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En la “Calle Mayor” de “Calabuch”, la orquesta “Surcos” interpreta “Canciones para después de una guerra”. (Retransmitido por RNE, en directo, para el programa “España para los españoles”)

5 de Septiembre de 2012 a las 13:56 h

"El miedo seca la boca, moja las manos y mutila. El miedo de saber nos condena a la ignorancia; el miedo deshace, nos reduce a la impotencia. La dictadura militar, miedo de escuchar, miedo de decir, nos convirtió en sordomudos. Ahora la democracia, que tiene miedo de recordar, nos enferma de amnesia: pero no se necesita ser Sigmund Freud para saber que no hay alfombra que no pueda ocultar la basura de la memoria". Eduardo Galeano.

Con la alegre pantomima de una sociedad ejemplar, bajo el yugo y las flechas, y silenciando a los que conocieron otra historia, o expulsándolos, el cine de los años 40, 50 y 60 cerro los ecos de la línea de cine europeo, que durante los años 30 estaba despuntando en la España, que subida al carro del modernismo, se maquillaba para vivir las libertades cinematográficas de los años 20 y décadas posteriores, europeos y americanos, bien diferentes entre ellos. Ciertos hombres como Berlanga o Bardem, supieron infiltrar dentro de los cánones, algún aire critico, que hoy y siempre será la prueba para juzgar los trastablilladas curriculas gobernantes, con índices militares..

"Toda dictadura, sea de un hombre o de un partido, desemboca en las dos formas predilectas de la esquizofrenia: el monólogo y el mausoleo". Octavio Paz

El monólogo era el NODO, y el mausoleo, todo el país, bajo la doctrina de la fe. Ambos pasarían a ser el medio para fabricar, desde uno hacia el otro, la catarsis que fue desdibujando la memoria de la atrocidad de aquel general pequeño, rubicundo e inmensamente ignorante, rodeado de fieles, que oraban en latín sin comprenderlo, y se sometían a los cilicios de la falta de educación, y al abuso laboral. Y también a los insignes dominios del medallero santoral y guerrero.

Pero sin embargo es la hora de pasar por los argumentos de esta diáspora de costumbres, con la ayuda de los especiales directores nacionalsindicalistas, pegados a la doctrina del régimen, y ofuscados por la contaminación del cine americano,  ya mutilado y fingido, que por incensurable y poco aparentemente político, se acabaría colando, adulterado, entre los reclinatorios fascistas y devotos.

Un piélago abría la imposibilidad de prosperar, y todo era rodeado por la simpleza de unas fiestas populares, bajo el palio agrio de los resortes, sostenido por  propios y extraños, señoreado por las hombrías y los sentimientos escondidos en la sociedad sin fuelle, que lo mismo engañaba a una soltera, que mareaba a un toro, o abducía a un niño para que simulara orar, mientras se fugaba hacia el seminario ( sabiendo que bajo sus túneles, fornicadores, madres, hijos y súcubos se hacían comensales de la bendecida mesa del clero). Nunca hubo más amatorios clandestinos, más hipocresía, más contradicción sexual, que no nos ha llegado en forma de denuncia pública, a nuestros días.

Entre catequesis y  sacristías, puertas sin cerrojos y experimentos seminales de los padres eclesiásticos, responsables de la moral inmoral amanuense, estuvo el fruto de los radiantes mandatos de la comunión de  "la collares" y sus secuaces.

Esto fue el eje argumental de aquel cine.

"La literatura se va allá donde está el peso de lo vivido" Herta Muller

En lo que leíamos y con las letras de las canciones, continuaron bombardeándonos desde la radio, entre la administración de los cantantes del régimen, escuchábamos la prolongación y consolidación de la moral, con presentadores anacrónicos y estimulantes datos de felicidad.

Bien conocedores de los métodos de los censores, Cela fue uno de ellos, Berlanga y Bardem presentaban la historia como una cinta plana, una amalgama de vidas, ya pulidas, y sin ningún análisis fuera de guión, a sabiendas que había las entrelíneas que unos vieron, dejando llegar a aquella podrida dictadura, a los limites del adoctrinamiento, con cuñas sutiles.

Se imponía todo, no quedaba un resquicio de aire que no estuviera monitorizado por las autoridades locales, desde las referencia a la forma y manera de comer, de entrar, de salir, de vestir, de leer, de cantar, de relacionarse, de viajar, los porque y para qué,  y los debes, que alcaldes, curas, monjas, militares, furrieles y guardia civil, impusieron el estado de control más absoluto, siempre bajo la amenaza de la cárcel o la multa, ambas cosas afectaban a la paupérrima economía familiar

 "Siempre dije que Macondo era mi pueblo y cuando hace poco visité el barranco donde mataron a Lorca en Granada pensé, con aquel frío, que las rocas y los árboles eran los mismos que los de los campos de concentración. Decía Semprún que la naturaleza es indiferente, cada uno ve en el árbol y en la piedra lo que quiere ver"Herta Muller

No vamos a encontrarnos con un alma que no nos diga que aquel cine era un poco la exposición de las penurias que circundaban la pobre tierra nuestra, pero en el subconsciente colectivo, ya a finales de los 60 y primera parte de los 70, lo empezamos a ver como una denuncia, disfrazada de exposición y alabanza de la moral.

