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Quimicos en la cosmetica

Manuel Benedicto Ubieta 8 de Marzo de 2016 a las 19:00 h

Sistema endocrino

El conocimiento que actualmente se está alcanzando sobre la toxicidad de las sustancias químicas nos está permitiendo ver que, además de las vías respiratoria y digestiva, el paso de sustancias tóxicas a través de la piel es también, por sí misma, otra ruta importante de toxicidad, o si no, contribuye a aumentar el grado de toxicidad de sustancias absorbidas por otras vías.

 

La piel, aunque actúa como barrera ante agentes externos, también permite la absorción de ciertas sustancias. Esta absorción, controlada por el estrato córneo de la epidermis, depende del tipo de sustancia externa que esté en contacto con la piel, así como del estado de la piel y de la zona de aplicación.

Después de que un estudio europeo nos diera a conocer la presencia de sustancias sospechosas en la mayoría de los cosméticos que usamos a diario, parece imprescindible tener más información sobre los químicos que están actualmente en entredicho.

Legalidad vigente en la industria cosmética

En el caso de la Unión Europea, actualmente están prohibidos más de 1300 ingredientes que se han usado anteriormente en cosmética, en cambio, en Estados Unidos, el número de ingredientes prohibidos sólo alcanza los 20.

Aunque en Europa seamos más estrictos respecto a este tema, en la mayoría de los países sigue habiendo una regularización muy pobre en lo referente a la industria cosmética, además de haber grandes divergencias entre países a la hora de regularizar estos ingredientes cosméticos. Por ejemplo, mientras que Dinamarca y Francia fueron pioneros a la hora de prohibir varios ingredientes como parabenos, pfalatos y aquilfenoles, prohibición que tiene que ser ratificada por la Unión Europea, España, en el año 2001, todavía permitía el uso de la palabra BIO o ecológica en productos que no lo eran, teniendo como consecuencia una amonestación por parte de la Unión Europea y una modificación por Real Decreto en el 2006.

Actualmente las sustancias que más preocupan son los llamados disruptores endocrinos (EDC), los cuales, debido a su capacidad para interactuar con el sistema endocrino, pueden causar graves daños en la salud y el medio ambiente. Podemos encontrar este tipo de sustancias en cosas que usamos a diario, como ropa, jabones, cremas, etc. Según las reglas de la Unión Europea, si una sustancia se identifica como un disruptor endocrino, su uso tiene que ser prohibido.

Actualmente, después de que el Tribunal de justicia de la UE fallase en contra del ejecutivo de la Unión Europea por haber incumplido su obligación de identificar los criterios que determinarán la identificación de los disruptores endocrinos, la Unión Europea ha presentado una propuesta para regular estas sustancias, con un retraso de más de dos años desde la fecha inicialmente prevista.

Sustancias químicas a evitar

Aunque hay muchas sustancias sospechosas de ser tóxicas, actualmente hay 12 que están en el punto de mira:

Parabenos

Los parabenos son conservantes muy usados en cosmética. Algunos de ellos ya han sido prohibidos debido a su comportamiento como disruptores endocrinos. Los admitidos por Europa son:


El Meethylparaben y el ethylparaben que, aunque están permitidos, sólo se pueden usar en concentraciones no mayores del 0,4% de un producto o 0,8% si son productos mezclados.
El butylparaben y le proylparaben, cuya concentración máxima permitida es del 0,14% del total del producto, ya sea mezclado o solo. Estas sustancias están prohibidas en los productos destinados a la zona del pañal para bebés. Diversas organizaciones como la OCU, aconseja que estos parabenos no sean usados por embarazadas y niños menores de tres años, también aconsejan que los productos cosméticos que se queden en la piel, como cremas o lociones, al igual que los usados para dermatitis, no los contengan.


Como ya se vio al principio, en el caso de que la piel esté dañada, la función protectora de este órgano disminuye, por lo que la absorción de estos químicos puede ser mucho mayor de lo normal.

