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Los viajes de Florestán Aguilar por Estados Unidos

DANIEL R. BENITO-SANZ 12 de Julio de 2019 a las 12:08 h

La Harry Elkins Widener Memorial Library es una de las más importantes bibliotecas 

de la Universidad de Harvard. Construida en 1915, conserva más de tres millones

de libros.

Entre diciembre de 1928 y enero de 1929, Florestán Aguilar, al frente de varios miembros de la Junta constructora de la Ciudad Universitaria, visita distintos centros universitarios y hospitalarios de EE.UU. a fin de recabar información. A estas preferencias de los miembros de la Junta por estos campus hay que sumar, por una parte, los intereses económicos de EE.UU. en España, que precisamente se intensifican a finales de la década de los "felices veinte", y por otra parte la gran influencia de instituciones como la Fundación Rockefeller de Nueva York desde principios del siglo XX.

 

El viaje de Florestán Aguilar en diciembre de 1928

 

   Cuando el Arquitecto Director de la Junta constructora de la Ciudad Universitaria, Modesto López Otero, resume sus impresiones del primer viaje de estudio por universidades europeas y norteamericanas, se decanta a favor de estas últimas, como decíamos en un post anterior: "lo más perfecto lo encontramos en Norteamérica por constituir verdaderas ciudades, no sólo universidades o residencias aisladas" (ABC, 15 de noviembre de 1927).

 

   Distintos factores influyeron en la elección del modelo "campus"; por una parte, la relación "colleges + sports" que la universidad estadounidense asumió por influencia británica, y, por otra, la influencia de la jerarquización de las "ciudades administrativas norteamericanas", entre otros elementos. Conviene recordar también que el mismo Florestán Aguilar, Secretario de la Junta constructora, conocía ya los campus universitarios norteamericanos por haber cursado "en el Dental College de Filadelfia sus estudios de Dental Surgery", como consta en un post anterior.

 

   El "diario de viaje" del arquitecto Miguel de los Santos presenta a un incansable doctor Aguilar al frente de una comisión dirigida por él, la cual inicia, a principios de diciembre de 1928, el viaje por Estados Unidos para estudiar centros universitarios y hospitalarios importantes, así como residencias y clubes de estudiantes. Al doctor Aguilar le acompañarán, además de su esposa, los arquitectos de la Ciudad Universitaria don Miguel de los Santos, ya mencionado, y don Manuel Sánchez Arcas, entre otras personalidades de la arquitectura y la medicina. Eduardo Martínez de la Torre, uno de los cronistas de Aguilar, dice haber manejado dicho "diario de viaje", en el cual  se detallan las innumerables universidades e instituciones que visitaron.

 

   El 7 de diciembre de 1928 llegaba esta comitiva a New York. Al día siguiente preparan la exposición de planos de la Ciudad Universitaria en el edificio de la Hispanic Society. Pilar Chías añade que este mismo proyecto se envió a la Exposición Internacional de Barcelona (que tuvo lugar entre mayo de 1929 y enero de 1930), donde fue premiado por un jurado internacional. Los días 10 y 11 visitan el Centro Médico de New York, el Instituto Rockefeller y Nueva Biblioteca, entre otros. Se suceden las visitas a facultades, hospitales, clínicas dentales, bibliotecas, residencias y clubes de estudiantes en Montreal, Toronto, Detroit y Chicago. En Los Ángeles visitan la universidad en construcción y se entrevistan con el filántropo don Gregorio del Amo (que terminará haciendo una donación, según comentamos en un post anterior).

 

   El día 28 de diciembre visitan la Universidad de Berkeley, la Residencia de Estudiantes, el Stadium, el Instituto de Química y la Biblioteca, entre otros lugares. Al día siguiente, en San Francisco de California, visitan la Escuela Dental. El 1 de enero de 1929 salen de Los Ángeles a Nueva York. Al siguiente viajan a Boston y visitan Harvard y la Residencia de Estudiantes. El 13 de enero de 1929 regresan de Nueva York a Madrid.

 

   El resultado de este viaje fue "Un caudal de conocimientos adquiridos sobre el terreno, un cúmulo de observaciones personales [...], una muy interesante selección de planos y libros para ulteriores jornadas de análisis, en horas consagradas a la creación de la Ciudad Universitaria de Madrid", añade Martínez de la Torre.

 

 

La "elección" de la Junta constructora y los intereses de EE.UU.

 

   El tono de la vida en las primeras décadas del siglo XX en España lo daban el renacer del pensamiento, la "renovación de estructuras" y "renovación de actitudes", apunta el profesor José-Carlos Mainer, y la formación de grupos de intelectuales que "abrían sus poros a las corrientes del pensamiento universal", añade Manuel Tuñón de Lara. En el plano económico, en estos años se hablaba de los "Felices Años Veinte", al menos hasta la nefasta caída del mercado de valores en EE.UU. iniciada el 24 de octubre de 1929 ("Crac del 29").