Quien me iba a decir que estar situados en medio de aquel erial, sin más recursos que los esenciales para comer, correr, dar vueltas con el arado o transportar carbón y agua, iba a ser parte de un cine, de una trama, que haría una muesca permanente en nuestra forma de protestar, en nuestro criterio con los déspotas, y en nuestra benevolencia con el mundo rural, con lo rural en lo urbano, y agregar el grito hasta la algarada política gobernante, que nos ha llevado a la actual payasada que nos representa.

Tenemos un sentimiento de cierto desprecio por lo que nos toca,  un volver al camino que la posguerra inicio, y ahora podría ser más violento, pues las fuerzas represivas están instruidas para hacer un daño más letal, y los políticos van blindados y vuelan en jet pagados con dinero público.

Pero habría otra argumentación política menos severa, para acercarnos hoy a nuestro cine de las décadas míseras de la España franquistas, si no fuera que aquella reunida exposición de idiosincrasia, se revolvía entre los engranajes del poder, casi siempre por encargo, a modo de alabanza, y con pulpitos y censores de por medio. Hoy en la distancia salvo estás cuatro películas y poca más de Bardem y Berlanga. El resto, propaganda del régimen, del que perviven hoy, hijos y nietos en el poder, tanto económico como político. Y de lo que se come se cría, ya lo ven ustedes, su catecismo aflora en el cinematógrafo diario de sus mítines y comparecencias políticas y ejecuciones legislativas.

Pero volvamos al mundo del cine.

El neorrealismo italiano lo consideramos muy meritorio, pero no vemos el antropológico pozo de algunas joyas equidistantes, que se filmaron y exhibieron en las televisiones y en cines de nuestro país, en horarios entre misa y rosario, y previo a la temprana hora de la cena de sopas de ajo.

Comencé a ver cine en la tv, los seriales, el estudio 1, el berlanga, el bardem, las zarzuelas, Marcelino, las beatificas vidas de santos, en súper 8, ¡esas fueron las primeras, antes de la comunión!, ¡que satisfacción debió de tener Raimundo, el gran cura joven, por  poder traernos aquellas novedades, a eso niños perdidos entre los matojos y el arado!

El cine americano vino después, primero desde la versión de la pacata religión protestante americana de los años 50, ya censurado, y luego la propia, con cambio en las versiones de guión; cortando besos, sin rodillas, ni oscuros amoríos o familiaridades, ajenas a catolicismo y centrados en la familia, con estructura y sin desaires.

Nuestra picaresca se extendía por las relaciones familiares, como una estrategia de supervivencia, hasta el mundo laboral, pasando por los periodos de noviazgo, amistad, relaciones rurales y pseudo núcleos urbanos, encendiendo en el mercado negro, el hambre, la sicosis de la necesidad y la rivalidad fraternal y fratricida, alimentada durante el conflicto bélico previo a este cerco, Fuimos un camposanto custodiado por mastines.

Y estas cuatro películas son un poco una parte representativa de la molicie cinematográfica sobre la década más hambrienta.

Calabuch (1956), se asemeja a una comuna rural, con vistas al mar, donde se escapa poco del control, de las fuerzas vivas, iglesia, estado y ejercito, y siempre por encima el poderío estadounidense sin posibilidad de réplica a sus designios. Fueron sus actores principales bajo la dirección de Luis García Berlanga: Edmund GwennValentina CorteseFranco FabriziJuan CalvoFélix FernándezJosé Luis OzoresJosé IsbertFrancisco BernalManuel AlexandrePedro BeltránManuel Beringola.

El bonachón profesor Hamilton, se refugia en Calabuch, tras darse cuenta que sus descubrimientos científicos relacionados con el mundo de las bombas, no sería provechoso para la humanidad, como  él había pensado, descubriendo la parte atroz de la civilización, representada por los designios militares. Y allí en su  idílico retiro, va encontrando la humanidad que cada personaje, a su manera, manifiesta en su relación con los otros habitantes, y al unísono buscan el hueco para este amable intruso que exhala bondad. Nos queda claro que el final es el aplauso a la actuación resignada del científico, y su vuelta al país bajo la protección cínica del ejército de los EE.UU. Todo lo demás es pura crítica de su director, ya revisada en sus otras producciones, sobre el capricho hegemonista norteamericano.

Nos queda la expresión de una pequeña parcela de felicidad y la denuncia del mal uso de la ciencia. Una gran comedia, ciertamente optimista, sobre el reto del género humano, que excluye a los armados.

