Los días 22 y 23 de abril ha tenido lugar en la Facultad de Ciencias de la Eduación de la Universidad de A Coruña, la jornada De Cerca, con una nutrida afluencia, especialmente de alumnos.

Su programa, en el marco de la Red de Universidades Internacionales Lectoras, ha sido muy variado:

• El lunes 22, sendas conferencias de Ángel Gabilondo y Andoni Calderón; y presentación de la RIUL por Héctor Pose.
• El martes 23, dos mesas redondas: la primera con personas de relevancia en el ámbito de los medios de comunicación de masas y/o cultural; la segunda con escritores, sobre todo relacionados con el mundo de la literatura infantil y juvenil.

Todas las intervenciones están grabadas y accesibles en la televisión de la Universidad de A Coruña: http://www.udctv.es/ (Pestaña Actividades: De Cerca)

1. Ángel Gabilondo: Darse a la lectura.

Ángel Gabilondo nos regaló una revisitación de las palabras, contextualizadas, llenas de un significado del que nos alejamos. Aunque su conferencia es meridianamente clara (reivindicación del otro, de la comunicación, de la inquietud de quien es libre, de la participación, de la oralidad...) y se entiende sintiendo sin complicaciones no es tan fácil resumirla. ¿Lo intentaremos con párrafos deslavazados convertidos en unidades de sentido? [el último poema de 20 poemas de amor... no es sino muchos poemas creando uno mayor].

Comenzó recuperándose de la sensación de estar muerto cada vez que se habla de él, aunque sea desde el agradecimiento y reconociendo que el tiempo te hace darte cuenta que el verdadero motivo de estar vivo es ver si somos capaces de querer, más que la idea inicial de para ser queridos.

Manifestó su esperanza de que los presentes hubiéramos preparado bien la conferencia, lo que significaría que estábamos dispuestos a escuchar algo, a dejarnos ser interrogados o interpelados, ya que si no hay actividad por parte de quien escucha no hay conferencia.

Se pregunta por qué hemos acudido allí, se sorprende siempre de que alguien acuda a cualquier evento (sus clases, mismo). Tal vez porque hay algo que no va bien y queremos buscar un cambio, ya que así es como leemos, con la esperanza de que algo cambie, además de experimentar la posibilidad de ser otro. Le lleva a decir que si alguien se considera inmejorable lo mejor es que no lea. Hay que quererse mucho sin gustarse mucho (lo contrario es nefasto).

Casi cada libro nos enseña a leer de otra manera. Un libro, en realidad, es sus lectores y sus distintas lecturas.

Nos habla de diferentes palabras y su sentido en su contexto: el Vale con el que finaliza El Quijote, el ¿sí?  con el que creamos condiciones para que el otro hable cuando contestamos al teléfono, el gracias que considera la palabra más hermosa del castellano. También insignificante, libre, amor, mortal, efímero...

El amor sólo se tiene si se da. Darse a la lectura, ¿no será igual?

Ser libres significa dar sentido: la grandeza de la libertad es la capacidad de dar sentido a algo. Sólo se puede leer desde la libertad.

Un mortal es alguien que quiere vivir. Y leer es cosa de mortales: de quien busca sentido, libre, limitado y efímero.
Anima a aprender junto a otros mortales y a oír leer. "Digo carro y las ruedas pasan por mi boca".

Dime que mesilla tienes y te diré quién eres.

Reflexiona sobre cómo las palabras relacionadas con la escritura y la filosofía tienen un aire campesino, agricultor... seguramente por el  dónde y cuándo surgieron. La escritura se pregunta ¿es buena para la memoria o para el olvido? Se escribe en el agua, en el alma (una semilla que florece en el alma del que escucha). Esto último debe ser la lectura.

Pero, ¿no será mejor viajar que leer? Leer es siempre promover un desplazamiento en el mundo: mouvere se relaciona con motivar, movilizar, emocionar.

Le aterran los convencidos que no son convincentes.

Para Nietzsche la filosofía es el arte de leer despacio. Cómo se lee es esencial. No hay manual de instrucciones para aprender. El buen profesor dice hazlo conmigo.
Tenemos una pérdida de logos. Sólo el hombre y la mujer tienen palabras. Su pérdida supone un aumento de la injusticia. Legere es elegir.

La página es la aldea, un pacto de paz. Debe tener márgenes grandes, con grandes blancos para que el lector intervenga.

Clásico quiere decir vigente. Confundimos presente con actualidad, anteponiendo esta última de tal manera que nos impide afrontar el primero.

Esta intervención es como una demostración de amor a las palabras: nos falta decir poético.

Nos cuenta cómo en La cara interna del viento escrito por Milorac Pavić sobre la historia de Hero y de Leandro, lo más difícil de leer es la página azul que separa las dos historias, relatadas cada una de ellas desde las cubiertas opuestas del mismo libro.

Escribir es leer libros no escritos. El lector lo reescribe.
La lectura es la escucha. Tal vez tenemos una enfermedad del oído.

