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La realidad española ¿hacia dónde camina?

Andoni Calderón Rehecho 17 de Agosto de 2009 a las 18:57 h

Ianko López presenta a los integrantes de la mesa redonda: los conferenciantes de la mañana y Fernando Martín, Director de la Biblioteca de la Universidad de Burgos y de BUCLE (Consorcio de Bibliotecas Universitarias de Castilla-León).

Ianko hace referencia a una serie de cuestiones actuales: la "generación Google", el cambio digital acompañado de cambios en la enseñanza, el CRAI, la alfabetización digital y la informacional (ALFIN)... Recuerda cuáles son los consorcios y club de compras españoles, la dificultad de conseguir el mismo poder negociador que los grandes grupos editoriales, el abandono de las suscripciones en papel frente a las electrónicas y las bases de datos. Finaliza haciendo referencia a una posible red a nivel europeo y a la cooperación entre bibliotecas, consorcios y REBIUN: se están estudiando acuerdos marcos de cooperación entre estos últimos que de lo más general irían profundizando hacia cuestiones específicas. No olvida mencionar que el hecho que no se consiguiera la BECyT no significa que no haya que seguir intentándolo y que es fundamental el apoyo de las instituciones.

 

Lluís AngladaLluís Anglada va a dedicar su tiempo a tratar dos cuestiones:

  • Qué tendencias internacionales hay y cómo se reflejan en España
  • Puntos débiles de la cooperación en España

La cooperación se ha incrementado; pero no hay un único modelo, aunque sí podríamos hablar de distintos componentes:

  • De abajo arriba (EE.UU.) o de arriba abajo (Portugal, con una fundación similar a la FECyT)
  • Países grandes (USA, Alemania, Francia, Inglaterra, Italia...) y países pequeños (Finlandia, Grecia, Suiza, Bélgica...)
  • Monofuncionales o multifuncionales: hay tendencia a nacer como monofuncionales y a evolucionar hacia la multifunción
  • De un único tipo de biblioteca o de varios. Normalmente bibliotecas públicas aunque en la etapa de madurez se evoluciona hacia otros tipos
  • Existencia de Central Money (financiación)

Podríamos decir que en el caso de España los componentes que definen la cooperación serían: de abajo a arriba, en un país grande (problemas de coordinación), con tendencia a la multifuncionalidad, en la que la participación de la administración (con la excepción andaluza) es baja y el central money es escaso.

Los puntos fuertes son que siempre hay fuerzas que conducen a la cooperación y cualquiera de ellas es buena. Ahora mismo, las territoriales tienen un peso importante. No deberían, no obstante, cerrar las puertas a las transversales y asimétricas.

Entre los puntos débiles destaca que hay una mentalidad anticuada, propia el siglo XX con una fuerte tendencia a la centralidad. Critica, por ejemplo, que en el Consejo de Coordinación Bibliotecaria se excluyen a los que están haciendo realmente la cooperación (consorcios, Dialnet). Considera que los instrumentos de cooperación asimétricos y transversales (Dialnet, Documat...) deberían ser apoyados.

No obstante, estamos mejor de lo que habíamos estado; aunque pervive una debilidad fundamental que es la casi total separación entre bibliotecas universitarias y públicas. Además apunta que la tendencia mundial es la de que las bibliotecas se unan a otros sectores, como archivos y museos.

También destaca una debilidad notable en la presencia internacional: se da una gran autarquía. Nos cuesta salir fuera, cuando el tablero de juego debería ser al menos europeo y no olvidar a Latinoamérica.

Contrasta el congreso de la ALA que se reúne de viernes a lunes con 29.000 personas con el de LIBER, que de lunes a viernes acoge a 350.

Considera, por último, que debería haber una fuerza más grande de las asociaciones.

 

Fernando MartínFernando Martín, utilizando el esquema planteado por Lluís, dice que su consorcio, BUCLE, que agrupa a las 4 bibliotecas universitarias de Castilla y León, se ha creado desde abajo, es monofuncional y monotemático, autónomo y dispone de central money.

Surgió como medio para comprar recursos electrónicos de manera consorciada. A veces se convierten en un obstáculo para llegar a una multifuncionalidad porque cuesta ceder la parcela de poder individual.

Les ha dado visibilidad en sus universidades y en la Comunidad Autónoma y varios servicios universitarios lo han tomado como modelo.

El consorcio proporciona una estructura que facilita la cooperación. El riesgo está en que se cree una estructura más grande que la propia cosa gestionada.