La señorita de Trevélez( 1916),  obra de teatro del fiel franquista Carlos Arniches, es el punto de partida de la siguiente película. En la comedia, un grupo de aburridos bromistas, miembros del Guasa Club,  que expresan su pacatismo burgués, gastando bromas a los demás. Una benefactora de sus bromas es Florita, la señorita de Trevélez, soltera, madura y un poco fea, que recibe una carta  de Tito Guiloya, fingiendo estar enamorada e ella, creándole un universo de ilusión que nunca imagino. Enredando la mentira, surgen más burlescos pretendientes, adquiriendo la trama, apuntes de esperpento, que acaba en duelos. La farsa sobre la farsa, pasa a ser un asunto peligroso, y deciden contar la verdad. Tras  la cólera, la pena y la decepción, la vida continua, con los ritmos marcados por las costumbres locales. La obra de teatro fue representada en multitud de ocasiones,  por todos los teatros de España, y llevada al cine por Edgar Neville.

Pero pasó a ser más conocida, cuando Juan Antonio Bardem, la tomo como base para el guión de su película: Calle Mayor (1956), donde personajes poco apasionados, casi jocosos y algo tristes ponen lo femenino al servicio de lo masculino, siempre muy cerca de la agresión, ante su desobediencia. Se marca una pequeña diferencia de estilo con la  burguesía, distanciada por sus posibles.

Exposición de la vida en un redil, dentro de otro redil.

En unas celdas compactas, más bien pequeñas,  en las que subdividieron a nuestro país, se da al hombre las libertades de la testosterona, para prefijar su papel ante la carencia de valor de las personalidades femeninas, jugando con los sentimiento de los otros, ocultando los suyos por si los vericuetos les hacían menos hombres del régimen, y de la doctrina católica. 

Interpretada por Betsy BlairJosé SuárezYves MassardLuis PeñaDora DollAlfonso GodáManuel Alexandre. El argumento sin llegar los duelos estilo dieciochescos, juega con el mismo engaño de enamoramiento fingido, a una madura desgraciada, próxima a quedarse para vestir santos, y dentro de la permisividad que les otorgada su aburrimiento y su baturrez provinciana. Bardem no deja tabla sobre tabla del cinismo que aquella doble moral, en casa y en prostíbulo, en la iglesia y en la taberna, que cierra con la conciencia abatiéndose sobre la cobardía.

Una mezcla de distintas obras costumbristas de Arniches, es el filón  de la película de José Antonio Nieves Conde, donde los ahogados inmigrantes, estrellan sus sueños contra el muro de la marginalidad que los acoge, en aquel rincón de Madrid, que aún hoy sigue alojando todas las diásporas. Nada ha cambiado. Llegas, te instalas, sueñas, buscar, te manipulan, lloras, te dan dos besos y vuelves a contra los granos en el huerto del pueblo donde naciste. Eso si llevas un zurrón de recelos, y un joyero de odio y fracaso, muy bien guardado.

Surcos (1951), de José Antonio Nieves Conde, es interpretada por Luis PeñaMaría AsquerinoFrancisco ArenzanaMarisa De LezaFélix DafauceFrancisco BernalFélix BrionesRafael Calvo RevillaMontserrat CarullaChano CondeRamón Elías, Casimiro HurtadoPilar SirventMarujita Díaz.

La familia Pérez  se traslada a vivir a la capital, con la idea de prosperar. Pero se enquista en un sueño de futuro, sin futuro  y con retorno, donde toda calamidad, es la espiral que lleva a otra calamidad, y el sufrido clan familiar está bloqueado en una sociedad  sólo más alquitranada que la suya,  donde se arrastran entre las pobrezas, la ruindad, la ignorancia, el estraperlo  y las envidias. Los otros madrileños, el empresario y la policía represalian al campesino.

Podríamos ver en su en aire neorrealista de denuncia, un cierto gol a la inculta censura, incluso  transmutada  a la misma zafiedad de los ociosos y socarrones hombres de la cinematografía.

Del pueblo a los barrios obreros de Madrid, se convierte en un apunte didáctico, para ver en ese mundo que no queríamos ver que existía.

Las inmigraciones son el limo que pobló, las grandes ciudades como Madrid, de las razones que muestran el fracaso. El de allá y el de acá, y el del retorno, exponiéndose a la vergüenza de sus vecinos. Ni las corruptelas, ni la marginalidad de la postguerra, sostenidas con las exposiciones de la tradiciones trasplantadas a la gran ciudad, sirvieron para oxigenar el progreso urbano. Tampoco arraigo la solidaridad y el cosmopolitanismo de otras grandes ciudades del mundo, que quizás  les hubiera dejado respirar y progresar.

 Canciones para después de una guerra (1971), presentada en formato documental  por  Basilio Martín Patino  con secuencias musicales, envolviendo los archivos cinematográficos de las dos décadas anteriores. Es el resumen de los años de postguerra, con las partituras de la parte ganadora. La visión de imágenes de sometimiento, humillación, vencidos arrinconando a los vencidos, togas, echarpes, fabulaciones de la realidad y la intensa vigilancia utilizada para resquebrajar ánimos, aislando la información que pudiera alunizar sobre los inconformes  o sus escondidas aspiraciones. Llorarás sin poder evitarlo.

