"La lectura es, junto con la amistad, uno de los recursos más eficaces para sobrellevar el dolor de la pérdida. Nos ayuda, en general, a elaborar el duelo por los límites de nuestra vida, los límites de la condición humana." El cuerpo de la obra, Didier Anzieu.
No vamos a mirar atrás, ni a la historia de las bibliotecas, ni a la genealogía de los bibliotecarios, pero la mano arisca que normalmente te proporciona un libro como lector o estudiante, retiene entre sus dedos otros deseos, que si sus labios se atrevieran a pronunciar, te contarían la sensación y el momento que ese libro, que tu vas a leer o releer, le salvó de un desamor o le ayudó a entender la muerte de su padre, o quizás al acabarlo, sintió que aquello que le contaba ese escritor pesimista, le había hecho feliz.
[Seguir leyendo] Signatura 400 de Sophie Divry