Un estudio realizado por científicos del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York demostró que existen dos cepas de bacterias que están en la boca de las personas, que cuando aumentan en cantidad, incrementan un 50 el riesgo de desarrollar tumor de páncreas, uno de los cánceres más letales y difíciles de detectar. Estas bacterias son la Porphyromonas gingivalis y la Aggregatibacter actinomycetemcomitans.
Estudios previos ya habían sugerido una asociación entre la mala salud oral, como la presencia de la enfermedad periodontal y la ausencia de dientes, y el riesgo de cáncer de páncreas, pero no había quedado claro si las bacterias responsables de esta mala salud oral estaban involucrados.
Este hallago fue presentado el 19 de abril en la reunión anual de la American Association for Cancer Research que se realizó en Nueva Orleans.
"Nuestro estudio ofrece la primera evidencia directa de que los cambios específicos en la mezcla de microbios que existe en la boca -el llamado microbioma oral- representan un factor de riesgo para el cáncer pancreático. Del mismo modo que influyen una edad avanzada, ser hombre, fumar, ser de raza negra, y tener una historia familiar de la enfermedad", dice Jiyoung Ahn, investigadora y epidemióloga del Departamento de Salud de Poblaciones de la Universidad de Nueva York. "Estos cambios bacterianos en la boca podrían indicarnos quién tiene un mayor riesgo de desarrollar este tumor".
"Hemos encontrado que Porphyromonas gingivalis y Aggregatibacter actinomycetemcomitans, dos especies de bacterias relacionadas con la enfermedad periodontal, aumentan en un 50 por ciento el riesgo de padecer cáncer de páncreas", dijo Ahn. "Estos datos no muestran una relación causal, pero son los primeros pasos en la comprensión de un posible nuevo factor de riesgo para el cáncer de páncreas, que es vital si hemos de desarrollar nuevos enfoques para la prevención del cáncer de páncreas y la detección precoz en el futuro."
Su detección se realiza por medio de muestras bucales obtenidas con un enjuague, que permiten estudiar la presencia de los distintos tipos de bacterias e identificar las que representan un mayor riesgo. En un futuro se espera contar con test genéticos baratos y rápidos, para detectar a las personas que están en riesgo de enfermar y ofrecerles tratamientos preventivos.
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