El reparto de los vocalistas es: Imperio ArgentinaEstrellita CastroMiguel de MolinaLola FloresCelia GámezJuanita Reina.

Es la música que rodeo aquel silencio oscuro de un NODO  perpetuo. Sutiles párpadeos musicales superpuestos, como un juego de contrarios, sobre unas imágenes cargadas de dramatismo, ensordeciendo los lamentos de una sociedad  triste.

Me queda decir que aquellos que iban y venían de la emigración, algo de cine habían visto, y aunque escasamente los directores y guionistas se movían por Europa, encontraban pocas posibilidades de introducir en el guion  español otras visiones, que pudiera llegar a las pantallas españolas, aireando ideas en contra del dogma "vivíamos  en el mejor de los mundos".

De obligatoria exhibición en todos los ámbitos educativos y sociales para que no se oscurezca la memoria, y veamos el camino de algo que puede ocurrir de nuevo,  alrededor cerca o incluso a nosotros, en un breve periodo de tiempo.

Carlos Arniches y Barrera; Alicante, 1866 - Madrid, 1943. Comediógrafo español considerado el más claro continuador del sainete costumbrista del siglo XIX. De joven colaboró con el diario La Vanguardia, de Barcelona, hasta que se trasladó a Madrid. Encontró un protector en el músico Ruperto Chapí, autor de numerosas partituras del género chico y hombre popularísimo. Con su ayuda, Arniches logró entrar en el mundo teatral madrileño. Antes había colaborado en diversas publicaciones; pero su verdadera vocación era el teatro. Su primera producción consiste en sainetes y libretos para algunas zarzuelas de fines del siglo XIX y principios del XX en colaboración con Cantó, García Álvarez, Fernández Shaw y otros. Después desarrolló el llamado género chico (sainete musical y cuadro de costumbres de vivo colorido local) hasta transformarlo en comedia sin música. El ambiente que recrea esta faceta de su obra suele ser el Madrid finisecular, popular y castizo, con personajes que hablan un lenguaje alambicado que abunda en chistes veloces y giros rápidos. Arniches no sólo se limitó reproducir la jerga de ese Madrid tan peculiar, sino que fue creador de muchas expresiones que, una vez representadas, pasaron a ser de dominio público. A esta parte de su producción pertenecen títulos tales como Las estrellas (1904), La flor del barrio (1919) o Los milagros del jornal (1924).

La crítica suele dividir la totalidad de su obra en tres apartados, que cultivó indistintamente: género chico, sainete extenso y tragedia grotesca. En el primero merecen mencionarse La fiesta de san Antón (1898) y El santo de la Isidra (1902); en cuanto al tercero, Arniches fundió lo dramático con lo caricaturesco, anticipándose en cierta forma a los esperpentos de Ramón del Valle-Inclán. Su ambiente suele ser idéntico al del sainete, pero aquí lo cómico encubre una emoción grave que sirve para introducir la crítica, el humor negro o la tesis social. Entre sus restantes títulos cabe recordar La señorita de Trévelez (1916), Los caciques (1920), La heroica vida (1921) y Es mi hombre (1921). Su producción comprende unas 270 obras escénicas estrenadas a lo largo de un período de más de cuarenta años, que va de Los aparecidos (1892) a Don Verdades, terminada el día antes de su muerte repentina, ocurrida en 1943. Obra tan vasta es naturalmente muy desigual, pero en toda ella se revela una vena cómica auténtica, sobre todo en la descripción de costumbres y en la pintura de los tipos castizos de los barrios del Madrid de fin de siglo. El lenguaje de Arniches es fluido y pintoresco y en él abunda el chiste rápido y fresco, el retruécano, la frase de argot; a menudo las situaciones lindan con la astracanada, pero siempre hay en su humor un fondo genuino, de observación atenta del ambiente. En las situaciones dramáticas, en cambio, cae a menudo en la nata sensiblera. Con todo, no puede negarse que Arniches ha sido un extraordinario exponente del casticismo madrileño, del cual supo recoger modos y estilos al par que lo enriqueció con aportaciones personales que tienden a su estilización y no pocas veces a su caricatura.

Luis García Berlanga, (1921-2010) Director y guionista, Luis García Berlanga Martí nació en Valencia (España) el 12 de junio de 1921, en el seno de una familia burguesa. Su abuelo había sido gobernador civil de Valencia y su padre fue diputado en tiempos de la Segunda República por Unión Republicana.

