Inicio Biblioteca Complutense Catálogo Cisne Colección Digital Complutense

Las grandes familias de Maurice Druon

Carlos Lombas Huerta 27 de Abril de 2010 a las 14:42 h

La familia es un nido de perversiones. Simone de Beauvoir.

De lo que no me queda ninguna duda tras leer Las grandes familias de Maurice Druon, es que no es una novela de amor, más bien lo es de todo lo que en las familias es endémico: del odio, la envidia, la rivalidad y la venganza. Eso no excluye que existan en la ficción y en otras realidades verdaderos equilibrios emocionales y afectivos que imprimen al entorno en el que habitan, cierto aire de irrealidad al observarlos, según ciertos espectadores externos.

Aunque la publicidad editorial dice que es inédita hasta ahora en España, fue publicada en 1974 en la colección de los Premios Goncourt de la editorial Plaza y Janés.

Noël Schoudler, banquero de edad avanzada, es un magnate de los negocios del azúcar. Vive en el París de entreguerras, gran amigo de los políticos relevantes franceses, tiene buenas relaciones con el alto clero católico y es dueño de un periódico important.

Su hijo François está casado con Jacqueline Le Monnerie, el otro apellido más importante de Francia, ellos y sus descendientes están destinados a regir los destinos del país.

Tanta ambición, tanto poder, entrelazados con las rencillas, mantienen a todos estos personajes, que ocupan esas posiciones privilegiadas, en un roce constante con la tragedia, provocado por las estrategias para mantener sus destinos.

Nadie es tratado con delicadeza en este hervidero parisino de pasiones, si exceptuamos los breves del abuelo Noël con los nietos.

Druon de la mano del señor Schoudler, conscientes ambos de que los años van marcando sus cuerpos y las ideas, igual que al resto de sus amigos, se interpone con una tajante crudeza a la entrada en sus estrategias, de frívolos advenedizos, como su primo Simón Lauchame, que intentan socavar, como si fuera ley de vida de la generación siguiente, sobre la anterior, los cimientos de sus castillos.

Sin compasión, autor y protagonista, despedazan a los intrusos, haciéndoles sentir con amargura sus osadías, siempre bajo el dictado salomónico del poder de la palabra. Todos se sienten condenados a su tiranía, han de abdicar de las ilusiones y seguir bajo su yugo.

Noel no pide veneración, bajo su imperio los demás pierden y han de esperar su verdadero turno vital para mandar.

Pero los acontecimientos le dan la vuelta  al destino planeado.

Las grandes familias es el retrato acertado de una clase dominante que se perpetúa sin concesiones,  perfectamente estructurada, con personajes muy concisos y rodeados de las dosis de odio propios de un mundo de títeres, bajo los intereses de Noël Schoudler.

Esta novela forma parte de una trilogía, con otros dos títulos La caída de los cuerpos y Cita en el infierno.

Las grandes familias fue llevada al cine en 1958 por Denys de La Patellière e interpretada por Jean Gabin, Annie Ducaux y Jean Desailly.

La película que no pierde en su adaptación ningún elemento esencial del autócrata, centra su discordia en la importancia que tienen las noticias que aparecen en su periódico, para el mundo que domina Noel Schoudler. Bajo su férrea dirección consigue  imponer su ideología y mantener su poder, también en su compleja vida intima y familiar, sin olvidar su preponderancia como magnate. Con un Jean Gabin, actor más bien protagonista de personajes bondadosos, en el papel de un Noël soberbio. 

En 1989 se convirtió en una serie de televisión dirigida por Edouard Molinaro y protagonizada entre otros por Evelyne Bouix , Mchel Piccolli , Pierre Arditi , Roger Hanin

"La sociedad y la familia se parecen al arco de un palacio; quitas una piedra y todo se derrumba". El Talmud.

Maurice Druon (1918-2009) nació en París, hijo natural del actor ruso Lazare Kessel de la Comédie Française, quien se suicidó antes de reconocerlo. Estudió Letras y Ciencias Políticas y su temprano interés por la literatura le llevó a colaborar en prensa desde los dieciocho años. Después de haber combatido en los inicios de la guerra, dejó Francia en 1942 para unirse a las filas de De Gaulle junto con su tío, el escritor Joseph Kessel, con quien escribió la letra del famoso Canto de los partisanos que fue utilizado como himno por la Resistencia Francesa.
En 1946 retomó su carrera literaria y en 1948 recibió el premio Goncourt por la novela
Las grandes familias, primera parte de la célebre trilogía que completaría con las novelas La caída de los cuerpos y Cita en el infierno (que Libros del Asteroide publicará próximamente). Entre su extensa obra, que consta de novelas, ensayos y obras teatrales y de literatura infantil, destaca también la exitosa serie de novelas históricas Los reyes malditos, que publicó entre 1955 y 1977, y la novela Alejandro el Grande de 1958. A finales de 1966 fue elegido miembro de la Academia Francesa, de la que fue secretario perpetuo desde 1985 hasta su dimisión en 1999. Desde esta institución se erigió en uno de los más acérrimos y polémicos defensores de la lengua francesa.
Desarrolló también una brillante carrera política: fue ministro de Cultura entre 1973 y 1974 siendo Georges Pompidou presidente de la República, ocupó varios cargos diplomáticos y fue diputado por París entre 1978 y 1981. Entre las innumerables distinciones que recibió a lo largo de su carrera cabe nombrar la de Comendador de las Artes y las Letras. Murió en París pocos días antes de cumplir 91 años. (datos de editorial asteroide)

Denys de La Patellière, nació  en Nantes en 1921 en una familia aristocrática y estaba destinado a ser un oficial de carrera. En la Segunda Guerra Mundial forma parte del Ejército de Liberación. Más tarde se convirtió en director asistente de Georges Lacombe, Georges Lampin, Richard Pottier, o René Maurice Labro El Hénaff. En 1953, colaboró en el guión de Leo Joannon Los aristócratas (1955), donde Denys de Patellière se encarga de la puesta en escena de la película. En 1957, grabó su primer éxito comercial de Los huevos de avestruz. En  1958 rueda Las grandes familias  , adaptando la novela de Maurice Druon, con Michel Audiard. Sin embargo, su más notable es una película de guerra, Un taxi para Tobrouk (1960), con Lino Ventura, de Charles Aznavour y Hans Kruger. Aunque sus siguientes películas no recibieron la misma audiencia, le Patellière sigue a cargo de proyectos más ambiciosos.  En 1963 es co-director franco-italiano-yugoeslava, La fabulosa aventura de Marco Polo. Pero con Dios Todopoderoso (1965) cuando vuelve a la cima de la taquilla.  Se encuentra Jean Gabin, que se convierte en El Tatuado (1968) y The Killer (1971), con gran éxito gracias la gran complicidad entre los dos. Dirige a Fernandel en El viaje del padre (1966), realiza un remake de la legendaria Caroline chérie (1967), pero la aventura es un fracaso.  Por último, realiza una gira por Israel Sabra (1969), adaptación de la novela de Vahe Katcha. Denys de La Patellière es director de varias películas de televisión como El Conde de Monte Cristo (1979).(datos de la Cinematheque Française)

Bookmark and Share
Ver todos los posts de: Carlos Lombas Huerta


Universidad Complutense de Madrid - Ciudad Universitaria - 28040 Madrid - Tel. +34 914520400
[Información - Sugerencias]