Me encanta hablar de mis librerías favoritas, de esos lugares en donde puedo dar rienda suelta a mi avidez, despertar apetitos desconocidos, mirar, probar, comentar... En fin, disfrutar muchísimo. Por eso he ido utilizando la sección "Librerías de cabecera" y animando a los amigos para que hicieran lo propio. Me parece que en estos tiempos es importante tener un mapa de esos lugares privilegiados para una vida alegre que son las librerías (buenas).

Pero ¿Qué sería de las buenas librerías, y de nosotros los lectores, sin editoriales atrevidas? No quiero ni pensar en la dieta a la que nos someterían las grandes compañías editoriales si no estuvieran compensadas por las irredentas, irreverentes, imaginativas e ilustradas editoriales pequeñas.

Hoy vengo a presentaros una de esas editoriales. No hace mucho, desde 2008, que ha entrado en nuestras vidas con el curioso nombre de "los cuatro azules". Cuando lo escuché por primera me gustó ese aliento enigmático y me terminó de cautivar al ver su logo: cuatro cuadrados con diferentes tonos de azul.

"Los cuatro azules" es un proyecto de gente que lleva tiempo en esto de los libros, la lectura y el mundo de la infancia.  En el equipo hay un librero, Fernando Valverde, una editora, Martha López, y una especialista en literatura infantil y juvenil de las que pueden hacer leer porque les encanta la lectura, Raquel López. ¡Ah! Acabo de descubriros que los cuatro azules son tres. Bueno, os aseguro que quedan más sorpresas para quienes se aventuren en su catálogo de autores.  

Lo primero que hay que decir es que se trata de una editorial que no publica libros para leer en clase, aunque quizá podrían acabar siéndolo si se produjera una revolución educativa, ni para que se traten temas "de interés" para el desarrollo curricular. No, no es una de esas editoriales que vende sus colecciones como lotes y que deja tranquilos a los centros educativos porque han llenado varias estanterías con obras que indican, ya en la tapa, las edades a las que se dirigen.

Conviene decir que "Los cuatro azules", además de exquisita y sorprendente, publica libros ilustrados, muy ilustrados, llenos de imágenes y de todos los tamaños. Precisamente, el último que he visto de ellos, Gruvi, es un librito de apenas 15 x 15 cm que cuenta una historia surreal ambientada en un espacio muy real. ¡Menuda sorpresa me llevé cuando me di cuenta de que conocía a tres de los protagonistas! Lilo, Ingrid y el propio Gruvi son buenos amigos (podéis verlos en una de esas librerías que se merecen entrar en la sección de Sinololeonolocreo citada más arriba: Panta Rhei). Además del aliciente de poder reconocer las localizaciones están los maravillosos collages de Antonio Santos, el autor de la historia. Por cierto, en el logo de la contracubierta ya no hay cuatro cuadrados de diferentes azules sino un cuadrado, un triángulo y un círculo. ¡Estos azules están muy juguetones!

Otro álbum, este de mayor tamaño, que me gusta especialmente es Oso blanco y oso negro con texto de Júrg Schubiger y dibujos de Eva Muggenthaler. Es una historia de miedos de antes de acostarse, de cosas que les pasan a las muñecas, de niñas que inventan. Las ilustraciones nos hacen viajar de la plácida mesa del desayuno a lo que aparece cuando todos duermen. Son unas dibujos tan hermosos que son para niños, adolescentes, adultos, jóvenes adultos, maduros interesantes, prejubilados, ancianos, tíos-abuelos y cantaoras flamencas. Cualquiera puede disfrutar con esos maravillosos mundos que me recuerdan a Annette Messager.

Con más texto, pero impensable sin las imágenes, es el título de Franziska Biermann, Al señor zorro le gustan los libros. ¡Pobre zorrito atrapado en una compulsión librera! Menos mal que para grandes males siempre hay grandes remedios y cuando se saben unir aficiones con creatividad es más fácil alcanzar el éxito. Las ilustraciones son divertidas y muy expresivas.

Eso sí, para gozar con imágenes sencillas, simples, cotidianas, pero que en esta historia cobran otro sentido, os recomiendo Paraíso de Bruno Gibert. Nunca una señal de tráfico dijo tanto.

Quiero terminar este paseo particular por el catálogo de "los cuatro azules", porque en las librerías podréis encontrar mucho más, con una particular historia bíblica. Es uno de los episodios que desde pequeño más me han fascinado. La historia de Noé, contada por Stephanie Rosenheim se convierte en un cuento

lleno de poesía que Elena Odriozola lleva aún más allá con sus dibujos.

Si estábais pensando en buscar libros para regalar estas Navidades "los cuatro azules" ofrecen muchas posibilidades para acertar y disfrutar.