Existen diferentes maneras de intervención de las comunidades autónomas. En su caso ha financiado al consorcio pero sin vincularse con él solicitando algún tipo de estructura o requiriendo una imagen de marca que no potencia su comunidad.

Se ha aprovechado esta situación para dar servicios desde las universidades a la Comunidad:

  • repositorio institucional para la educación secundaria
  • acciones para la mejora de la calidad de los servicios de la universidad
  • trasladar el modelo de compra consorciada a la comunidad para que detraiga de los presupuestos de cada universidad el equivalente al gasto de la compra consorciada, asegurando un núcleo de recursos y eliminando la dependencia del presupuesto individual de cada universidad
  • ofrecimiento a institutos de investigación, OPIs...
  • el consorcio puede ser una imagen de marca de la propia comunidad

Habla después de la gestión de los consorcios. En su caso no cuentan con personal; pero sí con una presidencia y una dirección técnica rotativas. Considera que la territorialidad de los consorcios responde a una realidad y que es lógica hasta cierto punto; pero no debe encorsetar la cooperación en sí misma. También es importante tener en cuenta que no todo se debe llevar desde el consorcio. Por último, no hay que olvidar la realidad para adaptarse a ella.

 

Joaquín LeónJoaquín León habla de repositorios y redes de repositorios como ejemplo de qué caminos podría llevar la cooperación bibliotecaria. Considera que hay una crisis de identidad en la profesión y que la cooperación es una de las mejores salidas, ya que somos proclives a ella. Piensa que se ha dado una duplicidad de trabajos que era seguramente necesaria pero que no tiene sentido ahora cuando la tecnología permite eliminar esa duplicidad y trabajar en común. Si no se evita es en gran parte por nosotros mismos. Se ha copiado el modelo dominante, que parece responder al lema de "Ponga un repositorio en su biblioteca", por encima de todo; cuando lo que hay que conseguir es facilitar el acceso abierto a todo mediante productos en colaboración que sean atractivos y útiles para los investigadores.

Es más fácil cooperar desde el principio que confluir después, aprovechando la riqueza de las bases de daros relacionales centralizadas que permiten aunar la herramienta única y la creación de tantos repositorios individuales como se quiera. En realidad no es una propuesta original ya que tanto el CBUC, como TDX o Racó funcionan así. Tampoco defiende un modelo centralizado como el francés que no se basa en la cooperación. El ejemplo podría ser Scopus. Se pregunta por qué pagamos tanto por servicios comerciales y no utilizamos las mismas opciones cuando lo creamos nosotros.

Defiende nuevas vías de trabajo con la digitalización de manera más coordinada, con formatos más desarrollados que los actuales (XML más que pdf); un modelo respetuoso con los que ya existen, en el que confluyan los metadatos al mismo tiempo que se respeta la personalidad de cada uno, y se entienda bien con las herramientas de gestión de la investigación. Sólo con metadatos centralizados se puede aspirar a aprovechar la red social y dar mayores servicios de valor añadido, al tiempo que se haría más atractivo el autoarchivo. Debe conjugar la flexibilidad, con procesos sencillos y manteniendo el protagonismo de todos.

Somos miles de bibliotecarios (unos 6.000 universitarios). Si una parte se dedicara a empresas comunes tendríamos un enorme potencial para crear servicios virtuales de calidad que cada vez están más demandados.

Confiesa que los repositorios han sido una mera excusa; podría haberlo comentado sobre otros recursos, por ejemplo, un índice de citas.

 

Ianko pregunta cuáles serían los requisitos para conseguir una Biblioteca Española de Ciencia y Tecnología, si es deseable y qué riesgos conlleva.

Fernando cree que tarde o temprano lo conseguiremos, que hay que ir subiendo los peldaños poco a poco: tiempos, recursos... Y también no olvidar que el mercado es el que es, y no va a cambiar por muchos que seamos.

Lluís piensa que es el triunfo de la fe por encima de la experiencia. Toda cooperación debe pasar por el rasero del beneficio, que no siempre va a establecerse a nivel de precio (ej. Elsevier). No quiere una biblioteca de este tipo en la que te digan dame el dinero de los recursos para que lo compre yo y luego te cobraré los servicios de valor añadido que no has pedido. Hay que ir "pasito a pasito" y dar apoyo a todo lo que funcione bien (no tocarlo). Un peligro de un recurso de esta naturaleza es que aumenta la dependencia. Piensa que el modelo realmente democrático es el finés, no el inglés.

Joaquín está convencido de que para conseguirlo basta con que varias bibliotecas quieran hacerlo, ya que el mayor capital son las personas.

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