Filtros ultravioleta:
Están bajo sospecha los filtros Ethylhexyl methoxycinnamate, Benzophenone-1 y el Benzophenone-2


En general, los filtros UV químicos se acumulan en el organismo, además de provocar un gran número de alergias. Algunos de ellos, como los nombrados arriba, también son considerados disruptores hormonales.


Formaldehído o metanol.
Este conservante es considerado cancerígeno por la OMS.


Quaternium 15.

Este químico al ser usado libera folmaldehído.

Óxido de titanio.
En su forma inhalable, la agencia Internacional para la Investigación sobre Cáncer lo considera como posible cancerígeno.


Aceites y grasas derivadas del petróleo.
Además de que a la larga resecan la piel, la OMS no aconseja que se use más de 0,1mg diario por kilo de peso corporal, ya que el cuerpo humano no los puede eliminar, almacenándose en el hígado, riñones y nódulos linfáticos.


PEGs.
Son emulsionantes que, aunque por sí mismos no son tóxicos, sí contribuyen a que la barrera protectora de la piel sea más vulnerable, por lo que permiten que otras sustancias tóxicas sí sean absorbidas por la piel. La UE no permite usar más de cinco PEG en un mismo producto.

Sodium lauryl sulfate y la dietanolamina (DEA)

Estos detergentes son sospechosos de causar cáncer. El uso continuado de la dietanolamina, según ha podido verificar la Agencia del Medicamento Estadounidense, implica, sobre todo en el caso de los niños, el aumento de cánceres de hígado y riñón. 

Triclosan y octifenol.
Estos antibacterianos, usados sobre todo en pastas dentífricas, son considerados disruptores endocrinos, además de posibles cancerígenos.

Colorantes.
Se ha demostrado que muchos de ellos son cancerígenos en animales.

Talco.
Sustancia parecida al amianto. Es cancerígeno.

Fragancias o perfumes.
Se acumulan en los tejidos adiposos y en la leche materna, se ha demostrado que son altamente alergénicos, así como sospechosos de ser cancerígenos.

Después de conocer esto no nos ha de extrañar que en los últimos 50 años el número de enfermedades alérgicas y otros problemas relacionados con el sistema inmunitario hayan aumentado hasta más de un 50%.


Alternativas
A la hora de buscar alternativas tenemos dos opciones, optar por marcas ecológicas certificadas o irnos a la cosmética casera.


Cosmética casera
La cosmética casera, al tener un gran control sobre los ingredientes usados, nos va a permitir disminuir al máximo el número de químicos empleados.


En casa se pueden elaborar tanto productos para la piel como para el cabello, lo importante es que los ingredientes que se escojan sean de certificación ecológica.


A la hora de la fabricación, hay muchas páginas especializadas que nos enseñan como elaborar cosméticos o tratamientos caseros para el cabello


Cosmética ecológica
Si se opta por la cosmética ecológica, siempre y cuando los productos estén certificados, nos aseguramos de que los ingredientes cumplan con unos criterios específicos que dependen del tipo de certificado que tenga la firma. Por ejemplo, si es ecológico, nos aseguramos de que no llevan ingredientes genéticamente modificados, que no han sido tratados con pesticidas, ni sometidos a ningún proceso de radiación.


Bibliografía
http://biblioteca.ucm.es/tesis/far/ucm-t28212.pdf
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/301a400/ntp_336.pdf
http://www.medigraphic.com/pdfs/derma/cd-2002/cd021e.pdf sacar bibliografía
http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?pubRef=-//EP//NONSGML+REPORT+A7-2013-0027+0+DOC+PDF+V0//ES
http://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/cosmeticosHigiene/2016/COS_2-2016-garantias-sanitarias.htm
http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/78102/1/WHO_HSE_PHE_IHE_2013.1_eng.pdf?ua=1

 

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