El 10 de febrero de 2009 tuvo lugar la V Jornada de Campus Virtual "en un entorno antiguo pero no viejo", donde se buscaba encontrar cuáles son las buenas prácticas y los indicios de calidad en el campus virtual.

La inauguración corrió a cargo del Rector, flanqueado por el Decano de Filología, un Vicedecano de Filosofía, la Vicerrectora de Informática y Comunicaciones y el Director del Campus Virtual.

Este año el formato de la jornada ha cambiado, con una conferencia, una mesa redonda y varios talleres simultáneos. Las comunicaciones aceptadas para publicación se han materializado en pósteres que se ubicaron en el hall de entrada y que serán colocados en la página web de la jornada.

En la conferencia, Eduardo García, profesor sevillano perteneciente a la ANECA, planteó cómo evaluar la labor que se realiza en el campus virtual, una realidad que ya no es ajena a ninguna universidad aunque su grado de implantación sea desigual.

Mencionó el grupo CRUE-TIC, que desde 2006 publica un informe anual sobre la situación de las universidades con respecto a las TIC (UNIVERSITIC) así como un catálogo de objetivos e indicadores relacionados con las TIC.

Recordó que faltan medidas y evaluaciones realistas de los resultados, aunque haya iniciativas parciales y se disponga de una norma ISO 38.500:2008 que intenta fijar la gestión de las TIC en la enseñanza. A su juicio, la principal cuestión que hay que abordar no es qué hace el profesor en el aula sino qué hace la institución para mantener este tipo de enseñanza.

Al describir qué está haciendo la ANECA concluye que poco, aunque la legislación no le permite mucho más. Concretamente parten de la descripción del título de las asignaturas en la que hay que indicar si será presencial o no, lo que condicionará la evaluación posterior.

Entre sus actividades se encuentra el XIV Foro Aneca que tendrá lugar a finales de octubre centrado en el desarrollo y la evaluación de las TIC. En este campo, están diseñando un programa de 3 años en los que sucesivamente se va determinar el objeto, el alcance y los criterios de evaluación; la articulación del proceso -incluyendo los protocolos de evaluación- en el segundo año y la evaluación y certificación en el tercero.

¿Qué debería evaluarse?

• Los resultados del aprendizaje (¿qué se aprende?, ¿cambia la forma de razonar?, ¿cambia la mente?, ¿es simplemente lo mismo de manera más atractiva?
• Las interacciones que se producen
• Las oportunidades que damos a los estudiantes: cuál es la calidad de los materiales didácticos.

Lo fundamental es que aprendan más y mejor.

Cuál es el alcance de la evaluación: las enseñanzas oficiales y las Universidades (en algún caso, un centro concreto).

El enfoque se dirigirá a los sistemas desarrollados para garantizar la calidad de la enseñanza, que serán los que se evalúen y certifiquen.

En el debate posterior se habló de varias cuestiones:

• la existencia de una especie de Madroño sobre e-learning: ADA-Madrid
• el E-learning 3.0 es el nuevo reto, enlazado con entornos sociales de aprendizaje
• la dificultad de establecer criterios de calidad aplicables a todas las disciplinas (desde la ANECA puntualizaban que no se iban a evaluar asignaturas)
• la necesidad de que ser reconozca vertical y horizontalmente el esfuerzo que se realiza en el campus virtual, incluyendo el programa Docentia.
• la enseñanza del siglo XXI es una enseñanza básicamente virtual. Cuando la nueva cultura que implica se asiente, no habrá oposición entre virtual y presencial sino entre la enseñanza de calidad y la que carece de ella.

La Vicerrectora finaliza diciendo que si las agencias no reconocen esta labor perjudicaría mucho a los profesores. Por eso el papel de aquéllas es crítico. El representante de la ANECA argumenta que no es la agencia la que fija los criterios de evaluación, quien nombra las comisiones evaluadoras ni quien puede cambiar los informes que se realizan.

Sigue con la mesa redonda.

Andoni Calderón Rehecho