Fernando Quintanilla es un pintor que utiliza la química para crear su propio estilo artístico. Utiliza distintos compuestos químicos (cloro, anilina, cromo, hierro, etc.) y las reacciones que tienen lugar para producir efectos visuales que recuerdan a los cuatro elementos del mundo: tierra, agua, aire y fuego.
Con esta combinación de arte y química, Quintanilla crea obras alejadas de la metodología de la pintura clásica. Los colores no están dispuestos de forma aislada en la paleta, si no que se forman directamente en el soporte cuando los compuestos químicos reaccionan, surgiendo distintas gradaciones de color y texturas.
En 2012, el artista explicaba su técnica al diario digital Zoquejo, "Lo interesante es que no es como la pintura, que está en lienzo y sobre eso se pinta, sino que es la propia madera, que reacciona con los ácidos y esa reacción hace texturas, sombras... La madera, el soporte y los materiales están juntos, reaccionando. Esa reacción es como una quemadura, que tiene su propia gradación de colores y no hace falta buscarlos".
Según los expertos, las obras de Quintanilla recuerdan a las pinturas marítimas del pre-impresionista inglés William Turner (1775-1851) o del expresionista belga Constant Permeke (1886-1952).
Fuente: artequímico