué ocurría a partir de ese momento.

En 1973, junto a Molina, descubrieron que algunos fragmentos desprendidos de los CFCs reaccionaban con el ozono, disminuyendo su cantidad. Era evidente que esta disminución de la capa de ozono, suponía un peligro para la vida humana. Calcularon que si la producción de CFCs se mantenía en esos niveles, la capa de ozono iría disminuyendo de un 7 a un 13%. En 1974 publicaron sus hallazgos en la revista Nature (1).

Los clorofluorocarbonos se empleaban en múltiples aplicaciones como la refrigeración, los propelentes - gases impulsores -  de aerosoles y en aislantes térmicos. Con sus investigaciones, Rowland logró paralizar la producción de estos compuestos. Concretamente, con los Protocolos de Montreal (1989) y de Copenhague (1992).   

por Jesús Santamaría, catedrático de Química Física de nuestra Facultad, lo recuerda en un artículo publicado en El País como "una persona abierta y muy directa; le recuerdo, con su elevada estatura y fuerte complexión, conversando con alumnos y colegas sobre temas científicos en la UCI [Universidad de California]."

(1) Molina, Mario J.; Rowland, F. S. Stratospheric sink for chlorofluoromethanes. Chlorine atom-catalyzed destruction of ozone, Nature (London, United Kingdom), 1974, Volume 249, Issue 5460, Pages 810-12, doi: 10.1038/249810a0

Referencias bibliográficas:

Bookmark and Share

Comentarios - 0

No hay comentarios aun.


Universidad Complutense de Madrid - Ciudad Universitaria - 28040 Madrid - Tel. +34 914520400
[Información - Sugerencias]