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«Habemus Papam»: Los Papas en la historia

DAVID SÁNCHEZ MORENO Y JUAN ESTEBAN SALAZAR PÉREZ 12 de Mayo de 2025 a las 10:16 h

 

El 21 de abril de 2025, a los 88 años de edad, falleció el Papa Francisco, tras haber ejercido la función de 'sumo pontífice' durante los últimos doce años. El día de su muerte se inició el protocolo tradicional: confirmación de la muerte, funeral, entierro y cónclave. El cónclave consiste en una reunión del Colegio Cardenalicio en la cual los cardenales con potestad para votar se reúnen en la Capilla Sixtina de la Ciudad del Vaticano para elegir al nuevo papa. Esto ocurre siempre que la Iglesia Católica se declara en sede vacante, es decir, cuando se queda sin su cabeza visible, el pontífice (normalmente cuando fallece, pero también en caso de abdicación, como ocurrió en 2013 con Benedicto XVI).

 

Este sistema para la elección de un nuevo papa tiene su origen en la bula Ubi Periculum, redactada en 1274, durante el Segundo Concilio de Lyon. Antes de la bula, la elección de un nuevo pontífice recaía en manos tanto del clero local como de los laicos, y el proceso se alargaba en exceso. El objetivo para la promulgación de la bula fue acortar el proceso. Se impuso que los cardenales fuesen encerrados en un lugar apartado bajo llave (de ahí el origen del nombre: cum clavis), y en caso de que la decisión se demorase en el tiempo, se les iría reduciendo la comida y la bebida. En un inicio, la medida probó ser eficaz: en las primeras elecciones que se llevaron a cabo bajo estas restricciones, se eligió al papa en apenas un día. Sin embargo, en lo sucesivo la bula fue obviada y las elecciones volvieron a alargarse en exceso. El papa Celestino V sería quien volvería a imponer las normas del cónclave, que han pervivido hasta nuestros días. Aunque hoy en día la situación para los cardenales no sea tan severa, todo el ritual de elección que tiene origen en esta bula se ha mantenido.

 

 

El nuevo Papa Leon XIV. Fuente de la imagen: https://nuevecuatrouno.com

 

Es importante comprender que la elección del papa trasciende la relevancia que le da el ser la cabeza de la Iglesia Católica. El título lleva consigo un poder político. El papa es, además del más alto cargo eclesiástico, el jefe de Estado del Vaticano. Antes de la unificación de Italia, la Santa Sede solía contar con grandes posesiones territoriales sobre las que ejercía un poder absoluto bajo el nombre de los Estados Pontificios, pero desde 1929 hasta nuestros días el poder político directo del papa se limita a la Ciudad del Vaticano, enclavada en plena ciudad de Roma. Aun así, esto no limita la labor seglar que desempeña en el panorama internacional. Su papel diplomático como mayor representante de la moral cristiana ha sido imprescindible para el acercamiento de opiniones, como ha ocurrido recientemente con Francisco I en la guerra entre Rusia y Ucrania, o incluso en el conflicto en Gaza. De esta manera, el recién elegido León XIV tendrá que afrontar una serie de responsabilidades que incumben a la población más allá de sus creencias religiosas.

 

Puedes ampliar más información sobre la Historia de los Papas en los fondos de nuestra Biblioteca, así como una selección de libros que se encuentran expuestos en el vestíbulo de la biblioteca.


Fuentes:

Josep M. Colomer and Iain McLean. (1998). "Electing Popes: Approval Balloting and Qualified-Majority Rule". The Journal of Interdisciplinary History, Vol. 29, No. 1, pp. 1-22.

Ubi periculum (Wikipedia)

¿Cuáles son las funciones del papa? En National Geographic

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