Estudió con los jesuitas y estuvo durante un tiempo internado en un colegio suizo. Cuando su padre ingresó en prisión por formar parte del Frente Popular, Berlanga, que estudiaba Derecho y Filosofía y Letras, abandonó la Universidad para enrolarse en la División Azul como medida para que las autoridades tratasen con benevolencia a su progenitor. En los años 40 escribió en "Las Provincias" y a mediados de la década comenzó sus estudios en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas de Madrid, rodando por esta época sus primeros cortos, "Tres Cantos" (1948), "Paseo por una guerra antigua" (1948) y "El Circo" (1949). En el año1951 debutó en largometraje con "Esa pareja feliz" (1951), comedia co-dirigida y escrita junto a Juan Antonio Bardem que contaba con el protagonismo deFernando Fernán Gómez, Elvira Quintillá y José Luis Ozores. Esta cinta supuso un aire fresco y una orientación diferente al, salvo excepciones, acartonado cine español realizado tras el conflicto bélico español. Bardem y Berlanga volvieron a colaborar en "Bienvenido Mr. Marshall" (1952), un film dirigido por el autor valenciano y escrito entre Bardem, Miguel Mihura y el propio Berlanga que ganó varios premios en el prestigioso Festival de Cannes. Sus protagonistas principales eran  Pepe Isbert, Lolita Sevilla y Manolo Morán. Este título ejemplifica bien su cine, generalmente coral y narrado en planos secuencia con rasgos de sátira, farsa, humor negro y una visión crítica y esperpéntica de la realidad sociocultural y política española.

 

 

A pesar de todo, las secuelas de "La escopeta nacional", "Patrimonio nacional" (1981) y "Nacional III" (1983), "La Vaquilla" (1985), representación cómica sobre el conflicto de la Guerra Civil, la floja "Moros y cristianos" (1987), "Todos a la cárcel" (1993), y "Paris Tombuctú" (1999), intentaron mantener el tono divertido y el enfoque crítico y ácrata que caracteriza la mejor obra del director y guionista valenciano, uno de los nombres imprescindibles en la historia del cine español. Cuatro años después de "El verdugo", Luis García Berlanga y Azcona filmaron en Argentina "La Boutique" (1968), infravalorado y agudo título protagonizado por Sonia Bruno en el papel de una mujer que finge tener una enfermedad incurable para que su esposo le preste mayor atención. "¡Vivan los novios!" (1970), con José Luis López Vázquez y Laly Soldevilla, interesante pero título menor de su filmografía, "Tamaño natural" (1974), una curiosa historia de amor entre un hombre interpretado por el francés Michel Piccoli y una muñeca hinchable, y "La escopeta nacional" (1978), coral y ácida diatriba sociopolítica con José Sazatornil "Saza", Luis Escobar, José Luis López Vázquez y Mónica Randall como protagonistas fueron sus títulos en la década de los 70, época de transición y libertad política que terminó, paradójicamente, perjudicando el cine de su autor, quien se movía mucho mejor intentando salvar con ingenio los límites de la censura franquista.

Y  Novio a la vista" (1953), con Josette Arno, Jorge Vico, Antonio Vico y José María Rodero, fue su tercera película. De nuevo contó con la ayuda en el guión de Juan Antonio Bardem y de otro de los grandes de la cinematografía española, Edgar Neville, para construir otro título cargado de ironía y perspicacia. El actor estadounidense Edmund Gwenn fue el elegido para protagonizar una de sus mejores películas, "Calabuch" (1956), la historia de un prestigioso científico nuclear refugiado en la pequeña localidad de Calabuch tras cansarse de que sus investigaciones fuesen empleadas en intereses militares. El film fue premiado en el Festival de Venecia.n"Los Jueves, Milagro" (1957) fue su último trabajo como director en la década de los 50, incidiendo de nuevo y a pesar de la mano de la censura en su tramo final, en su brillante talento para la sátira. En esta época participó en el guión de "Familia Provisional" (1958) película dirigida por Francisco Rovira Beleta. Los años 60 comenzaron con dos de sus obras más importantes, "Plácido" (1961), un título protagonizado por Cassen y José Luis López Vázquez que le valió una nominación al premio Oscar como mejor película de habla no inglesa, y "El verdugo" (1963),  fue la primera vez en la que Berlanga colaboró en largometraje con el guionista Rafael Azcona, el autor de títulos como "El pisito" o "El cochecito". Con anterioridad, ambos habían escrito "Se vende un tranvía" (1959), cortometraje realizado por Juan Estelrich, y colaborado en "Las cuatro verdades" (1963), una co-producción hispano-franco-italiana de episodios basados en adaptaciones del fabulista Jean de La Fontaine. Los otros directores eran René Clair, Alessandro Blasetti y Hervé Bromberger.negra con Pepe Isbert, Nino Manfredi y Emma Penella que volvió a encontrar notable repercusión internacional, siendo de nuevo galardonado en Venecia.

A partir de los años 80 su filmografía se trivializa en muchos de sus aspectos y jamás volvió a realizar las obras maestras del pasado.

Y luego, fue guinonista de Villarriba y Villabajo (para televisión), (1994)  y la dirigió  junto a Carlos Gil y Josetxo San Mateo,  luego Blasco Ibáñez, la novela de su vida (para televisión, 1997) y El sueño de la maestra (2002), un cortometraje. En el año 1986 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y en 1993 el Goya al mejor director por "Todos a la cárcel". Falleció el 13 de noviembre del año 2010. Tenía 89 años de edad.

