La propaganda encumbró los logros del corsario inglés y ha mitificado la búsqueda secreta de tesoros desde entonces a expensas de los galeones españoles.
Se puede decir que la historia de la piratería transcurre paralela a la historia de la navegación. Allí donde hubo barcos cargados de mercancías surgieron piratas dispuestos a tomarlos por la fuerza. Desde Polícrates, que en tiempos de la antigua Grecia fue uno de los más famosos, hasta la actualidad, donde aun existen los cazatesoros. Siempre hubo quienes fueron en búsqueda de tesoros ajenos. Quienes despertasen el terror en los mares y costas, en búsqueda del botín. Barcos y costas en los puntos de mira. Los mapas de los tesoros, estrategias y expediciones estaban en manos de los más peligrosos y para mas clase incluso, una tradición vikinga, que algunos adoptaban, tenía por costumbre llevar a un poeta a bordo, que cubría de emoción el relato de todas las hazañas de los "reyes del mar". Tesoros, mapas, relatos... de piratas y corsarios hoy hablamos de Drake. Sir Francis Drake.
"Ninguna paz al otro lado de la línea". De carácter fuerte, no solía tener piedad. Su astucia le llevó a la fama, valiente caballero para su nación y lo opuesto para España.
Tras la famosa bula del papa Alejandro VI en 1493, las demás naciones, no tardaron en reaccionar. En realidad, la primera nación fue Francia, Francisco I protestó: "Quisiera ver el testamento de Adán por el que se me excluye a mí de esa parte del mundo". Estimuló a los armadores particulares y hacia 1537, la zona del Caribe estaba infestada de piratas franceses.
Inglaterra, les otorgaba una patente de corso y bajo la protección de la reina Elizabeth aparecieron los primeros piratas en el Caribe. La mayoría eran Nobles y sino lo eran y cometían una buena y rentable hazaña, eran incentivados dándole la entrada a la Nobleza. Así fue con Sir Francis Drake. Las tenía todas consigo. Esta famosa "Letter of Marque", era una patente de límites muy ambiguos, daba un amplio juego de acción a los capitanes, pues los fines justificaban todos los medios. Sus objetivos eran muy claros. De proa a los galeones españoles y portugueses que transportaban los botines mas preciados. También las colonias establecidas en América, serían los puntos a "explorar".
Letter of Marque
Letter of Marque
Aún así, cuando los buques no formaban parte de alguna expedición, de igual modo hacían valer su permiso real y saqueaban todo aquello que encontrasen. Solo que el botín lo repartían entre los navegantes de turno.
Tanto era así, que en las crónicas de la época les llamaban: "los perros salvajes del mar" y hubo cazadores de piratas. Hubo lugares tan castigados por su "plaga" que se crearon organizaciones en la caza de piratas, pues llegó a significar una actividad muy lucrativa en la venta de esclavos, debiendo incluso entregar los quintos del rey.
Poseedores de una personalidad muy extraña estos piratas que llevaban consigo en sus tradiciones ancestrales, todo tipo de códigos que les identificaba. Talismanes, trofeos, vestimentas y simbologías. Aunque lo más curioso: supersticiones, tales como que si un gato negro merodeaba el barco, ni el capitán más peligroso y malvado, era capaz de embarcar a su tripulación.