Adentrarnos en la creación de un mundo lleno de posibilidades de la mano de las nuevas tecnologías. Esta premisa se hace posible gracias a la reconstrucción tridimensional de nuestro pasado e historia.

  ¿Cuántas veces cada uno de nosotros hemos imaginado distintas formas de vivir la historia? Hacer la experiencia más accesible y cercana, repercutiendo en nuestro propio aprendizaje, es ahora posible al dotar una nueva opción de enseñar y aprender. Una novedosa forma de difusión beneficiosa para la comprensión global de nuestro pasado.

  Desentrañaríamos de ese modo la separación temporal-cultural que refleja la historia para encauzarnos en una absorción tecnológica, como puede verse en los avances sobre la "realidad virtual", creando un nuevo "cosmos" donde la persona experimenta y vive la historia. Así podremos cambiar la sensibilización al respecto y dotar a la historia ese puesto merecido, bajo la construcción social y cultural del "ser humano".

  Volviendo al tema, no solo damos pequeños pasos para la comprensión y el estudio. También forma parte de un contexto mayor, en el que la difusión se encuentra en sus cotas más bajas. Buscamos reafirmar nuestro patrimonio cultural, como elemento clave de nuestra identidad.

  La recreación 3D permite la construcción digital de un objeto similar al real. Contribuyendo como un fructífero aporte al estudio, preservación y conservación del patrimonio cultural. Creando nuevos métodos no invasivos que permiten esa conservación de nuestro pasado o al menos su preservación en nuestros registros digitales.

  La vinculación de este hecho a las nuevas tecnologías suscita un mayor valor a nuestro estudio, hablando del propio avance de la disciplina arqueológica, evolucionando desde sus formas y métodos, y queriendo buscar ahora esa gran olvidada: "la difusión global del pasado".

  Se resume todo lo expuesto en la formación de un nuevo horizonte, en la expresión y en la comprensión histórica. Se debe tomar una formación empírica. En definitiva, la expresión más interactiva posible para "sentir la historia" sin minusvalorar por otro lado el gran valor que tiene como repositorio de ideas o proyectos.

  Dicha reflexión trata tan solo de una aproximación al novedoso campo de la digitalización 3D. Además de lo que puede suponer para disciplinas como la historia, arqueología o antropología, plagadas hasta el momento de simples datos teóricos. Una práctica sin duda obsoleta, en un mundo en el que prima lo eminentemente práctico.

Bibliografía: 

- BALLART HERNÁNDEZ, J. y JUAN I TRESSERRAS, J. : Gestión del patrimonio cultural. Barcelona: Ariel, 2010.

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