Juan Antonio Bardem Muñoz, Madrid, 1922-2002. Director de cine español. Nacido en el seno de una familia muy vinculada al teatro desde generaciones, estudió en el colegio El Pilar, pero su vida estuvo siempre pendiente del trabajo de sus padres, que les obligaba a recorrer las ciudades españolas con sus repertorios escénicos. Tras la Guerra Civil cursó los estudios de ingeniero agrónomo (1943-48), carrera desde la que se animó a ingresar en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas (IIEC) que se inauguró en 1947 como centro de formación para futuros directores y profesionales del cine español.

Allí formó grupo con Luis García Berlanga, Florentino Soria y Agustín Navarro, entre otros. No llegó sin embargo a obtener el título finalmente, por suspender la práctica que debía presentar. Durante su estancia en el IIEC, participó en proyectos comoPaseo por una guerra antigua (1947) y Barajas, aeropuerto internacional (1950), escribió varios guiones (como "Cerco de ira" para Carlos Serrano de Osma, profesor del Instituto) y colaboró como crítico en publicaciones como ÍndiceLa hora y, años después, en Objetivo, revista de la que fue cofundador (1953).

Dio sus primeros pasos al lado de Berlanga, codirigiendo Esa pareja feliz (1951), una excelente película en la que se pretendía hacer una radiografía de la España de la época. Participó en el guión de ¡Bienvenido, Mister Marshall! (1952), de Luis G. Berlanga, producción que le planteó los primeros problemas importantes en su carrera: un enfrentamiento con miembros de UNINCI, la productora de la que comenzó formando parte como accionista. Fueron años en los que Juan Antonio mostró su adhesión al Partido Comunista de España, fidelidad que mantendría hasta el último día de su vida.

Bardem inició su carrera en solitario (sin perder la oportunidad de escribir historias para otros) con Cómicos (1953) y Felices Pascuas (1954), películas en las que demostró, con ciertos desequilibrios, que sabía dar la imagen apropiada a historias tan distantes como el acercamiento al mundo del teatro y de las compañías de repertorio y la comedia agridulce. Juan Antonio fue un profesional cuya presencia se hacía patente en todos aquellos eventos nacionales e internacionales y proyectos que buscaban altura intelectual. No pasó desapercibida su asistencia a las Conversaciones de Salamanca, celebradas en 1955. Allí fue donde dejó plasmado el famoso y discutible pentagrama sobre los defectos del cine español, un cine que según su opinión era "políticamente ineficaz, socialmente falso, intelectualmente ínfimo, estéticamente nulo e industrialmente raquítico". Fueron momentos políticamente intensos, en los que los jóvenes buscaban alternativas al cine que dominaba el panorama español de la época.

Los dos siguientes filmes de Bardem aumentaron su prestigio hasta convertirlo en uno de los principales cineastas del mundo. En ellos -Muerte de un ciclista(1955) y Calle Mayor (1956)-, el director expresa la amargura de la vida española bajo el franquismo. Estas valientes películas irritaron al régimen. Fue arrestado durante el rodaje de Calle Mayor, y aún permanecía en prisión cuando Muerte de un ciclistaganó el Premio de la Crítica del Festival de Cannes. En 1958, Bardem se convirtió en presidente de la productora Uninci. Fue el responsable de la producción de Viridiana (1961), de Buñuel, cuyas repercusiones causaron gran agitación en la industria cinematográfica española: muchos perdieron su trabajo, en tanto que la Uninci vio drásticamente reducido su marco de operaciones.

Durante una década, la que va entre La venganza (1957) y El último día de la guerra (1968), Bardem abordó historias que, desde un compromiso político, se centraron en el análisis de realidades sociales desde la perspectiva de unos segadores, la lucha del poder en el México del XIX o el mundo taurino. Son películas en las que no acertó creativamente hablando, y que obtuvieron una escasa repercusión pública.

A partir de este momento, Bardem se adentró en un cine más comercial, con el que justificó su oficio pero sin pretensiones. Fueron compromisos en los que se encontró con figuras del cine español que vivieron etapas muy diferentes. Dirigió a Sara Montiel en Varietés (1970), a Marisol en La corrupción de Chris Miller (1972) y El poder del deseo (1975) y a Alfredo Landa en El puente (1976), película que recibió el Gran Premio del Festival de Moscú del año siguiente. Recuperó el aliento político con Siete días de enero(1978), historia centrada en los acontecimientos acaecidos en un despacho de abogados laboralistas madrileños, y en la coproducción La advertencia(1982), historia centrada en un líder comunista búlgaro.

En los años ochenta se volcó en diversas producciones para televisión, tanto capítulos de series como Jarabo (1985), una producción de Pedro Costa para "La huella del crimen", y series como Lorca, muerte de un poeta (1987) y El joven Picasso (1991). Buena parte de las películas de Juan Antonio Bardem fueron seleccionadas para los mejores festivales de cine internacionales (Cannes, Venecia, Berlín, etc.). La venganza (1957) fue nominada para el Oscar a la mejor película extranjera. En 1986 recibió la Medalla de Oro de las Bellas Artes. En 2001 recibió el Goya Honorífico de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. En 2002 escribió sus memorias con el título Y todavía sigue. Memorias de un hombre de cine. Tras su muerte, la Asociación de Directores de Cine le concedió el premio de honor en la XVIII Edición.

