El pasado jueves tuvo lugar -en el Salón de Actos del Vicerrectorado de Alumnos- una presentación del informe de OCLC Reordering Ranganathan: Impacts of the changing research and learning environments on library services realizado por Lynn Silipigni Connaway y Titia Van der Werf.
Partiendo de las 5 leyes que Ranganathan formulara en 1931 se analiza cómo cabría plantearlas ahora cuando los desarrollos tecnológicos, especialmente los dispositivos móviles, han cambiado todo y hemos pasado de una época de escasez de información a otra caracterizada por su abundancia y variedad. Con el objetivo de explorar las tendencias de nuestro futuro, de compartir datos, labores y recursos y mejorar el impacto de las bibliotecas.
Para ahorrar tiempo al lector es clave entender cómo actúan los usuarios en el entorno electrónico por lo que son necesarios los estudios de usuarios y la obtención de feedback para lo que es preciso hacerse preguntas centradas en el usuario y entender los cambios en los patrones de conducta de los lectores. Hay que considerar la infoxicación, la no tolerancia al retraso, la competencia de los buscadores (aunque se desconozca el criterio base), la conducta adaptada a un mundo en red. Por todo ello es clave el workflow del lector y por eso nos muestran las 101 Innovations in Scholarly Communications: the Changing Research Workflow.
Cada persona su libro: es necesario conocer el ecosistema de quienes están interesados en la información. Los datos de la investigación son un ejemplo de contenido electrónico diferente, la manera de buscar la información ha cambiado. En el ámbito de la investigación no todo el mundo habla el mismo lenguaje, ni utiliza los mismos conceptos o ideas/ideales: parecen similares pero son diferentes. Los metadatos son importantes para encontrar la información, aunque estemos pasando del catálogo local a grandes agregaciones de metadatos (del mismo modo que las pequeñas tiendas dieron paso a los hipermercados). Nos hablan de WorldCat, de sus 264 millones de registros en abril de 2012, de sus características, de los datasets, de la calidad de sus datos, de los esquemas como FRBR, GLIMIR, VIAF, FAST, del tapiz que compone la web de datos.
Mencionan a Wikipedia y Google como sistemas de aprendizaje que están mejorando continuamente los datos y generan confianza para el crowdsourcing.
Los libros son para usarse. La infraestructura es clave en este ámbito. Y sobre todo los estudiantes y su éxito. Si ellos no pagaran para educarse nosotros no existiríamos. La configuración del espacio debería hacerse en torno al aprendizaje y la investigación más que en torno a la colección. Hay que administrar adecuadamente la gran escala: añade alcance y profundidad, la cobertura exige cooperación y la preservación además coordinación a gran escala y toma de decisiones para abordar los impresos, compatibilizar la shared print estrategy con la Hathi Trust strategy. En las bibliotecas de EE.UU. hay 889 millones de libros que representan 45,7 millones de publicaciones distintas.
Cada libro su lector. Para conseguirlo hay que conectar cada libro y prestar atención al contexto. También conseguir que descubran lo que realmente tenemos ya que es muy habitual que los usuarios acaben dándose cuenta de que no sabían que teníamos... o que sabíamos... Hay que introducirse en su mundo y considerar que el descubrimiento sucede en otra parte, aunque cuando quieran acceder al texto completo no les sirva (mencionan que la sindicación que se da en el propio Google Scholar supone el 14% de los accesos directos a WorldCat) ¿Dónde están la biblioteca y los bibliotecarios dentro del tapiz?
La biblioteca es un organismo en crecimiento. Es el principio que se mantiene tal cual, sin necesidad de cambiar el enunciado ni la idea. Sin embargo son las medidas clásicas de ese crecimiento (el personal, las colecciones, las infraestructuras, el número de usos, etc.) las que tienen que cambiar. Hay que pensar en otras. La atracción de la atención es un área bibliotecaria capaz de crecer. ¿Está creciendo dentro de un dinosaurio?
Es clave la adaptabilidad: cómo ver el cambio y soportarlo, reorganizándose, reestructurándose, alineándose con los cambios en la investigación y la educación, con la dirección de la universidad, asegurando la respuesta de la biblioteca. Nos muestra el organigrama de la TU Delft Library y también el de la KU Leuven Library. La organización es más que estructura, supone estrategia, personas, procesos, habilidades, etc. Como decía Einstein en 1946, es necesario un nuevo tipo de pensamiento. Y pensar que la forma de salir de un lugar depende de dónde se quiera ir.
Mencionaron algunas obras, como:
- Thinking the unthinkable: Reconsidering the future of Discovery tools for the Utrecht Univesity Library (Simone Kortekaas, LIBER Conference 2012)
- Reestructuring research libraries: strategy and value (Jim Michalko) En esta presentación se ven los esquemas de las dos Bibliotecas universitarias que acabamos de mencionar.