 

   Un ejemplo de esta apertura y de las relaciones entre EE.UU. y España en los años veinte lo tenemos en Fernando de los Ríos, profesor de la Universidad de Granada, quien en 1927 publica en Estados Unidos su monografía Estado e Iglesia en la España del siglo XVI.

 

   A esta mentalidad más abierta de los intelectuales españoles hay que añadir la existencia de intereses recíprocos, entre EE.UU. y España, en el plano económico. La Fundación Rockefeller, con sede en Nueva York, apoyó algunos viajes de estudio de la comisión designada por la Junta constructora de la Ciudad Universitaria a finales de los años veinte, momentos "curiosamente coincidentes con la aparición de intereses norteamericanos en nuestro país", a juicio de Pilar Chías. Esta labor de mediación de la Fundación Rockefeller propició que los miembros de la comisión fueran muy bien recibidos en las universidades norteamericanas. No olvidemos, además, que el propio Florestán Aguilar contaba con numerosos contactos con personalidades e instituciones del mundo de la ciencia y la cultura, entre ellas dicha Fundación Rockefeller y el Instituto Carnegie; logró crear interés por la universidad madrileña y también aportaciones económicas y acuerdos de distinto tipo, como decíamos en un post anterior. El doctor Aguilar también concertó un sistema de intercambio de estudiantes con el "Institute of International Education" de Nueva York.

 

   Las obras de la Ciudad Universitaria se beneficiaron de ayuda estadounidense, pero estos años coincidían "casualmente" con la introducción en España de las primeras multinacionales y se firmaron "convenios de diversa índole que compensaron con creces esta ayuda". Por ejemplo, el mobiliario de los laboratorios de la futura Ciudad Universitaria fue de construcción española, pero siempre "según modelos y patentes norteamericanos".

 

   Un antecedente claro de influencia norteamericana lo encontramos en ciertas construcciones pertenecientes a la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), que se instituye en 1907 y crea centros para impulsar la educación y la ciencia en España. El Instituto Nacional de Física y Química, "popularmente llamado Rockefeller en honor a quien lo financió", fue construido entre 1926 y 1932 por Manuel Sánchez Arcas y Luis Lacasa, arquitectos de la Generación de 1925 que trabajaron para la JAE y en la Ciudad Universitaria. El Edificio Rockefeller simboliza el reconocimiento internacional de la JAE. Santiago Ramón y Cajal, "más que histólogo" y "padre de la JAE", premio Nobel de Medicina en 1906, un año antes de que esta Junta fuera constituida, se había referido a "un problema de cultura" en España y a la necesidad de "incorporarnos a los pueblos civilizados". El anterior Campus de la JAE hoy lo es del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas).

 

 

La política económica de los años 20 y el caso de ITT

 

   En los años veinte le pareció fácil a la Dictadura el manejo del erario público; Manuel Tuñón de Lara habla de auténtica "frivolidad en este terreno". Durante estos años asistimos al comienzo de un "capitalismo de Estado en favor de las grandes empresas". Se funda el Monopolio de petróleos, se entrega "la red telefónica a los capitalistas de los Estados Unidos". El intervencionismo económico del Estado se manifestó en la dispensa de tarifas aduaneras para la importación de maquinaria y en la creación del Consejo nacional de combustibles, el Comité regulador de la industria algodonera, las Confederaciones hidrológicas y la Comisión mixta del nitrógeno, entre otras instituciones.

 

   La política de concesiones "no siempre fue muy clara". Algún ferrocarril fue concedido en condiciones favorables a la Compañía Santander-Mediterráneo, en cuyo consejo de administración figuraban generales y "personajes palaciegos". La concesión del servicio de Teléfonos a la International Telephon and Telegraph Corporation (ITT), de EE.UU, del Grupo Morgan, había sido gestionada por su delegado, Lewis J. Proctor, en 1923. La concesión se otorgó en agosto de 1924. Se crea la Compañía Telefónica Nacional de España. "Pura cuestión de forma", porque ITT cobraba suculentos porcentajes sobre los ingresos brutos en concepto de asesoramiento, material, edificios y solares, entre otros. Todo el material se encargaba a Standard Electric, del mismo trust norteamericano, instalada en 1926 en España. El Estado eximía de impuestos a la Compañía. Mariano Baena se refiere a la creación de CAMPSA y el posterior "contrato con ITT de 1929". Diez años antes se había producido la gran huelga de La Canadiense, antecedente claro de gran empresa de origen norteamericano que inmediatamente empieza a operar en España con otro nombre (a los tres meses de su fundación en 1911) y cuyo fin era la producción y distribución eléctrica.