José Antonio Nieves Conde, nació en 1915 en Segovia,  empezó en el mundo del cine como guionista en 1942, cuando escribió Vidas cruzadas, adaptación de una obra de Jacinto Benavente, que sería llevada al cine por Luis Marquina. Poco después fue reclutado como asistente de dirección por Rafael Gil, para Huella de luz, con Antonio Casal. Su opera prima como director fue Senda ignorada, una correcta película de suspense con Alicia Palacios. Durante la década de los 40, dirigió películas tan interesantes como Angustia y Llegada de noche, pero el cineasta se consagraría a principios de los 50, sobre todo con Balarrasa, de 1951, en la que Fernando Fernán Gómez interpretaba a un sacerdote. Fue un gran éxito que junto con La guerra de Dios, del citado Rafael Gil, y Marcelino Pan y Vino, de Ladislao Vajda, se integra entre los mejores títulos del cine religioso, género muy recurrido en nuestro cine de esa época.

Su película más importante fue Surcos, de 1951, que narraba los avatares de una familia rural que se trasladaba a vivir a la capital, y las pasaba canutas. Como Nieves Conde pertenecía a la Falange, no era sospechoso de ser hostil al régimen, lo que le permitió realizar la crítica más certera y aguda a la España de entonces, describiendo los principales problemas sociológicos. Siempre se ha comparado la película con el neorrealismo italiano, aunque la película de Nieves Conde sólo se parece a las películas de Rossellini o Visconti por su temática social.

La película favorita del propio Nieves Conde fue Los peces rojos, uno de los mejores filmes policíacos rodados en nuestro país. Arturo de Córdova interpretaba a Hugo, un escritor fracasado que mantiene relaciones con Ivón, una chica del coro. Durante una noche tormentosa, el hijo de Hugo cae al mar y es arrastrado por la corriente marina. Un comisario investiga el caso. A partir de esa película, el director cambiaría constantemente de género, rodando títulos como Prohibido enamorarse, adaptación de una comedia teatral de Edgar Neville. Otras de sus películas son El diablo también lloraDon Lucio y el hermano Pío o Cotolay, donde Vicente Parra interpretaba a san Francisco de Asís. La película más curiosa de su filmografía fue El sonido prehistórico, también conocida como El sonido de la muerte, una película de monstruos prehistóricos. Tras La revolución matrimonial y Las señoritas de mala compañía, llevó al cine Volvoreta, la novela de Wenceslao Fernández Florez, que se encargó personalmente de la escritura del guión. Los últimos trabajos de Nieves Conde antes de jubilarse fueron Más allá del deseo y La casa manchada.

Basilio Martín Patino (Lumbrales, Salamanca,1930). Estudia Filosofía y Letras en Salamanca. Director-Realizador por la Escuela Oficial de Cine de Madrid. Su primer guión cinematográfico Amanecida fue Premio Nacional en 1961. En 1963 realiza EL NOVENO y TORERILLOS, cortometrajes premiados en Oberhausen, Bilbao, Acapulco, Londres, Edimburgo, Florencia...

En 1966 realiza NUEVE CARTAS A BERTA. Concha de Plata en el Festival de San Sebastián, Primer Premio del Círculo de Escritores Cinematográficos, Premio de la Federación de Cineclubs, Premio en los Festivales de La Habana y Buenos Aires, Premio CIDALC 1967, invitada por el Festival de Pésaro y por el Museo de Arte Moderno de Nueva York...De 1967  es RINCONETE Y CORTADILLO, por encargo de TVE. El Ministerio de Información y Turismo interrumpe, requisa y hace desaparecer el material de rodaje. Y presenta en 1968 DEL AMOR Y OTRAS SOLEDADES, Sección Ofcial en la Mostra de Venecia. PASEO POR LOS LETREROS DE MADRID, mediometraje realizado en colaboración con J. L. García Sánchez. Luego en 1971  se estrena CANCIONES PARA DESPUÉS DE UNA GUERRA. Seleccionada por la International Film Exhibition of Hollywood. Estrenada con gran éxito de crítica y público en 1976. Seleccionada en 2003 para representar a España en el proyecto "Docs in Europe".