La mejor manera de ver es tener que ver con alguien: hay cosas que sólo se ven cuando se ven con otro.

La filosofía no es hablar del amor o de la muerte, sino estar enamorado, ser mortal.

Uno se ve afectado porque tiene que aprender a comprender y a hacerse comprender: esperar la venida del otro.

Cuando no se cuida la palabra se descuida el valor y la valía. La mejor manera de aprender a hablar bien es leer.

Amén. Vale.

2. Andoni Calderón: Animación a la lectura en las bibliotecas universitarias con la ayuda de las TIC.

Mi objetivo fundamental consistía en desmitificar las tecnologías como panacea y como catástrofe, ubicándolas en un continuum histórico, abordando cada uno de los elementos incluidos en el título (lectura, tecnología/TIC, Universidad/Biblioteca y animación a la lectura) por separado para establecer su urdimbre en diferentes ejemplos postreros tomados esencialmente de la BUC (que no es sino un reconocimiento al trabajo de mis compañeros). Por el camino, claro está, unos cuantos ejemplos venidos de múltiples procedencias. Al final una bibliografía básica. La presentación está accesible en formato pdf (demasiado grande en pptx) y en elaboración una conferencia escrita.

Como hilo conductor la idea que plantea Lucía Mejías en Elogio del texto digital de la existencia de 3 oralidades (una vigente ahora) y 2 textualidades (la segunda todavía prehistórica). Así como la menos explicitada de las tres revoluciones del libro: el códice, la imprenta, lo digital (que da pie a lo digitalizado y a lo eminentemente digital).

La lectura como esencia comunicativa pero compleja, que durante mucho tiempo diera lugar a que fuera en buena medida oral (de los que sabían hacia los que no) y su esencia como imagen aunque hablemos de texto. La página como espacio discursivo hasta llegar a la pantpágina (o pantalla como condensadora de un nuevo espacio) aunque mostrando que la primera ya tenía buena parte de los elementos que esta es capaz de potenciar hasta el "infinito" de la mano del hipermedia, de los dispositivos protésicos que nos acompañan a cualquier lado.

El lector oral que da paso al lector silencioso, ahora convirtiéndose en lectoespectador (por la efusión de lo multimedia) y sin embargo lo oral como elemento esencial comunicativo, presente en toda reflexión sobre animación a la lectura, normalmente ligada al mundo de la niñez y de la escuela... y en su esencia al aprendizaje de la voz poética y lúdica de la madre.

El rechazo de la lectura como obligación y su aceptación como reflejo pero no como imagen fidedigna, la necesidad de reconocimiento, la variedad de gustos e inquietudes, que puede ser contentada, llenada, por la imagen fija o en movimiento, por el sonido, por la música, por el arte, por el humor, por la opinión de muchos y no de uno solo (el canon acuñado por uno mismo)... La solución: si quieres... lee. Que requiere competencias, viejas y nuevas.

Y los ejemplos: de películas, de canciones, de autores, de escritores, de directores de museos, de humoristas, cuentacuentos, bibliotecarios radiofonistas, que organizan jornadas, que crean blogs, que los rellenan de información, de sentimientos, de sensaciones, que crean páginas, idean concursos, montan exposiciones, clubes de lectura, homenajes, espacios donde reivindicar la libertad de acceso a los libros...

Pude hablar de algunos de ellos y me quedé en las puertas de las Semanas Complutenses de las Letras, aunque mostré los resultados de Días de Libro y Rosas y apunté alguno de nuestros Días del Libro. A pesar de ser dominado por el tiempo, quizás debería haber tenido el reflejo de mencionar en 5 minutos un ejemplo que condensaba todo ello: pantpágina, geolocalización, dispositivos protésicos, oralidad, participación interdisciplinar, animación a la lectura, ánsia por compartir: Ocupación Bonald.

Como tampoco se escucha la primera parte de mi intervención y me salté una diapositiva clave (la que adornaba y abría el apartado dedicado a la Lectura), incluyo el borrador de las primeras palabras escritas en formato digital sobre la mencionada conferencia escrita.

3. Héctor Pose y la Red Internacional de Universidades Lectoras

Héctor Pose es uno de los artífices de las jornadas y el coordinador de la RIUL dentro de la Universidad de A Coruña. Menciona que la RIUL reúne a más de 40 universidades, de España; pero también de Italia, Portugal y de Hispanoamérica. Nos menciona algunas de las actividades que se llevan a cabo, entre ellas diferentes seminarios, cursos de expertos en escritura y lectura, el alojamiento de clubes de lectura, la edición de un revista (Álabe)... [En su página también se enlaza con la complutense Espéculo].

Nos indica en qué consistirá la jornada de mañana: en un primer grupo 3 personas nos hablarán de lo que leen: Consuelo Bautista, Quico Cadaval y Fernando Vázquez; un segundo grupo con tres escritores: Maria Solar, Anxo Fariña y Tonhito do Poi.