 

   Al igual que Manuel Tuñón de Lara, Jaume Vicens Vives habla de esta política de cesiones y concesiones al amparo de la censura oficial y de "negocios" como esta "cesión del monopolio de la telefonía a una compañía americana" y las subvenciones ilimitadas a compañías de ferrocarril. Hay que poner de relieve, por último, que "La creciente inversión USA en España durante el periodo 1929-36 contrastó con la declinante inversión en Europa".

 

 

 

Fuentes consultadas

 

Baena del Alcázar, Mariano (Dir.): La reforma del Estado y de la Administración española. Madrid, INAP, 2013.

 

Benito Sanz, Daniel Rodrigo. "Florestán Aguilar y los orígenes de la Ciudad Universitaria de Madrid", en el Odontoblog de la Universidad Complutense: https://webs.ucm.es/BUCM/blogs/odontoblog/13246.php [Última fecha de consulta: 11/07/2019].

 

Calvo Calvo, Ángel: "Telefónica toma el mando. Monopolio privado, modernización y expansión de la telefonía en España, 1924-1945". Revista de Historia Industrial. Nº32. Año XV. 2006. 3. Pp. 69-98. Vid. muy especialmente en p. 83 la nota al pie sobre la "creciente inversión USA en España" que se inicia en 1929.

 

Chías Navarro, Pilar (1983). La Ciudad Universitaria de Madrid: planeamiento y realización. Tesis (Doctoral), E.T.S. Arquitectura (UPM). Disponible en Archivo Digital UPM: http://oa.upm.es/10629/ [Última fecha de consulta: 8/07/2019].

 

Eduardo S. Martínez de la Torre, "Apuntes para la Historia", en La Odontología. Número extraordinario dedicado a la memoria de su fundador Dr. D. Florestán Aguilar. Madrid, Compañía Dental Española, 1935, (pp. 130-160).

 

Mainer Baqué, José-Carlos: Conferencia pronunciada en la Fundación Juan March, en Madrid, el 24/03/1981, titulada "Viejos y jóvenes en torno a 1900". Puede escucharse aquí: https://www.march.es/conferencias/anteriores/index.aspx?b0=Cultura%20y%20p%c3%bablicos%20en%20la%20modernizaci%c3%b3n&l=1 [Última fecha de consulta: 11/07/2019].

 

Murillo Sánchez, Marina. "Florestán Aguilar y el diseño de la Ciudad Universitaria", en el Odontoblog de la Universidad Complutense: https://biblioteca.ucm.es/BUCM/blogs/odontoblog/12344.php [Última fecha de consulta: 8/07/2019].

 

Murillo Sánchez, Marina. "Florestán Aguilar y las influencias exteriores (II)", en el Odontoblog de la Universidad Complutense: https://webs.ucm.es/BUCM/blogs/odontoblog/12368.php [Última fecha de consulta: 8/07/2019].

 

Murillo Sánchez, Marina. "Florestán Aguilar y la propaganda de la Ciudad Universitaria", en el Odontoblog de la Universidad Complutense: http://webs.ucm.es/BUCM/blogs/odontoblog/12574.php#.XQONNY9S81k [Última fecha de consulta: 8/07/2019].

 

Pedraza Jiménez, Felipe, y Rodríguez Cáceres, Milagros: Las épocas de la literatura española. Barcelona, Ariel, 2012. Pp. 303-307.

 

San Antonio Gómez, Carlos de: El Madrid del 27. Arquitectura y Vanguardia: 1918-1936. Madrid, Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, 2000.

 

Santamaría García, Antonio: "El edificio Rockefeller. La arquitectura con vocación en ciencia". Madrid, CSIC, 2010.

 

Tuñón de Lara, Manuel: La España del siglo XX. La quiebra de una forma de Estado (1898/1931). Barcelona, Laia, 1974, pp. 123-128 y pp. 226-232 sobre aspectos culturales y pp. 167-222 sobre aspectos económicos.

 

Vicens Vives, Jaume: España contemporánea (1814-1953). Barcelona, Acantilado, 2012, vid. pp. 195 y 196 para los "negocios turbios" en la Dictadura.

 

VV. AA: La Ciudad Universitaria de Madrid. Madrid, Junta de la Ciudad Universitaria de Madrid, 1947. Consulta del libro electrónico en "Patrimonio Digital Complutense": http://dioscorides.ucm.es/proyecto_digitalizacion/index.php?b16714544 [Última fecha de consulta: 8/07/2019].

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