Y luego vinieron:

  • - QUERIDÍSIMOS VERDUGOS, de 1973, es realizada clandestinamente. Primer Premio del Festival de Cine de Taormina, Premio Festival Internacional de Prados.
  • - Y en 1974, CAUDILLO, realizada también en la clandestinidad, proyectada fuera de concurso en los Festivales de Berlín, Londres y Karlovy Vary, y Gran Premio en el Festival de Cine de Figueira-Dafoz.
  • - Su primer montaje video-gráfico es de 1980 HOMBRE Y CIUDAD. Música e imágenes sobre Madrid. En ese mismo año RETABLO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA. Veinte audiovisuales para la exposición sobre la Guerra Civil Española.
  • - INQUISICIÓN Y LIBERTADDE 1982 son Cuatro audiovisuales para la exposición sobre el Santo Oficio en España. Realiza también una serie de videos promocionales de Andalucía, entre ellos EL NACIMIENTO DE UN NUEVO MUNDO, audiovisual promocional de la candidatura de Sevilla en Chicago para organizar la Expo'92. Todos ellos en colaboración con J.L. García Sánchez.
  • - EL HORIZONTE IBÉRICO (1983). Audiovisual para la Exposición "Arte Ibérico" del Museo Arqueológico Nacional. Con la colaboración de Elbia Álvarez.
  • - LA NUEVA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA. ( 1984) Revista de video. En colaboración con J. L. García Sánchez. Ese mismo año pone en marcha EL BÚHO, emisora clandestina de televisión, dirigida por Pablo Martín Pascual.
  • - LOS PARAÍSOS PERDIDOS (1985). Sección Oficial en la Mostra de Venecia.
  • - MADRID (1987). Gran Premio Internacional de Cine de Autor de Bérgamo, Gran Premio del Festival Internacional de Troia, Primer Premio del Festival de San Remo; presentada en los Festivales de Barcelona, Viena y Estambul.
  • - LA SEDUCCIÓN DEL CAOS (1991), FIPA de Oro a la mejor película para televisión en el Festival de Cannes.
  • - HOLOSCOPIO (1992). Videoinstalación de 32 pantallas, hologramas y láser en la Catedral Vieja de Salamanca, dentro de la exposición LAS EDADES DEL HOMBRE. Dirigido por Pablo Martín Pascual.

En 1996 termina las siete películas que constituyen la serie "Andalucía, un siglo de fascinación": 
EL GRITO DEL SUR:CASAS VIEJAS (62') (estrenada en la Muestra "Face a l'histoire" del Centro Georges Pompidou, exhibida en el Festival de Lussas) 
OJOS VERDES (92')
SILVERIO (59')
EL MUSEO JAPONÉS (64')
EL JARDÍN DE LOS POETAS (71') 
PARAÍSOS (77')
CARMEN Y LA LIBERTAD (102')

En 2002 realiza OCTAVIA, seleccionada por el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, el London Film Festival, el Festival de Roma, y presentada en muestras de cine de Canadá, EE.UU, Australia y Latinoamérica. Obtiene el Premio a la Mejor Película en el Tiburon International Film Festival, 2003.

Ha sido miembro del jurado en los Festivales Internacionales de Cine de Venecia, Karlovy Vary, Berlín y Valladolid. La Semana Internacional de Cine de Valladolid en 2002 le dedica una retrospectiva y le concede la Espiga de Oro por toda su obra. En 2004 y 2005 realiza los audiovisuales HOMENAJE A MADRID sobre los atentados del 11M, proyectado en la Exposición "LA SEDUCCIÓN DEL CAOS: DOCUMENTO Y FICCIÓN EN LA OBRA DE BASILIO MARTÍN PATINO", organizada por PHotoEspaña en el Centro Conde Duque de Madrid; CORREDORES DE FONDO, para el pabellón de España en la Bienal de Arquitectura de Venecia y FIESTA, para el pabellón de España en la Exposición Universal de Aichi, Japón. El 7 de Noviembre la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España hace entrega de la Medalla de Oro 2005 concedida a Basilio Martín Patino "en reconocimiento a una obra que representa los valores imperecederos de la apuesta por un cine inteligente, complejo, e inmerso en la realidad y la evolución de un país".

Desde el mes de septiembre de 2006 hasta enero de 2007, realiza en el Centro de Arte "José Guerrero" de Granada la exposición PARAÍSOS, con gran éxito de público y críticas. 
 En 2006, también, el Equipo de Investigación de Hª del Cine Español y sus Relaciones con Otras Artes (EIHCEROA), de la Universidad de Sevilla, publica un libro homenaje sobre su obra andaluza. El Festival de Cine Documental ALCANCES, de Cádiz, el Festival CINESPAÑA en Toulouse, y el Festival de Cine de Montpellier, en Francia, le homenajean y hacen una retrospectiva de toda su obra.

Y en 2007 el Festival de Cine de Viareggio, Italia, le hace igualmente un homenaje con una retrospectiva de toda su obra. Otras retrospectivas se hacen en las ciudades de Bremen, Hamburgo, Roma y en el M.O.M.A de Nueva York. La exposición PARAÍSOS se presenta en el Museo de la Autonomía de Andalucía, en Sevilla. 

En el acto de Investidura como Doctor Honoris Causa realizado en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, presenta PALIMPSESTO SALMANTINO, montaje audiovisual especialmente creado para la ocasión. En 2008, preparó la Exposición ESPEJOS EN LA NIEBLA (Un ensayo audiovisual), para el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

(Datos de IMDB y Biografías y vidas)

Algún enlace como apunte complementario:

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